Por Ana Delma Ramírez
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El presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol, César Trabanco, expresó su pesar por la ausencia de equipos de voleibol superior en Ponce, tanto femeninos como masculinos.
Trabanco, quien participó de un acto ceremonial de entrega de sortijas a jugadores que ganaron el campeonato del voleibol superior masculino en 1994, dijo que son remotas las posibilidades de contar con esos equipos.
“Hay que meter mucho dinero. Mientras no exista la voluntad de hacer esa inversión y que los municipios ayuden, habrá pueblos, y Ponce es uno, que no tendrán equipos. Se intentó aquí varias veces con equipo femenino, pero no dio resultado” dijo a Es Noticia.
Varios deportistas que asistieron al acto organizado y bajo la iniciativa del ex banquero Felipe Ralat, sugirieron que quienes tienen las franquicias del baloncesto superior y el béisbol profesional y que cuentan con el pleno apoyo del gobierno municipal deberían también adquirir equipos de voleibol superior.
Luego de 31 años, en una época que no se acostumbraba la entrega de sortijas de campeonatos, Ralat y sus colaboradores reconocieron el legado del campeonato de voleibol superior de 1994, donde militaban siete voleibolistas ponceños, todos como describió Andy Montalvo: “Verdaderos trabucos”.
Durante la actividad, celebrada el pasado domingo primero de junio, justo la fecha que era aniversario de ese logro, varios integrantes de ese equipo contaron anécdotas de ese momento, desde la clasificación hasta la definición del último juego en el que triunfaron Los Leones de Ponce, con su apoderado de entonces, César Trabanco, el entrenador era Enrique Olazagasti y Renato González era el asistente.
Los jugadores:
Francisco Pomar, Felipe Ralat hijo, Enrique “Papolito” López, Radamés Jordán, Raúl “Cano” Robles, Mario Fraticelli, Carlos Ortiz, Tomás Gutiérrez hijo, Héctor “Popeye” Pérez, José Luis Estrada, Jorge Ralat, Francisco Cátala y Osvaldo Rodríguez.
De este grupo de voleibolistas, Trabanco dijo que, el 90% son profesionales y sus descendientes se han dedicado a seguir sus pasos en el deporte de voleibol.
El ex jugador Popeye, así como el Cano Robles, agradecieron el reconocimiento, mencionaron la unidad que permeaba en el equipo, la hermandad, lo privilegiado que fueron en vivir “esa noche mágica” que les dio el campeonato.
