Por Sandra Caquías Cruz
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PONCE – El geomorfólogo José Molinelli Freyres urgió al Gobierno a ser responsable en la recomendación de que los niños regresen a las escuelas y evitar que el País tenga que enfrentar un dantesco escenario porque no se tomaron medidas ante la cantidad de planteles que son inseguros en caso de un terremoto.
“Ahora vimos como colapsó una escuela que estaba siendo usada, que representaba ese riesgo, y ahora resulta que hay que abrir las escuelas para meter a nuestros niños sabiendo que muchas de ellas, si ocurre un terremoto mayor, pueden colapsar, y tener que enfrentarnos a un escenario que yo ni me atrevo a decirlo”, expresó el experto.
“Aquí pudo haber habido mucha sangre y lágrimas en este País si en lugar de haber un evento, de 6.4, allá en el mar, en Guánica, hubiese sido un 7.3 o mayor afectado la región este, norte, oeste, sureste de Puerto Rico. Y hubiésemos tenido muchas lágrimas sabiendo lo que pudimos haber hecho y no lo hicimos”, advirtió durante el programa ‘Dialogando con Benny’.
Recordó que con el terremoto que hubo en Managua, a finales de la década de 1980, los ingenieros estructurales se percataron que las llamadas ‘columnas cortas’, las que predominan en los planteles en Puerto Rico, se quebraban y colapsaban como ocurrió en Nicaragua, esto porque tienen un problema en el diseño.
“Todas las escuelas que se construyeron en Puerto Rico antes de 1987, tienen un código que es deficiente con respecto a los estándares de ahora, y representan un peligro significativo en caso de un terremoto fuerte, un terremoto mayor de 7 que la impacte, y que esté cerca del área del epicentro. Así que, si en Puerto Rico van a contestar la pregunta, ¿por dónde -en términos de urgencia- comenzar? uno debería comenzar viendo si la escuela se construyó antes de 1987 o no”, señaló.
Explicó que las escuelas que se construyeron antes del 1987, puede, pero no necesariamente ser así, tener “problemas significativos” con la ‘columna corta’ en caso de ocurrir un terremoto fuerte.
“Este 6.4 que hubo, fue un sismo significativo local, pero aquí ha habido sismos mucho más fuerte, 7.3 y hasta 8 al norte, en la trinchera, o sea que aquí puede haber un sismo más fuerte que afecte otras áreas en Puerto Rico, que no son las áreas que están experimentando esta actividad sísmica, pero eso no es porque haya ocurrido estos sismos, eso ha sido así siempre: esas escuelas han estado ahí y son vulnerables a terremotos”, reiteró antes de destacar que no es el único experto que lo ha advertido y los gobiernos los han ignorado.
Explicó que la columna corta se observa cuando se camina por el pasillo de la escuela y entre cada puerta del salón hay una pared que arriba tiene una línea (fila superior) de ventanas pequeñas y entre ellas hay una ‘columna’ que separa el techo de la parte de la parte de abajo.
Esa pared de ‘columna corta’ puede colapsar junto con la parte externa (pasillo) en las puertas de entrada, si las columnas se quiebran. “Eso se sabe desde hace década, se ha señalado desde hace décadas sin embargo no se le ha dado prioridad”, dijo.
Insistió en que hay escuelas que “puede que no haya sufrido daños (con este sismo que tuvo epicentro en el área de Guánica y no cerca de donde están ubicada), pero que no resista un terremoto fuerte, si ocurre”.
“La probabilidad del (terremoto de) 6.4 era baja y ocurrió. (Ahora) tenemos el evento de incertidumbre de que vamos a mandar a nuestros niños a escuelas que, aunque no sufrieron daños porque están lejos del área donde está ocurriendo los sismos, aun así, sabiendo que no aguantan terremoto, los vamos a mandar a las escuelas”, criticó.
La vulnerabilidad de una escuela no es solo de la estructura, según mencionó, puede ser deslizamientos, emanaciones de gases, tsunamis, entre otros factores.
“Yo voy a hacer un reclamo a este gobierno con respecto a que nos digan ¿cuántas escuelas son de ‘columna corta’ y no aguantarían un terremoto de diseño?”, preguntó.
Señaló que funcionarios de gobierno y personas contratadas por el Gobierno han dado información de lo que están haciendo, pero no hablan claro al pueblo y presentan datos concretos. Informó que en la data que ha trascendido se habla de:
– 857 escuelas que se están usando
– 225 escuelas abren esta semana
– 140 aptas parcialmente
“Lo que no nos han dicho, que es fundamental, es “¿cuántas escuelas hay en Puerto Rico, que si ocurre un terremoto fuerte pueden colapsar y eso es lo que el pueblo quiere saber y eso es lo que no se le ha dicho?”, preguntó.
“Nunca el País entiende donde es que no sabemos dónde estamos para’o; porque no hay trasparencia. Entonces, ¿cómo uno va a mandar tranquilo, al hijo a una escuela, que si ocurre un terremoto fuerte uno sabe que eso no aguanta?”
“No quiero hablar del escenario que eso significa. Es que se me paran los pelos, de la indignación, del dolor y angustia que produciría eso en este país. Así que el País necesita saber cuántas escuelas no son sismorresistentes”, insistió.
“En este momento abrir las escuelas, sabiendo que pueden colapsar en un momento de un terremoto fuerte, es una cosa bien seria”, dijo antes de insistir en que se enumeren las escuelas que colapsarían en caso de un terremoto fuerte.
“No ocultemos información crítica a la población… esto no es un momento de ocultar información seria. La información que me llega, me alarma”, dijo.
Las instrucciones del Gobierno, según dijo, están dirigidas a “sobrevivir en un edificio que se le va a caer encima” y que los ingenieros estructurales saben cómo reforzar algunas de esas escuelas que son vulnerables a un sismo.