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Advierten posibilidad de otro temblor fuerte

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Por Miguel Díaz Román

redaccion@esnoticiapr.com

 

A pesar de los pronósticos que vislumbran una reducción en la actividad sísmica y de que se ha percibido una merma en la magnitud de los sismos que continúan ocurriendo en el suroeste, aún existe la posibilidad de que la Isla sea sacudida por un sismo fuerte, advirtió la geóloga Christa Von Hillerbrandt, quien dirigió la Red Sísmica de Puerto Rico entre 1990 y el 2010.

“Nunca podemos saber cuando va ocurrir un evento mayor y por eso tenemos que estar siempre pendiente. Por eso está el Centro de Alerta de Tsunamis en el Pacífico, en Hawai, trabajando 24 horas al día, y los muchachos de la Red Sísmica y en el Servicio Geólogico, hay gente trabajando 24 horas al día y monitoriando y reportando. Porque no se puede predecir cuando va a ocurrir un temblor y lo único que podemos hacer es estar pendiente con información certera, listos para responder a los diferentes escenarios que se pueden presentar”, sostuvo Hillerbrand durante una entrevista en una estación de radio.

Aún padeciendo los estragos del huracán María, la Isla fue nuevamente atacada por la fuerza de la naturaleza a partir del 28 de diciembre del pasado año, que fue el inicio de una secuela de sismos y desde entonces se han registrado más de 1,500 temblores.

El 7 de enero se registró un temblor de magnitud 6.4, el más potente registrado en Puerto Rico por más de un siglo.

El sábado 11 de enero se registró otro temblor de magnitud 5.9 y el pasado miércoles 15 de enero se sintió otro sismo de magnitud 5.2.

El Servicio Geológico de los Estados Unidos (SGEU) ha elaborado tres escenarios de lo que podría ocurrir desde hoy, 17 de enero, hasta el próximo 17 de febrero.

De acuerdo con el SGEU, solo uno de estos escenarios puede ocurrir en el área aledaña a la zona donde se están registrando las réplicas actualmente.

El primer escenario, catalogado como el más probable, indica que existe un 79 % de probabilidad de que durante los próximos 30 días continúen disminuyendo las réplicas y su frecuencia y que no ocurran más terremotos similares al de 6.4 que ocurrió el 7 de enero.

Esto implica que puede ocurrir un sismo de magnitud 6.0 o menos. Algunas de estas réplicas de magnitud moderada o de magnitude 5.0, podrían causar daños en estructuras débiles.

Los temblores de magnitud menor, magnitud 3.0, pueden ocurrir a poca profundidad llana y serán percibidos por las personas que estén cerca del epicentro.

El segundo escenario es el menos probable y establece un 18 % de probabilidad de que en los próximos 30 días ocurra un terremoto de la misma magnitud que el de 6.4.

Esto se conoce como un “doblete”, cuando dos sismos fuertes de similar magnitud ocurren en tiempo y lugar muy cercano. Este sismo pudiese causar daños adicionales en la misma región y aumentaría la cantidad de réplicas.

El tercer escenario es poco probable y establece un 3 % de probabilidad de que en los próximos 30 días ocurra un sismo mucho más fuerte que el de magnitud 6.4 ocurrido el 7 de enero.

Es decir, de magnitud de 7.0 o más. Aunque la probabilidad es poca, si este tipo de sismo ocurriera tendría efectos severos en la región. Un sismo de este tamaño también provocaría su propia secuencia de réplicas, y la frecuencia de sismos pequeños y moderados aumentarían nuevamente.

El SEGU advierte que los temblores continuarán posiblemente por días, meses, o hasta por años y no es muy probable que las réplicas dejen de ocurrir durante el próximo mes.