Por Sandra Caquías Cruz
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GUÁNICA – Con el estruendo de los explosivos, este próximo martes 19 de diciembre, caerán a tierra los 13 pisos del Centro Vacacional de Playa Santa de la Asociación de Empleados del Estado Libre Asociado (AEELA).
La estructura de cemento será demolida tras los daños que tuvo con los terremotos del 2020. Para ese lugar se realizan planos del posible uso que se le daría a los 13,176 metros cuadrados propiedad de AEELA y que proyectarían podría mantener como un área recreativa, pero de menos niveles, explicó el director ejecutivo de la AEELA, Pablo Crespo Claudio.
“El edificio en esto momentos representa un peligro”, dijo Crespo Claudio antes de señalar que teme a que la estructura en cualquier momento caiga.
Los residentes en Playa Santa reconocieron que el edificio debe ser demolido, pero no ocultaron el temor del proceso y llamaron la atención sobre lo débil que quedaron varias viviendas tras los terremotos.
“La comunidad Playa Santa está muy preocupada por las consecuencias que, en un futuro, puedan generar estas explosiones a nuestros hogares, ya previamente afectados por los terremotos”, indicó uno de los vecinos del lugar que no ofreció su nombre.
La demolición, programada para las 9:00 am. y que estará a cargo de la empresa Alpha Demolition Inc., incluye la estructura de 13 niveles, área de la piscina y terraza exterior y un techo de metal. No demolerán la verja, las canchas, caseta del guardia, caseta de la ATH ni la entrada principal, especifica el Memorial Explicativo entregado para la aprobación de los trabajos.
Los residentes en un perímetro de 500 metros a la estructura deberán salir de sus hogares el día de la demolición. El desalojo comenzará a primeras horas de la mañana.
El municipio reunió a la comunidad para explicarle los pasos que deben seguir en preparación para ese momento. Personal de la empresa Alpha Demolition estuvo en la reunión el pasado martes.
Las familias que tengan algún integrante con problemas de movilidad deberán informarlo al personal del municipio para coordinar su desalojo, así como los que no tengan las facilidades para moverse fuera del perímetro indicado.
El lugar de espera designado, y en el que debe permanecer los residentes hasta que no reciban instrucciones para regresar a sus casas, es el parque de pelota de la comunidad. La proximidad a la playa requiere que en el tiempo acordado no haya bañistas en el perímetro, se informó.
El Alcalde informó que en la reunión con la comunidad acudió personal de la empresa contratada para la demolición y “quedamos complacidos con la presentación, que fue muy detallada y se contestaron las preguntas de los presentes”.
Explicó que orientaron a la comunidad y que como parte de la seguridad para la demolición establecerán un perímetro policial para controlar el paso, tanto en tierra como en el mar, por lo que la Guardia Costanera también es parte del proceso.
“Nosotros en el Municipio estamos colaborando en todo lo que se nos ha requerido, son nuestros vecinos y continuarán siéndolo”, indicó.
Informó que luego de la demolición, que tiene un costo que supera los $2 millones, la empresa contratada procederá a disponer de todos los escombros según las disposiciones reglamentarias y ambientales vigentes.
La información ofrecida a los residentes, explicaron varios de ellos a Es Noticia, es que las detonaciones serían durante un minuto y que la nube de polvo, supuestamente, deberá moverse sobre el mar, esto según la brisa. La nube de polvo duraría varios minutos, según les explicó la empresa encargada de la demolición.
La estructura arrojó positivo en asbesto y plomo, pero la AEELA aseguró que el mismo fue removido para garantizar la seguridad y obtener el visto bueno de las agencias para proceder con la demolición.
“Los reportes de laboratorio de asbesto y plomo dieron positivo, se solicita el permiso de demolición condicionado a que se someta la certificación final de no presencia de asbesto y plomo y la certificación final de los trabajos de mitigación según serán aprobados por el Departamento de Recursos Naturales”, reza el Memorial Explicativo del proyecto, documento entregado a la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe).
Mientras todo eso ocurre, el municipio y la AEELA enfrentan un litigio judicial relacionado al pago de arbitrios y contribuciones. El municipio dijo que la AEELA se resiste a cumplir con ese pago alegando que están exentos de pagar el impuesto.
El Alcalde de Guánica, luego de hacer la salvedad que fue la AEELA quien llevó el caso al tribunal ante la negativa de entregarle un documento que permite proceder con la implosión, explicó que es la AEELA la que se resiste a pagar.
Rodríguez Ramos fue más lejos y dijo que esta Asociación nunca ha pagado nada al municipio amparado en exenciones.
“Voy a dar la pelea”, dijo sobre el caso. Resaltó que Guánica es un pueblo de escasos recursos a los que ellos no han estado dispuesto a aportar. “Se que esto puede tener un costo político, pero es injusto a un pueblo pobre como este”, dijo.