Por Ana Delma Ramírez
Las tardías acciones de Colombia para recuperar la sede de los Juegos Panamericanos 2027, que le fue despojada, ocasionó repercusiones laterales que se extienden hasta su Comité Olímpico.
Trascendió que las acciones gubernamentales colombianas pueden provocar severos castigos a su Comité Olímpico, ya que el Comité Olímpico Internacional (COI) sanciona intervenciones de gobiernos en asuntos deportivos internacionales o sea “injerencia del Estado en la decisión de Panam Sports”.
Colombia, según medios de comunicación colombianos, es uno de 204 países que integra el COI, una entidad que se rige por la Carta Olímpica y es la encargada de las disciplinas que son parte de las Olimpiadas.
El punto álgido y pertinente de ese documento es: “Los miembros del COI no aceptarán de los gobiernos, organizaciones ni terceras partes órdenes ni instrucciones susceptibles de comprometer su libertad de acción y de voto”.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha iniciado directamente acciones para salvar y recuperar la sede que tenía otorgada Barranquilla. Éste, de acuerdo con informes de prensa, ha enfilado sus metas en reunirse, instruir y hasta viajar a reunirse con miembros de PANAM Sports con miras a que se revoque la decisión de despojar a Barranquilla de la sede panamericana.
Ciro Solano Hurtado, presidente del Comité Olímpico Colombiano, ha mostrado su preocupación ante el panorama deportivo de su país con la situación del despojo de sede de Barranquilla y sus posteriores efectos.