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Análisis: Wanda Vázquez en la encrucijada

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Por Miguel Díaz Román

redaccion@esnoticiapr.com

 

Luego de anunciar su candidatura a la gobernación, Wanda Vázquez Garced enfrentará una prueba de fuego cuyo desenlace en gran medida definirá su capital político real en Puerto Rico  y es que en los próximos seis meses y antes de que se celebren las primarias, deberá cautivar a los electores y al liderato del Partido Nuevo Progresista (PNP) para rebasar a su contrincante, el experimentado Pedro Pierluisi.

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En realidad el escenario no se vislumbra muy engorroso para Vázquez Garced pues Pierluisi es un político sin carisma, apagado y aburrido, que pese a su locuacidad y destreza como espadachín en el debate político, no es esa figura que calienta los ánimos de los electores hasta alcanzar la empatía.

Pierluisi ya perdió en primarias contra Ricardo Rosselló, un personaje con un gran déficit de recursos políticos para atraer electores y que sin duda debe su victoria a su arrojo juvenil y a la inevitable asociación que los electores del PNP debieron hacer con el formidable personaje político que fue su padre, el ex gobernador Pedro Rosselló.

De manera, que todas las herramientas de político experimentado que fue acumulando Pierluisi durante su desempeño como servidor público en algunas de las principales posiciones del gobierno de Puerto Rico, le fueron inefectivas para enfrentar al chongo de Rosselló. No fueron pocos los miembros del PNP que sufrieron terribles cargos de culpa por no votar en la primaria a favor de Pierluisi,  cuando aconteció la ignominiosa renuncia del gobernador el pasado verano.

Era de esperarse que esos arrepentimientos ocurrieran, pues desde la perspectiva que concede el tiempo se pueden aquilatar mejor las virtudes y defectos de los personajes políticos.

Esa capacidad para reconocer el calibre real de un candidato puede verse obnubilada en el presente por el fragor del momento político o quizás  por el efecto soporífero de los temas musicales de campaña y de los anuncios. Quizás porque la mera novedad de los actores políticos nos conduce a valorar lo conocido como anticuado, lo anticuado como deslucido, y lo deslucido como obsoleto.

Quizás también porque la voluntad caprichosa de los electores atribuya a determinados candidatos, cualidades y talentos que no surgen de sus actos, sino que son el resultado de una construcción que se ha ido fabricando a fuerza de frustraciones y desencuentros con lo que algunos llaman los políticos tradicionales o, un tanto más correcto, con la cultura política puertorriqueña.

Todo ese conjunto de fuerzas intangibles, distantes para la inteligencia infalible de las encuestas,  estuvieron presentes en la primaria en que Pierluisi perdió contra Rosselló. Y sin duda estarán presentes en la primaria en que Pierluisi se enfrentará a Wanda Vázquez. Desde ya sostengo que Vázquez deberá vencer a  Pierluisi abrumadoramente.

El político fofo que es Pierluisi perderá contra la novedad representada por Wanda Vázquez.

Además, y esto si es importante, Wanda Vázquez no es Ricardo Rosselló. Es una mujer curtida en la cultura del servicio público boricua, fiscal de amplia experiencia y conocedora de las artimañas de los acusados y de sus abogados. Acostumbrada a la lidia legal, al juego de egos, a la traición y la insolidaridad que subyace en el pequeño universo de los tribunales, que no es muy distinto al de la política.

Otra cualidad por la que es muy conocida, es la obstinada voluntad de armar los casos judiciales con esmerado cuidado para garantizar la convicción de los acusados. Por cierto, una cualidad que en la política tiene un alto valor, equivalente al que tienen los metales preciados en el mercado internacional, cuando se trata de hundir hasta el fango profundo a los enemigos políticos como a los adversarios.

La que para muchos ingenuos es una novicia candidata ya demostró su agudo olfato en un breve lapso del video que difundió ayer para anunciar su candidatura, al sostener que tras cuatro meses en la Fortaleza pudo comprobar “que la gente está cansada de los políticos tradicionales”.

A simple vista la expresión puede parecer un mero cliché de una principiante, pero en realidad se trata de misil cargado de dinamita incendiaria y dirigido a todo el liderato macharrán, oportunista y miope que ha poblado de arriba abajo toda la estructura del PNP.

 No es un accidente que menos de diez mujeres ocupen puestos electivos en la delegación del PNP en la Cámara y el Senado, a pesar de que la mujer es el sector la población que mayoritariamente continúan estudios universitarios; que cada día obtienen las mejores posiciones en la fuerza trabajadora y que además, son la mayoría entre la población con edad para votar.

Las testosteronas han envenado al PNP de una legendaria ceguera que les impide ver el camino entre la niebla.

Por todo lo anterior, es de esperarse que según las encuestas describan el ascenso incontenible de Wanda Vázquez, el liderato amorfo del PNP, que meses atrás condenó a Pedro Pierluisi por ser el abogado de la Junta de Supervisión Fiscal, entre otras imputaciones, para luego regresar a su regazo cuando se vistió otra vez de candidato, desista nuevamente de apoyarlo y lo abandone.

No creo que Wanda Vázquez sea una reformadora y mucho menos que esté totalmente en conocimiento de lo que puede representar su candidatura para un país hambriento de un liderato genuino y necesitado de políticos respetables y brillantes.

Con su candidatura se ha colocado en la línea de fuego en un momento histórico y probablemente definitorio para el futuro de la nación puertorriqueña. Estaremos esperando conocer el papel que el destino le asigne a Wanda Vázquez y si sabrá cumplir con todo lo que se espera de ella.