Por Nydia Bauzá
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PONCE – Miles de caballos, perros y gatos desnutridos, hambrientos, con sed, cubiertos de sarna y garrapatas vagan en calles y barrios del área sur, mientras no hay refugios ni santuarios que acojan a estos animales desamparados e indefensos.
La sobrepoblación de animales abandonados arropa a todo Puerto Rico y aunque los gobiernos municipales hacen esfuerzos con campañas de esterilización, estas medidas no son suficientes para atajar el grave problema que sigue en aumento y afecta la calidad de vida y convivencia en las comunidades.
Muchos animales son abandonados por sus dueños que se van del país en busca de mejor calidad de vida y dejan a las mascotas solas a su suerte. En otros casos, los propietarios de los animales no quieren cuidarlos o no pueden cubrir su manutención y los tiran en calles, puentes y establecimientos comerciales. Algunos de estos animales se convierten en un desafío a la seguridad de transeúntes protagonizando ataques y mordeduras.
En Coamo, Salinas y Juana Díaz, el dolor de cabeza son los caballos callejeros que representan una amenaza a la seguridad en las carreteras, mientras en Ponce, el municipio estima que hay más de 30 mil animales abandonados en las calles de la Ciudad Señorial, en su mayoría perros y gatos.
Esfuerzos por crear un registro de animales con una microficha que tenga información del animal y el propietario se han quedado en propuestas y en gavetas en el Capitolio.
“El abandono de animales es un problema que llevamos enfrentando hace muchos años, la realidad es que hay leyes que nos indican qué herramientas debemos asegurarnos para que se atiendan estas situaciones, pero la realidad es que no se han podido cumplir. La herramienta más importante que debemos asegurarnos es el registro de animales porque es la manera en que vamos poder responsabilizar a las personas sea en casos de maltrato, de abandono o de pérdida”, advirtió la presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico (CMVPR), Frances Piñero.
La veterinaria indicó que el pasado cuatrienio el Colegio impulsó en la Legislatura un proyecto de ley (661) que buscaba crear un registro de animales, pero la medida no prosperó. Este cuatrienio, dijo que se promueve legislación para atender el problema de mascotas perdidas, que el CMVPR ha endosado parcialmente, pero al parecer la propuesta tampoco avanza.
Hablan los veterinarios
“Se ha propuesto por muchos años lo que es un registro de animales y siempre ha habido resistencia en cuanto a eso. ¿Por qué?, no entendemos. Puede ser que haya preocupación de parte económica de las personas, pero no podemos seguir extendiendo y no atendiendo la situación de abandono, de maltrato de animales. Tenemos que responsabilizar y concientizar a todas las personas y la raíz para atender esto es el registro. Podemos seguir haciendo campañas de esterilización que son excelentes. Me alegra tanto ver que muchos colegas están haciendo su trabajo y haciendo esto de manera voluntaria, pero ellos se agotan porque vemos muchas campañas, pero seguimos viendo el problema”, subrayó Piñero.
“Hemos visto una mejoría en cuanto a la atención a esos animales después del huracán María, pero todavía queda mucho por hacer. No podemos seguir poniéndole parches al problema, tenemos que ir a la raíz y hacer lo del registro”, remachó.
Dijo que la sugerencia del CMVPR es que el registro sea obligatorio para todas las personas dueñas de animales y al animal se le coloque un microchip con la información de la criatura y la vacuna contra la rabia.\
“Este es un proyecto que atiende la salud pública. Tenemos un problema enorme con lo que es la rabia aquí en Puerto Rico. El protocolo contra la rabia tiene un costo millonario porque no tenemos evidencia de qué animales han sido vacunados y cuáles no. El registro sería incluso una manera de ahorrar dinero que se está gastando con estos protocolos de la rabia. Sin registro no vamos a resolver el problema”, puntualizó la doctora.
Dijo que el Colegio se encargaría del registro por los primeros dos años para entonces, traspasarlo al gobierno y le de continuidad.
“El costo de las vacunas es enorme y cuando tenemos animales que son positivos a la rabia y no hay responsabilidad de los dueños, el gobierno tiene que incurrir en esos gastos y se van miles de dólares en esos tratamientos. Tenemos un excelente equipo en el Laboratorio de Rabia (del Departamento de Salud), pero lamentablemente es bien costoso”, agregó.
Salinas reclama presupuesto
Para la alcaldesa salinense, Karilyn Bonilla la propagación de animales realengos va a continuar en la medida en que la Oficina Estatal de Control Animal (OECA), adscrita al Departamento de Salud no haga cumplir las leyes y reglamentos. Dijo que la Ley Núm. 36 del 30 de mayo de 1984 obliga a la dependencia a desarrollar protocolos con expertos, programas educativos y a elaborar estrategias para organizar e incentivar mediante subvenciones de fondos, a los municipios para que éstos recojan y controlen sus animales realengos.
“La realidad es que esto no está sucediendo, y sin los fondos necesarios nos vemos limitados a establecer planes más abarcadores. De otra parte, solicitamos al Departamento de Salud, nos certifiquen las compañías, refugios o albergues que estén certificados en Puerto Rico, y que al presente estén aceptando perros y gatos realengos, a un costo razonable. Al momento no hemos recibido respuesta”, reclamó la Alcaldesa.
Dijo que para atender el problema, el municipio invierte anualmente cerca de $20,000, sin incluir el equipo y personal designado para las tareas, tanto de Manejo de Emergencias como la Policía Municipal. “Los fondos son municipales, no recibimos ayuda adicional. El enfoque nacional, debe encaminarse a campañas de esterilización masivas, y para esto se requerirá asignación estatal y legislativa”, exigió Bonilla, quien destacó que la problemática de animales realengos en Puerto Rico se ha convertido en una emergencia de salud pública.
“La sobrepoblación animal se estima en más de un millón de perros y gatos. En Salinas, como en otros municipios, la proliferación de animales callejeros afecta la calidad de vida de los habitantes y representa un problema de seguridad en las vías y lugares públicos”, sostuvo. Dijo sin embargo, que el municipio tiene un programa municipal para manejar el problema de equinos realengos.
En abril de este año la legislatura municipal aprobó una ordenanza que autoriza un acuerdo colaborativo con la entidad sin fines de lucro Horse Life of Puerto Rico para el recogido y albergue de caballos abandonados. La medida autoriza al Municipio a recibir en calidad de préstamo equipo y/o vehículos para recoger los equinos y cubrir el costo de mantenimiento, reparación y funcionamiento de la propiedad durante el período en que el municipio la esté utilizando.
“Se designó un equipo de trabajo en la Policía Municipal, y compramos un vehículo, y así han logrado recoger unos 450 caballos que han llevado a un santuario. En el caso de perros y gatos, actualmente no se están recogiendo porque los santuarios y albergues están abarrotados. Por esta razón, estamos enfocando nuestros recursos, con la ayuda de rescatistas y voluntarios, a realizar entre 10 a 20 esterilizaciones mensuales de perros y gatos. Otorgamos “vouchers” al ciudadano, y se realizan con el veterinario local”, detalló la Alcaldesa.
Coamo aboga por legislación
El alcalde del Pueblo de los Maratonistas, Juan Carlos García Padilla propuso sacar a los caballos de la Ley de Vehículos y Tránsito (Ley 22 de 2000) para que la posesión de equinos sea reglamentada a nivel municipal.
“Hay que sacar a los caballos de la Ley 22. El caballo ya no es un medio de transporte, es un animal que se usa para recreación y aquel que lo vaya a utilizar para otra cosa debería tener alguna licencia especial o que el caballo tenga, un chip o un sello. Están en la Ley de Tránsito como un medio de transporte y hay que obligar a los dueños de caballos a identificarlos, a crear un registro, una licencia, una tarjeta con la foto del caballo, un sello, lo que sea, pero hay que ponerle control a eso. La semana pasada nosotros (en Coamo) enterramos tres caballos. No es posible”, recriminó el alcalde.
Dijo que en la carretera PR-545, entre Coamo y Santa Isabel en las tardes hay cientos de caballos realengos en la calle. “Es un problema grave, no hay control. Hay que ponerle control, hay que trabajar, hay que atreverse a tomar decisiones. Creo que hay que establecer un registro, puede ser municipal”, sostuvo García Padilla.
Exhortó a los legisladores del distrito a que presenten legislación para que se repiense dejar al caballo como medio de transporte en la Ley 22 y se incluya en una ley especial dirigida a proteger y reglamentar el uso de los equinos.
Dijo que las cabalgatas si se trata de actividades planificadas y organizadas deberían pagar el seguro de responsabilidad pública que se requiere en maratones, bicicletadas y en otras actividades públicas.
Para lidiar con el problema de caballos callejeros indicó que el gobierno municipal utiliza fondos ordinarios del municipio. “Los dueños nunca aparecen, por eso, hay que exigirle el chip, exigirle un sello registrado. Hay que regular el proceso”, demandó.
En cuanto a la propagación de perros abandonados, García Padilla destacó la falta de albergues y dijo que el municipio trabaja en un esfuerzo conjunto con una organización sin fines de lucro, cuya identidad no reveló para no promover “que personas de otros pueblos vengan a Coamo a dejar sus perros”. Sostuvo que trabajan con el proyecto municipal Los recojo, vacuno, esterilizo y devuelvo a su sitio. “No tengo de otra. En Puerto Rico no hay albergues suficientes”, denunció.
El alcalde reiteró una propuesta que en 2024 propuso al entonces gobernador Pedro Pierluisi y a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) de asignar $2 millones para ser repartidos a los municipios por el tamaño de su población para acuerdos de esterilización de animales callejeros. Además, García Padilla propuso una moratoria de dos años a la importación de perros y gatos. Estas ideas no fueron consideradas.
“Ese problema de animales abandonados está ahí. Con lo de los perros realengos hemos mejorado muchísimo, ahora está en la concientización de la gente en no seguir tirando y en lograr que este proceso se pueda estabilizar de alguna manera en todo Puerto Rico porque si no, de un pueblo a otro los tiran”, expresó.
Juana Díaz impone multas
Una ordenanza municipal prohíbe el abandono de caballos en lugares públicos y privados dentro de los límites territoriales del Pueblo de los Poetas y aunque ha habido operativos e intervenciones, la medida no ha logrado detener la sobrepoblación de equinos callejeros.
“El problema de los caballos realengos es uno que se ha agravado en años recientes, particularmente luego del Huracán María. Tal vez el hecho de que personas que antes mantenían estos animales se han mudado del País, dejaron atrás el cuidado de estos caballos provocando un problema de control sobre ellos”, indicó Domingo Nuñez, comisionado de la Policía Municipal de Juana Díaz.
Núñez dijo que incluso hay menos espacios para que estos animales puedan pastar por lo que en algunos casos, personas pretenden tenerlos en áreas urbanas o residenciales lo que crea otros problemas.
La Ordenanza 32 (2018-2019) faculta a policías estatales, municipales o vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) a incautar los animales y en los casos en que se detecte al dueño se le pueden imponer multas administrativas de $500.00.
El municipio informó que al momento han recogido sobre un centenar de caballos y solo han emitido cinco multas por no poder identificar a los dueños.
La medida dispone que los animales incautados sean llevados a un albergue o santuario por un término de 21 días y si no no se localiza al dueño, el animal podrá ser vendido, subastado o sacrificado.
El comisionado dijo que cuando el municipio realiza operativos para recoger animales, el manejo se realiza conforme las leyes de protección animal.
Entre las zonas que suelen confrontar la problemática mayor con caballos realengos mencionó: la carretera PR-510, Urbanización Extensión La Fe, Santa Rita 4, Sector Peñoncillo, Parcelas Viejas, Aguilita y en la carretera PR-1.
“Estos animales realengos han ocasionando daños en residencias, patios además de representar un riesgo en las vías públicas por los diferentes accidentes que han ido surgiendo. Es bueno indicar que en el caso de los caballos que fueron reclamados por sus dueños se les coloca un chip de registro por lo que, en caso de ser recogido nuevamente facilitará la intervención con el propietario del equino” indicó el comisionado de la Policía municipal juanadina.
Nuñez reiteró que el interés principal es que los dueños saquen a los animales de las vías y se mantenga un control sobre los animales para evitar accidentes entre otros inconvenientes que acarrean.
Ponce tiene 30,000 en sus calles
El Albergue Salvando Vidas del gobierno municipal de Ponce es el único refugio público activo en buena parte del área sur. Las instalaciones, ubicadas en el Sector La Cotorra, no dan abasto para atender las manadas de perros y gatos que llegan, algunos hasta de pueblos distantes de la Ciudad Señorial, alertó la encargada del refugio, Ruth Barnés Calzada.
“Tenemos sobre 30 mil animalitos realengos en Ponce. La gente los suelta, se mudan, se van de Puerto Rico, los abandonan en las casas o los sueltan sin esterilizar y esos animalitos se siguen reproduciendo. El problema es gravísimo, entiendo que esto no se va solucionar hasta que legislen para que toda persona que adquiera una mascota tenga que tener un microchip porque si abandona el animal se puede determinar quién fue y puedes ir contra esa persona o si se te pierde el animal se puede localizar al dueño. La clave de esto está en el microchip. Aquí se debe legislar para que todos los animales tengan microchip”, apuntó la funcionaria.
El pasado primero de agosto el gobierno municipal de Ponce comenzó un proyecto de recogida de perros callejeros para vacunarlos, esterilizarlos, devolverlos a sus lugares y ofrecer algunos en adopción. El esfuerzo, a un costo de $50 mil, contó con personalalbergue, rescatistas y voluntarios de organizaciones que procuran el bienestar animal. Capturaron más de 400 perros y gatos de las calles, pero la administradora del albergue entiende que la magnitud del problema requiere legislación. Los animales fueron llevados de forma temporera a una escuela en desuso y el pasado fin de semana fueron transportados al estadio Juan Pachín Vicens donde se celebró una campaña de esterilización y vacunación.
“Quinientos perros que es lo que nosotros podemos sacar de las calles no van a resolver la problemática. Queremos seguir haciendo esto una vez al mes, seguir buscando animales realengos, operándolos y volviéndolos a soltar. No eutanasiamos (dar muerte), por eso el albergue está lleno. Como único eutanasiamos es que sea un animal sumamente agresivo o que esté sufriendo porque está enfermo”, sostuvo Barnés Calzada.
Exhortó a legisladores del área sur a que consideren la posibilidad de impulsar legislación para hacer mandatoria la esterilización y la colocación al animal de un microchip con la información de la criatura.
Destacó que actualmente Ponce es uno de los pocos municipios que cuenta con albergue de animales. “A nosotros nos traen animales de otros pueblos, de momento llegan manadas adultas que sueltan en las noches. Nosotros llevamos dos años haciendo esto, capturando animales o alimentistas nos los traen y los esterilizamos. La gente se ha enterado y los traen a Ponce porque saben que Ponce está bregando con la situación”, indicó.
“Exhortamos a la gente a que adopte, que visite los albergues y adopte y a los que son dueños de mascotas, que los esterilicen”, afirmó.
Dijo que en esta primera jornada más de cien animalitos se pondrían en adopción para lo cual colocarán avisos en páginas de rescatistas y en la página del albergue ponceño.
“Todo el mes de agosto los animales son dados en adopción libre de costo, vacunados, desparasitados y esterilizados. Les ponemos vacunas contra la rabia y viruses”, indicó.
Actualmente en el albergue de Ponce hay 250 animales (perros y gatos), sin contar los que que comenzaron a ser recogidos para ser esterilizados de las calles ponceñas.
El albergue municipal opera con un presupuesto de $800 mil anuales para gastos de nómina, operaciones y servicios profesionales. Para servicios de veterinaria cuenta con una asignación adicional de $232 mil. El presupuesto proviene del fondo general del municipio autónomo de Ponce y el albergue, además recibe donaciones de artículos de organizaciones privadas.
Yauco también evalúa crear un registro de animales
“En Yauco no hay un problema de caballos, sí de perros abandonados. Se ha trabajado con organizaciones sin fines de lucro en coordinación para rescatar perros, disminuyendo la cantidad que hay en las calles del municipio. Antes la cantidad era notable en cada esquina de Yauco, ya ha mermado”, expresó el alcalde yaucano, Angel Luis Torres Ortiz.
El alcalde indicó que la reproducción masiva de los canes afecta la convivencia en las comunidades y sostuvo que el municipio tiene un proyecto junto con la oficina de la Primera Dama, Arline Roig Sepúlveda, para esterilizar y adoptar a los animales.
Torres Ortiz también dijo que evalúan la posibilidad de crear un registro de animales mediante legislación municipal.
“Por medio de ordenanza se está evaluando un registro de animales que posea un chip para tener un control de animales. Adicionalmente se está buscando la manera de establecer un santuario en la ciudad”, anticipó el ejecutivo municipal.