Por Ana Delma Ramírez
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El deporte adaptado surge luego de la Segunda Guerra Mundial como una opción de rehabilitar a soldados que regresaban a sus hogares mutilados o incapacitados.
Las primeras experiencias datan de 1948 y 1952, en el marco de un centro de rehabilitación para lesiones de médula espinal, donde incorporaron los denominados juegos “de Stroke Mandeville”, una competición deportiva que sirvió de inspiración para los Juegos Paralímpicos cuya primera edición se presentó en Roma en 1960.
Roma tuvo 400 deportistas paralímpicos de 23 países y 8 deportes: Atletismo, Baloncesto en sillas de ruedas, Esgrima, Natación, Snooker, Tenis de Mesa y Tiro con Arco.
En Puerto Rico contamos con distinguidos atletas del deporte adaptado, cotidianamente se dedican a participar en eventos de fondismo.
El Maratón La Guadalupe, en Ponce, es una de las competencias que año tras año esperan dos atletas boricuas paralímpicos: Bernardino Ruíz Dávila.
Ruíz Dávila, mejor conocido como Benny, reside en Salinas, aunque nació en Guayama, es uno de los atletas de deporte adaptado de Atletismo en Silla de Ruedas.
Un trauma que le aconteció en 1980 provocó que le amputaran la pierna izquierda. Su amigo, ‘Toñito’ Rivera, le platicó sobre correr en sillas de ruedas y le tomó la palabra. En mayo de 1980 ya se encaminaba a correr su primer maratón en su natal Guayama.
Desde su residencia en el barrio Parcelas Vázquez, en Salinas, se desplaza para diferentes eventos de fondismo, uno de los más importantes para él, a la distancia de 42.195 kilómetros, es el “Orange Bowl en Miami”, en el cual ha competido en dos ocasiones.
Benny representó a Puerto Rico en los Panamericanos en Sillas de Ruedas, en Canadá, celebrados en 1984. Conquistó primeros lugares en el medio Maratón San Blas, en Coamo, en 1981. Varias veces ha corrido el Maratón La Guadalupe, en Ponce. En la edición del pasado diciembre – de 2023- conquistó el primer lugar de los varios participantes en sillas de rueda.
Tiene la estamina de correr casi todas las semanas y a veces dos eventos en un mismo día. Ha corrido en:
- 21k Guatibirí de Utuado
- 10k del Puente Teodoro Moscoso
- 10k Sureste de Patillas
- 10k Fin de Año de Isabela
- 10k de Añasco
- 10k de Cataño
- 21k Ché Márquez en Toa Baja
- 10k Llanero en Vega Baja
- 10k San Juan Bautista
- 10k en Jayuya
- 21k en Loíza
“Me motivan los retos, demostrar que querer es poder, y llevar un mensaje positivo a través de mi lema ‘Sin Miedo’, como le he llamado a mi silla de ruedas”, expresó Benny.
El dedicado atleta reconoce que al deporte adaptado no le brindan importancia ni el apoyo que merece, de manera que sirva de atractivo a más atletas de su condición.
Benny tiene cifradas sus esperanzas en volver a correr en el especial de Boston o Nueva York a la distancia de 42.195 kilómetros, así como en los eventos locales.
Necesita una silla de ruedas
Empero, sus esperanzas pudieran ser trastocadas ya que urge de una silla de ruedas nueva. La que utiliza se ha averiado requiriendo muchas soldaduras, su rodaje ya no es tan eficiente, describió.
“He acudido a las autoridades municipales de Salinas, al Representante de Distrito quienes solicitan documentos, evidencia de trayectoria deportiva y cotizaciones del equipo, que por cierto es costoso, pero todas las promesas han sido incumplidas” dijo Benny a Es Noticia con gran pesar pues añadió que en todas sus carreras representa a Salinas.
Benny no cuenta con apoyo gubernamental ni deportivo. Costea todos sus gastos y equipo. Las premiaciones para estos atletas están muy por debajo de los que conceden a maratonistas.
En el Maratón ponceño de la Guadalupe la premiación de los atletas en silla de ruedas fue hasta cierto punto discriminatorio.
El premio al que llegó en primer lugar en silla de ruedas fue de $500, informó la ganadora del primer lugar en silla de ruedas categoría femenina. Mientras, el atleta que llegó en primer lugar fue de $2,500 más un anillo.