Por Redacción Es Noticia
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Una investigación del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias de la Universidad de Puerto Rico, en Cayey, encontró que la mayoría de las personas que migraron luego del huracán María lo hicieron de forma temporera y regresaron.
El artículo de esta investigación, realizada por José Caraballo Cueto, recién fue publicado por la revista científica Population and Environment, de la editorial Springer.
“Los distintos estudios concuerdan que en los primeros meses después del huracán María salieron cientos de miles de personas hacia Estados Unidos, pero regresaron a lo largo del año 2018. De hecho, entre julio de 2018 a junio de 2019 regresaron 340 personas más de las que salieron, siendo la primera vez desde la década de 1970″, señaló el investigador.
«Esto nos da a entender que muchas personas salieron de Puerto Rico como refugiados, sin la intención de mudarse permanentemente. Sin embargo, ya en el año 2019 paró el regreso de refugiados y volvió a retomarse el patrón de migración neta hacia el exterior”, expuso Caraballo Cueto, quien es profesor del Departamento de Administración de Empresas de la UPR-Cayey.
De acuerdo a la ‘Encuesta sobre la Comunidad’ que prepara el Negociado del Censo, durante el año 2019 salieron 35,000 personas en términos netos.
“Las series de tiempo de 1950 a 2019 muestran que la migración neta, aunque usualmente es negativa, no siempre ha sido alta. Sin embargo, si queremos que la migración se reduzca o incluso que se repita el patrón de la década de 1970 cuando hubo varios años donde regresaban más personas de las que salían de Puerto Rico, necesitamos encauzar el desarrollo económico sostenido. La reconstrucción post-María no es suficiente para revertir las tendencias a la despoblación de los últimos años”, dijo el doctor.
Caraballo Cueto señaló, en el artículo, que una de las limitaciones que enfrentan las bases de datos poblacionales Puerto Rico es la recolección de datos de raza y etnia, las cuales se basan en preguntas que son inapropiadas para el contexto sociocultural de Puerto Rico, limitando así los análisis de desigualdad sociodemográfica en Puerto Rico.
“Añadir una variable de color de piel en las encuestas mejorararía los datos científicos de la población en Puerto Rico. Ojalá que el auge de los temas raciales se traduzca en, entre otras cosas, mejores medidas raciales para descubrir posibles manifestaciones raciales y atenderlas”, afirmó.
“A pesar de estos desafíos, existen problemas demográficos críticos que pueden ser abordados con los datos poblacionales disponibles en Puerto Rico. Por ejemplo, desde principios de la década de 2000, la tasa de fecundidad total ha mermado por debajo de los niveles de reemplazo de 2,1, alcanzando un mínimo de 1,04 en 2019, según el Banco Mundial. No obstante, no hay una publicación reciente arbitrada por pares sobre este tema (que sepamos)”, manifestó el investigador.