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Indignación por condiciones en “Alligator Alcatraz”: el centro de detención de inmigrantes en los Everglades

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Por Redacción Es Noticia
redaccion@esnoticiapr.com

El nuevo centro de detención de inmigrantes conocido como “Alligator Alcatraz”, inaugurado esta semana por el presidente Donald Trump en los pantanos de Florida, ha generado una ola de preocupación entre expertos, legisladores y organizaciones de derechos humanos por las condiciones extremas y el aislamiento del lugar.

Construido en solo ocho días sobre el antiguo Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, el campamento está rodeado por humedales infestados de caimanes, pitones y mosquitos transmisores de enfermedades. Las instalaciones, que consisten en tiendas de campaña, literas y jaulas de alambre, ya se han inundado una vez, y apenas ofrecen protección ante fenómenos climáticos extremos frecuentes en la zona.

Aislamiento, riesgo climático y cuestionamientos legales

La instalación fue diseñada para albergar hasta 5,000 personas, pero su ubicación remota, en una zona de alto riesgo de huracanes, y su construcción con materiales temporales han generado duras críticas.

“Es un ecosistema ambientalmente frágil y una ubicación peligrosa para cualquier centro habitacional, más aún para personas detenidas sin acceso regular a abogados o familiares”, alertó Renata Bozzetto, subdirectora de la Coalición de Inmigrantes de Florida, en declaraciones al Washington Post.

El director de Gestión de Emergencias del estado, Kevin Guthrie, defendió que las estructuras pueden soportar vientos de hasta 177 km/h, aunque expertos recuerdan que huracanes como el Milton en 2024 alcanzaron velocidades de 290 km/h.

El profesor emérito Durland Fish, de Yale, advirtió que los mosquitos en la zona pueden transmitir encefalitis y otras enfermedades graves: “El riesgo para la salud es significativo. Estas condiciones no son aceptables para un centro de detención humano”.

Legisladores excluidos y preocupaciones por transparencia

La representante estatal Anna Eskamani denunció que recibió decenas de picaduras de mosquito a pesar de usar malla protectora. Ella, junto a otros cuatro legisladores demócratas, fue impedida de ingresar al lugar el pasado jueves, a pesar de que la ley de Florida les autoriza visitas no anunciadas para fiscalizar instalaciones estatales.

“Esto nunca había pasado. Es un abuso de poder y un intento de encubrir posibles violaciones a los derechos humanos”, reclamó el senador estatal Shevrin Jones, quien también fue excluido.

Trump y DeSantis celebran el proyecto

El presidente Donald Trump y el gobernador Ron DeSantis participaron de la ceremonia inaugural del centro, destacando la instalación como símbolo del “compromiso de Florida con el cumplimiento de la ley migratoria”.

“Alligator Alcatraz es completamente autónomo”, declaró un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional. El costo operativo asciende a $450 millones anuales, y el gasto por detenido supera los $245 diarios, en estructuras similares a las usadas por FEMA tras desastres naturales.

El Partido Republicano de Florida ha abrazado el proyecto e incluso lanzó merchandising promocional del campamento. El fiscal general del estado, James Uthmeier, comentó en tono desafiante: “Si alguien escapa, lo espera un pantano lleno de caimanes”.

Condiciones deshumanizantes y protestas crecientes

El primer grupo de detenidos ya fue trasladado al campamento, según confirmó la División de Manejo de Emergencias de Florida. No se han revelado datos sobre su nacionalidad ni estado legal.

Mientras tanto, organismos de derechos humanos y defensores de los inmigrantes han calificado el sitio como “un campo de internamiento inhumano”, alertando sobre condiciones de aislamiento, clima extremo, insalubridad y falta de acceso a representación legal.

La polémica instalación se convierte ahora en epicentro del debate sobre política migratoria en EE.UU., mientras abogados, activistas y legisladores piden mayor supervisión, acceso y transparencia.

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