Por Sara R. Marrero Cabán
PONCE – En medio de la pandemia por COVID-19, la organización EDUCAMOS levantó una bandera de alerta ante un aparente aumento de contagios de micoplasma en la población escolar.
La presidenta de la organización, Migdalia Santiago, se mostró preocupada por los contagios de microplasma de maestras en escuelas de Ponce, específicamente de una docente de la escuela Vocacional Bernardino Cordero Bernard y de una docente que imparte clases desde el Complejo Ferial.
“Esto se va a complicar, no solamente con el tema del Covid”, señaló en entrevista radial.
Sin embargo, la pediatra Nydia Judith López García, del Centro Médico Episcopal San Lucas, descartó un aumento significativo de contagios de micoplasma entre menores en etapas escolares.
A pesar de que desde que comenzaron las clases presenciales del nuevo año escolar se detectaron más casos de esta enfermedad, esto es el resultado de la preocupación de padres y encargados de identificar si los menores están contagiados con COVID-19.
Por ende, la aparente alza de casos no es sinónimo a un brote o mayor incidencia a la enfermedad, sino la proactividad de los padres para eliminar la posibilidad de que sus hijos estén contagiados con COVID-19, especificó.
Por cuanto los síntomas de micoplasma son similares a las de coronavirus- como tos y fiebre- padres y cuidadores han sido más vigilantes en identificar la enfermedad mediante pruebas.
López García aseguró que, en años anteriores, se reportaban menos casos de micoplasma simplemente porque no se identificaban la enfermedad mediante pruebas con tanta frecuencia.
“Lo que existe en estos momentos es la preocupación de los padres que pudieran tener Covid y eso es lo que hace que se puedan hacer las pruebas pertinentes, porque- muchas veces nosotros como pediatras- queremos diagnosticar micoplasma o estamos pensando que es micoplasma, muchas veces no tenemos que hacerles la prueba, simplemente se da el tratamiento (y) la mayoría de las veces no requiere ni tratamiento siquiera”, explicó la pediatra.
La epidemióloga municipal de Guayanilla, Yaritza Martoral, coincidió con López García.
“La realidad es que cuando nos encontrábamos en clases presenciales teníamos muchos casos de micoplasma. Podría ser que no sea tan alarmante”, afirmó al indicar que el promedio de casos reportados de micoplasma semanal en Guayanilla es de tres menores.
Además, las pruebas de micoplasma que arrojan resultados positivos no siempre indica un contagio activo, ya que la prueba puede arrojar un resultado reactivo.
“Muchas veces esa prueba está reactiva, pero puede estar reactiva por muchos meses y eso no significa de que tenga la enfermedad”, detalló.
De manera similar, los protocolos de salubridad para evitar la propagación de SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, ha ayudado a minimizar los contagios de micoplasma.
“Las infecciones de un año para acá han disminuido bastante por el uso simplemente de mascarilla. También, los pacientes asmáticos han tenido menos complicaciones”, acotó López García.
“La mascarilla nos ayuda para la micoplasma. Deberíamos aumentar medidas de protección y orientar bien a los niños”, agregó Martoral.
La infección por micoplasma es una enfermedad respiratoria ocasionada por el Mycoplasma pneumoniae, un organismo microscópico relacionado con las bacterias.
La misma generalmente afecta a personas menores de 40 años de edad y se distingue por los síntomas de:
- Fiebre
- Tos
- Bronquitis
- Dolor de garganta y cabeza
- Cansancio
Un resultado común de la infección por micoplasma es neumonía, la que suele ser leve y raramente requiere hospitalización. También se pueden presentar infecciones del oído medio. Los síntomas pueden persistir desde algunos días hasta más de un mes.
“Como estamos haciendo más pruebas más casos están saliendo de micoplasma reactivo, pero si el paciente tiene síntomas, pudiera tener micoplasma, pero si el paciente no tiene síntomas esa prueba es reactiva y puede estar por varios meses”, reiteró.