Por Sandra Caquías Cruz
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PONCE – La presentación de los cambios que la administración de la esta Ciudad proyecta para la plaza pública y varias calles aledañas causó sin sabor y más dudas que respuestas entre los que llegaron al salón asamblea de la Legislatura Municipal donde el pasado sábado presentaron el proyecto.
Una veintena de personas utilizó el micrófono para expresar su rechazó a los cambios propuestos, mayor aun, a la idea de colocar una fuente de ‘chorritos’ en los que la gente, en especial los niños, se puedan bañar.
No, no y no, pareció ser el eco de sobre medio centenar de persona a que la propuesta incluyera los llamados “chorritos”, una propuesta que lleva tiempo en desarrollo por la firma de arquitectura ECo, contratada por el ayuntamiento para esa fase de diseño.
El principal asombro de arquitectos, ingenieros, comerciantes y los ponceños fue la falta de transparencia al no indicar que este proyecto se estaba gestando y de lo único que, en un momento se informó, fue que se rehabilitaría la plaza pública.
Más fue la crítica, cuando el propio arquitecto Edmundo Colón Izquierdo, de la firma de arquitectura ECo que presentó el proyecto, reconoció que no visitó el archivo Históricos de Ponce, el cual tiene documentada la historia de la plaza pública desde 1890.
La directora del Archivo Histórico de Ponce, Gladys Tormes, le recordó que su oficina nunca ha estado cerrada y que tienen planos y documentos, hasta con el costo de los postes y farolas que ubican en la plaza pública.
Tormes fue más lejos y le explicó que el río subterráneo que atraviesa el centro urbano de Ponce y que pasa a un costado de la plaza pública, fue el causante de la inundación en el estacionamiento soterrado del parque urbano Dora Colón Clavell que causó el que varios autos del municipio quedaran bajo agua porque cuando se desarrolló el lugar no se tomó en consideración ese flujo de agua.
Tampoco faltó el ingeniero que se levantó y presentó su objeción a que se removieran los postes coloniales, que datan de 1916, porque tienen plomo.
Varios de los deponentes coincidieron en que ese plomo se puede tratar y no hay que decomisar o echar a perder unos postes que tiene sobre 100 años de historia.
El dinero para este proyecto saldría de $22 millones de los fondos CDBG-DR destinados a los centros urbanos y que en el caso de Ponce incluirían: la plaza pública y seis calles en su entorno, el Teatro La Perla y el Paseo Atocha.
En la presentación, que el municipio denominó conversatorio, no se informó cuánto la administración municipal ha pagado a ECo por desarrollar lo que presentó el pasado sábado y que los propios arquitectos admitieron que esa etapa estaba al 100% terminada.
Las objeciones a lo presentado por la firma ECo no frenaron la mañana del sábado, aunque en lo que sí pareció haber consenso es en que la plaza pública necesita ser remozada sin que elimine o pierda lo colonial.
La alcaldesa interina Marlese Sifre dijo que «nada estaba escrito en piedra» y aceptó que se organice un comité, incluyendo arquitectos, ingenieros y defensores del patrimonio ponceño, en busca de una propuesta que sea aceptada en consenso.
La propuesta presentada incluye reducir el nivel de altura de la plaza y elevar el de la calle, aunque en el tema para explicarlo abundó el tecnicismo. El agua de escorrentías se deslizaría hacia la plaza donde caería en un sistema de drenaje y no correría a los comercios de la otra acera, para lo que sería necesario un leve declive.
Otro aspecto que se planteó fue el que la Iglesia Católica es dueña de un predio grande de las tierras que ocupa la plaza pública y que incluso el municipio le paga a la Iglesia por el espacio que ocupa el antiquísimo Parque de Bomberos, por lo que será necesario contar con el aval de la Diócesis para cualquier desarrollo.
La forestación también fue un tema controversial. Los desarrolladores del diseño aseguran que solo eliminarían tres árboles y que plantarían, como mitigación, unos 40 árboles. Un tema que defensores de los árboles tomaron con suspicacia.
El arquitecto de ECo indicó que al tratarse de la presentación de una propuesta no han dado los pasos a la solicitud de permiso para realizar cualquier trabajo.
Tampoco hay permiso del Instituto de Cultura Puertorriqueña ni arqueólogos, esto porque donde hoy está la plaza pública hubo un cementerio. Incluso no faltó el deponente que recordara que ahí están los restos de Juana Díaz, la mujer que dio nombre al vecino pueblo.
También hubo reclamó de que los visitantes a la plaza pública, muchos de ellos turistas, tienen que acudir a locales cercanos que les permitan usar los baños porque la plaza no cuenta con baños públicos. Igual se planteó que el extremo norte de la plaza pública fue utilizado por Pedro Albizu Campos para ofrecer muchos de sus discursos y nada en la plaza pública destaca esos momentos.
Mientras, la escultura de Luis Muñoz Rivera sería remozada en busca de reducir la base que cada vez que le hacen algunas mejoras la suben. La escultura de la figura de Domingo Cruz, ‘Cocolía’, músico sucesor de Juan Morell Campos, sería reubicada en la plaza. No obstante, también se recordó que Domingo Cruz tiene una plaza en Ponce que lleva su nombre.
La propuesta incluye colocar bancos de paneles de cemento. Hubo un arquitecto de Ponce que reclamó el que deberían utilizar bancos que recuerden o tengan algún detalle de la época colonial.
La propuesta también incluye siembra de árboles en lo que hoy son estacionamientos al lado de aceras y que dividirían espacios entre vehículos, pero cuando se levantaron objeciones al grave problema que genera la falta de estacionamiento en el centro de Ponce, la respuesta fue que para esa redistribución de estacionamientos tomaron en consideración las entradas y salidas a las estructuras. No se especificó los lugares donde plantearían esos árboles.
La Alcaldesa interina quedó en hacer pública la presentación y otros documentos entorno a la propuesta. El pueblo tiene hasta el lunes 4 de marzo para hacer llegar al municipio sus ponencia en torno al proyecto.
«Esto no está escrito en piedra, cualquier cambio que se necesite adaptar, enmendar o corregir, lo hacemos», dijo la Alcaldesa, quien destacó que lleva tres meses al frente del municipio y eso fue ordenado mucho antes.
El ponceño Rafael González dijo que la propuesta presentada: «me avergüenza». En palabras similares se expresaron otros que tomaron el micrófono para dejar grabada su objeción. «Digno es que nos respeten nuestra historia, cultura e identidad», subrayó González.
Mientras, Maruja Candal, líder cultural y defensora de Ponce, dijo: «me opongo al diseño que hay para remodelar, quisiera restauración». Candal preguntó por los estudios necesarios para ese proyecto y le contestaron que no los tenían.
«No es una restauración sino una remodelación y va afectar la esencia misma y la historia que esta plaza encierra, queremos restauración no remodelación, pues esta propuesta atrasa la economía de la Ciudad. El diseño compite y remueve material histórico», planteó.
Catalogó la misma propuesta como una «improvisación de mal gusto» que no honra el estilo neoclásico elegante, Art Deco y Art Nouveau de la arquitectura ponceña y los edificio aledaños.