Por Sandra Caquías Cruz
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Con el recaudo de $1,325,000 en una caminata de seis días, el presentador y comediante Raymond Arrieta finalizó -ayer- los 15 años de la caminata ‘Da Vida’ en beneficios de los pacientes de cáncer.
El recorrido comenzó en Ponce el pasado miércoles y finalizó la tarde del lunes en San Juan. Fueron más de 50 millas de agradecimiento de su pueblo por la gesta que hacía.
Miles de personas salieron a las calles para agradecer a Raymond la caminata que incluyó varios pueblos mientras atravesaba la Cordillera Central de Sur a Norte.
“Quince años. Quince años para el Hospital Oncológico”, expresó Raymond tan pronto puso fin a su largo andar y con una emoción que lo ponía a llorar.
Apenas podía expresarse. Trató de reprimir la emoción para continuar realizando expresiones, pero en medio de los vítores se le entrecortaba la voz.
“Como lo prometimos. Llegamos. Estamos aquí”, expresó.
“Gracias al pueblo por su cariño durante todos estos años, por mis voluntarios, el staff, mis asistentes… gracias a todos de corazón, porque sin ellos yo no hubiera llegado aquí. Ellos estuvieron velando todo el tiempo mi salud, los dolores, las ganas, a veces de parar», dijo.
«La mente te decía que no y tu corazón te decía, cree, tienes que seguir. Y aquí estamos como los prometimos”.
Un momento en que apenas pudo hablar porque la emoción no lo dejaba fue cuando agradeció a su familia.
“A mi familia, gracias por permitir hacerlo una vez más. Ellos ya quieren que me detenga y tengo que detenerme, pero no vamos a olvidar el Hospital. Vamos a seguir ayudándolos de otra forma”, prometió.
Las palabras a los pacientes y sobrevivientes de cáncer también le arrancaron lágrimas. “A los que ya no están y a los que están luchando, a los que sobrevivieron, gracias de corazón. Hoy fue un día lleno de emociones y un poco difícil”, dijo.
Describió su caminata como “un lleva y trae de emociones” porque por un lado tenía a los sobrevivientes que se le acercaban para agradecerle su esfuerzo y por el otro, familiares de personas que murieron de cáncer. “Lo importante es que todo el sacrificio es por todos ustedes», subrayó.
Resaltó que fue el Hospital Oncológico y sus pacientes los que le ocuparon la mente en toda la travesía y que, a pesar de cualquier dolama, tenía como norte poder beneficiar a miles de pacientes que tocan las puertas del Hospital Oncológico para recibir tratamiento.
Sobre la caminata, dijo que fue “la más calurosa que yo he cogido. 145 grados la brea. No fue fácil, pero gracias a ustedes que me cargaron… Ustedes, el público que me gritaban: ‘Raymond yo voy a tí, no te quites’”.