Por Sandra Caquías Cruz
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PONCE – Una mujer de 85 años que se encontraba postrada en cama en un centro de cuido de adultos mayores falleció el domingo pasado debido a complicaciones con el coronavirus, informó uno de los hijos de la fémina.
Ese es uno de dos casos de personas con coronavirus que han muerto en el centro y el cual tiene 13 empleados positivos al COVID, según se supo.
El nombre del centro, donde trabajan unas 30 personas, se solicitó no fuera revelado en este momento en lo que atienden la situación.
El programa de rastreo del municipio de Ponce comenzó a entrevistar hoy -martes- familiares de los afectados y a entablar una comunicación con el Departamento de Salud para que atienda el problema.
El temor es que en ese brote hayan decenas de personas infectadas. La pregunta que nadie contestó: ¿Dónde ubicarán los adultos mayores que han dado positivo al COVID?
El hijo, quien solicitó que no se divulgara su nombre en este momento, destacó que a su mamá le hicieron la prueba molecular y resultó positivo y que no descartaba que un empleado del lugar fuera el que se la transmitió porque su mamá no se levantaba de la cama.
«Un empleado mató a mi mamá y nosotros no podíamos verla», expresó con coraje porque no veía a su mamá desde septiembre cuando ella cumplió años y a la distancia se la enseñaron a los hijos que deseaban verla.
Explicó que el médico llamó a la familia el domingo para explicarle que su mamá no podía respirar y que debido al coronavirus su salud se estaba complicando.
La mujer fue mantenida en ese hogar hasta que murió a las 7:15 pm. El centro está en un sector rural de Ponce y es el hogar de alrededor de medio centenar de adultos mayores.
La epidemióloga del municipio Karla M. López De Victoria informó que hoy -martes- se enteró de la situación y trabajaban con la misma. «Estamos haciendo una evaluación de riesgo», dijo antes de mencionar que los familiares de los empleados también son entrevistados.
Explicó que a los internos en este hogar le hicieron la prueba hace un tiempo, pero los resultados, algunos positivos, tardaron demasiado en llegar. Mientras, la enfermedad seguía diseminándose.
Indicó que el programa de rastreo no tiene control sobre las égidas y que lo hace directamente el Departamento de Salud.