Por Redacción Es Noticia
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Sobre la mesa de comedor, con una mascarilla que le cubría el área de la boca, guantes desechables y varios frascos de desinfectante para evadir la pandemia de coronavirus, el matrimonio Román Ramos, del barrio Susúa Baja, en Guánica, firmó su anhelado título de propiedad.
Personal del Departamento de la Vivienda llegó a la vivienda para que los residentes firmaran los documentos y con ellos poner fin a la espera de un título de propiedad que los convierte en dueño de ese lugar, enclavado en uno de los municipios más afectados por el terremoto del pasado 7 de enero y cuyas tierras no hna cesado de temblar.
La familia Román Ramos llevaba décadas ocupando ese hogar y desde 1985 anhelaban que le entregaran el título de propiedad.
Pastor Román Rodríguez y su esposa Julia Ramos Orengo llegaron a Susúa Baja durante la década del 1970 para establecer su hogar.
Román Rodríguez es albañil, así como amante y seguidor del béisbol, un deporte que practica desde su juventud. Mientras Ramos Orengo es costurera.
A pesar de contar con muy limitados ingresos, esta familia inició la construcción de lo que sería su hogar en la parcela 470 de Susúa Baja, donde criaron a sus dos hijas, Militza y Maritza Román.
«Reconocemos que son muchas las familias que aún esperan por este acto de justicia y en la agencia permanecemos trabajando para que muchas familias más puedan cumplir este sueño. Agradecemos a don Pastor y doña Julia por la oportunidad que nos dan de compartir este momento tan especial con ellos”, expresó el secretario de la Vivienda, Luis Fernández Trinchet.