Por Sara R. Marrero Cabán
GUÁNICA – Una vez terminado el pleito judicial sobre quién ocuparía la poltrona municipal, el pueblo enfrenta un cuatrienio lleno de retos.
En primer lugar, la falta de recursos económicos aqueja seriamente las operaciones administrativas. Conforme al boletín del Centro de Información Censal (CIC) -preparado por el recinto de Cayey de la Universidad de Puerto Rico (UPR)- esta realidad no ha variado por siete años, ya que Guánica fue el municipio más pobre de la isla y de los territorios de Estados Unidos entre el 2013 al 2017.
Al presente, el municipio opera con un déficit acumulado de $6.3 millones, una cifra similar al presupuesto del presente año fiscal, pero del que apenas queda dinero.
La Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) reportó que -durante el año fiscal 2020-2021- el presupuesto aprobado era de $6,409,273. Mientras, el total de la nómina era de $2,539,560, por lo que destinaron el 40% del presupuesto para el pago a sus empleados.
La OGP recopiló los datos del documento presupuestario radicado por los municipios cada año fiscal. Advirtió, además, que las cantidades son estimadas en documentos, por lo que esas cifras, en la realidad fiscal del ayuntamiento, pudiera ser distinta.
Las decisiones de gastos contrastan con la realidad de Guánica. Llama la atención el que en un municipio con un presupuesto aprobado de $6.4 millones para todo un año el Departamento de Educación decida otorgar un contrato de $1.3 millones, lo que representa 1/5 parte del presupuesto, para utilizar un hotel como escuela y al final tuvo que cancelarlo. Los estudiantes de Guánica siguen sin escuelas.
Los escollos -que dejan más interrogantes que respuestas- son evidentes en los planes de desarrollo económico del alcalde Ismael Rodríguez Ramos.
Un proyecto -preliminar- que el alcalde visualiza es invertir la totalidad de la asignación de $6.2 millones del Programa de Revitalización de la Ciudad (Programa City-Rev) del Departamento de la Vivienda, dinero que recién le fue asignado, para rehabilitar El Malecón.
Pero el alcalde no detalló en qué consistirá la rehabilitación de El Malecón más allá de especificar que se establecerán baños accesibles y que la zona amerita una “remodelación completa”.
“Lo que queremos es que se integre con los comerciantes, de que tengamos alternativas de que ellos vean con buenos ojos la remodelación, que nos den sus ideas, para que ese Malecón de Guánica sea el motor del eje económico de nuestro pueblo guaniqueño. Esa es la pieza principal para mover la economía en nuestro pueblo guaniqueño”, expresó.
Por otra parte, el municipio planifica poner a disposición propiedades abandonadas para que los comerciantes las rehabiliten y ocupen. No obstante, el municipio no dará ayudas económicas para los negociantes.
El Alcalde explicó que identificaron seis espacios abandonados que son propiedad municipal. Hay comerciantes que están en conversaciones con el ayuntamiento para habilitar dos de ellos, ambos localizados en el poblado de Ensenada.
“Nosotros, como municipio, no tenemos el dinero para poner en orden esas facilidades. Ellos (los comerciantes) están dispuestos a ponerlas en orden y crear empleo y crear movimiento económico. Y eso es lo que queremos hacer en nuestro pueblo para que se comience a ver ese despunte económico que tanto necesitamos”, aseguró.
Alternativas para clases
Otro reto que enfrenta Guánica es la destrucción de escuelas. El terremoto y los continuos sismos del 2020 golpearon duro el municipio y dejaron al pueblo sin planteles aptos para albergar estudiantes.
Como opción para Guánica, al igual que para Guayanilla y Peñuelas, el Departamento de Educación presentó tres alternativas para salón presencial: módulos provisionales, pabellones modulares o carpas.
La opción más inmediata -y que fue subastada- son los módulos provisionales. Estos servirán como aula temporera, por lo que su instalación no dilatará.
“Las escuelas vagones que se tardan un año y medio en su construcción e implementación allí en el solar es lo que no es viable. Esa escuela vagón que sería una escuela que dejó la pasada administración para que se construyera en un año y medio y va a ocasionar que permanezca en los próximos 10 años allí. O sea, lo que dice nuestro honorable gobernador es que no es aceptable dejarle como herencia a Guánica a Peñuelas y a Guayanilla una escuela permanente vagón”, explicó el subsecretario de Educación, Héctor Joaquín Sánchez Álvarez.
Los fondos para la instalación de una de estas tres opciones provienen de la asignación de $46 millones a la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI) en el 2020.
A tono con el plan del gobernador Pedro Pierluisi -quien impulsó la agilidad del regreso a las clases presenciales-, estas opciones no serán escuelas permanentes, por lo que se estima que su instalación estará lista para el comienzo del semestre académico 2020-2021 en agosto.
En Guánica, los módulos reubicarán a alumnos matriculados en las escuelas Aurea Quiles y Agripina Seda.
Aún se concretan los pormenores de las instalaciones, como cuántos módulos se requieren y de qué tamaño. Esto también dependerá en los protocolos de distanciamiento físico entre estudiantes establecido por el Departamento de Salud (DS).
“Ya eso lo están trabajando ellos allá. Nos indicaron que la subasta está aprobada ya, pero no nos indicaron la cantidad de dinero”, expresó Rodríguez Ramos.
Por su parte, el alcalde solicitó que se considerara como segunda opción reforzar las columnas cortas de cuatro escuelas: Elsa E. Cuoto Annoni, Luis Muñoz Rivera, María Luisa McDougall y Magueyes II. La propuesta del alcalde requerirá tener a la mano entre $3 a $4 millones para aplicar los trabajos de refuerzos necesarios.
De contar con los fondos-los cuales tendrían que pasar por el visto bueno de la Junta de Control Fiscal-Rodríguez Ramos prevé que los edificios estarían listos para el comienzo del año escolar 2021-2022 en agosto. Cuánto se aplazará la aprobación es lo más que le preocupa al alcalde, especificó.
Conforme a las evaluaciones de ingenieros estructurales contratados por Educación, la Escuela María Luisa McDougall es la única parcialmente apta. Mientras, las restantes tres no están aptas.
“Son bienvenidas las ideas. Nosotros estamos instituyendo a los honorables alcaldes a que nos enfoquemos en estas escuelas modulares y no reforzar una estructura que pueda causar daño en el futuro”, comentó Sánchez Álvarez, al también mencionar que la agencia planifica un proyecto de estudio de columnas cortas en mayo.
“Necesitamos agilizar este proceso. Ya ha pasado más de un año, un año y medio, y aquí no ha pasado nada. El llamado que nosotros estamos haciendo es que nos agilicen ese proceso y los fondos están. Si hubo $1.3 millones para un hotel que no se utilizó aquí en nuestro pueblo de Guánica debe haber dinero para arreglar nuestras escuelas”, subrayó.
Proyecto sin resolver
Otro aspecto que queda en la incógnita es la demolición de la empresa de neumáticos que se consumió en llamas en noviembre de 2019.
La Compañía de Fomento Industrial de Puerto Rico (PRIDCO, en inglés) informó a Rodríguez Ramos que efectuó la subasta en el 2021. Más aún, esa es la única información que posee el alcalde.
Rodríguez Ramos desconoce dónde se depositarán los escombros, cuál es la compañía adjudicada en la subasta, cuánto incurrirá la obra y cuándo se llevará a cabo.
La estructura, de unos 113,000 pies cuadrados, es propiedad de la Compañía de Comercio y Exportación, es alquilado a la empresa Eco Green y ubica en la entrada del pueblo. Nunca se determinó lo que provocó el incendio, el cual requirió horas interminables para extinguir.
“Nos hace un daño ambiental y estamos pidiendo un informe sobre eso de la Junta de Calidad Ambiental. Yo creo que la empresa que está operando esa área debe tener unas responsabilidades sobre eso”, puntualizó Rodríguez Ramos.
