Por Sara R. Marrero Cabán
GUAYAMA – Como atleta y profesional, la guayamesa Betsmara Cruz Lebrón ha viajado el mundo.
Desempeñándose como nadadora, arrasó preseas en Colombia y Puerto Rico en los Juegos Centroamericanos y del Caribe del 2006 y 2010, respectivamente. Actualmente, es subjefa de admisión para Juegos Olímpicos de Tokio y vicepresidenta de la Federación Puertorriqueña de Natación desde octubre de 2020.
Pero para Cruz Lebrón, el mejor oficio y el más retante que ha ocupado es ser mamá de su hijo de 10 meses.
“Soy la mamá de Adrián Erasmo y es el rol más difícil, pero más divertido y gratificante que tengo ahora mismo”, aseguró entre carcajadas. Y, esto se debe a su concienciación de implementar los valores en la crianza para asegurar que su hijo sea “un hombre de bien”.
“Uno siempre está consciente de que va a criar a un ser humano racional, a un ser humano con un sentimiento de empatía ante los demás, de respeto y, a la misma vez, que cuando crezca quiera aportar algo positivo a nuestro país, que es lo más importante especialmente en estos momentos tan duros que vivimos. Siendo madre de un hombre me da una carga encima que eso no se me va a ir hasta que me muera, que sea un hombre de bien y un hombre de bien para la sociedad, un hombre productivo y, sobre todo, saludable. Estos primeros años de vida que son niños y que son tan sensibles y tan indefensos, verdaderamente uno es quien carga con esa vida y el desarrollo. Eso es lo que encuentro que sea lo más retante en esta vida”, dijo.
Enfrentar este nuevo rol no ha detenido a Cruz Lebrón. Sin embargo, continúa destacándose en el ámbito profesional y deportivo. Es una de cuatro puertorriqueños que ocupa una posición en la Comisión de Desarrollo Social del Comité Olímpico Internacional.
“Solamente cuatro puertorriqueños han podido ser miembros de comisiones del Comité Olímpico Internacional, entre ellos Sara Rosario, el compañero Carlos Santiago y el reconocido banquero Richard Carrión”, indicó la joven madre, quien espera los resultados de su reválida de su Juris Doctor en la Escuela de Derecho Pontificia Universidad Católica.
“El rol que yo tengo es demostrarle a mi hijo que, aunque yo sea madre y me ocupe de él, también me puedo desarrollar, tanto académicamente y profesionalmente. Yo creo que eso lo va a ayudar a él a desarrollar lo que es la mujer en la sociedad. A pesar de que tiene un rol innato, biológico que nos asignan de ser mamá, que también nosotros somos capaces de balancear y ser profesionales y ser productivas para la clase trabajadora del país”, manifestó.