Por Redacción Es Noticia
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El presidente de la Asociación del Personal Docente de la Universidad de Puerto Rico en Cayey (APD UPR-Cayey), profesor Humberto Malavé Núñez, advirtió este domingo a la Junta de Gobierno de la UPR que debe tener a su disposición las evaluaciones de los cuatro candidatos a la presidencia de la Universidad y no una selección que hagan los senados académicos o alguna comisión del cuerpo rector.
El Presidente de la APD-UPR Cayey advirtió que, si no se escoge a la persona idónea que tome las medidas necesarias para que sobreviva la institución, en lugar de a grupos específicos, “quedará, como ya han quedado algunos y algunas presidentes, como sepultureros de la UPR, en la ignominia.”
En carta enviada a la rectora de la UPR en Cayey y presidenta del Senado Académico de dicha institución, doctora Glorivee Rosario Pérez, el profesor Malavé Núñez le recomendó que “le someta a la Junta de Gobierno todos los candidatos calificados por el Comité de Búsqueda en el orden de prioridad recomendado por la comunidad universitaria de la UPR-Cayey, que participó en el proceso de evaluación”.
“La selección del o la Presidenta es responsabilidad de la Junta de Gobierno y este cuerpo rector debe tener todas las opciones que inicialmente recomendaron para evaluación de la comunidad. Nuestra responsabilidad de evaluarlos queda satisfecha al someter la prioridad de los candidatos. Ahora debemos permitir que la Junta ejerza la labor crítica de su proceso decisional que, con seguridad, será una de las más trascendentales de la historia universitaria debido a las actuales circunstancias”, sostuvo el catedrático universitario en un comunicado de prensa.
Indicó que como responsable del futuro de la UPR, la Junta de Gobierno debe tener todas las opciones y asumir el mandato que la Ley Universitaria le impone y que el Pueblo de Puerto Rico espera de ellos. “El juicio de la historia debe caer en sus hombros. Debemos recordarle esta responsabilidad y que no tengan la excusa de que no tuvieron las opciones disponibles por las limitaciones de las evaluaciones de los senados académicos”, afirmó Malavé Núñez.
Explicó en la misiva que la comunidad universitaria está consciente de que quien ocupe la presidencia será responsable de reajustes tan necesarios como los llevados a cabo en 1942 y 1966, los cuales establecieron “el camino de éxito” que transitó la UPR por décadas. “Pero, con la grave diferencia de que las transformaciones que ahora se emprendan, distintas a las de 1942 y 1966, no serán mediante órdenes legislativas, sino mediante exigentes medidas administrativas, rigurosas evaluaciones académicas y creativas formas de resolver problemas,” añadió.
Advirtió igualmente sobre la posibilidad de que la presidencia intente mantener el status quo universitario. De así hacerlo, sostuvo, “quedará en la historia como el o la responsable de llevar al fracaso el mayor proyecto educativo de Puerto Rico. Por el contrario, si logra una Universidad ágil, vinculada con la comunidad y eje de la transformación de Puerto Rico, tendrá el respeto y admiración de todo el Pueblo.”
Malavé Núñez también le solicitó a la Rectora que le recuerde “por escrito y a modo de advertencia” a la persona que ocupará la presidencia “que tiene ante sí el reto histórico de transformar a la UPR, devolverle el brillo que antaño tuvo, administrar de manera creativa y eficiente los escasos recursos que dispondrá y tomar las decisiones difíciles que muy seguramente enfrentará, no para el bien de grupos específicos, sino para la sobrevivencia de la institución. De otra manera quedará, como ya han quedado algunos y algunas presidentes, como sepultureros de la UPR, en la ignominia.”