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Candado y olvido de las escuelas del sur

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Por Sandra Caquías Cruz

redaccion@esnoticiapr.com

 

PONCE – La mayoría de las escuelas públicas cerradas a finales de la pasada década, en 14 pueblos de la región sur del país, cayeron en el abandono y fueron blanco de maleantes que poco a poco dejaron sin ventanas ni cablería lo que una vez fueron salones de enseñanza.

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Un reducido número de planteles pasaron a manos de las administraciones municipales y de ellos muy pocos están en uso, otros se encuentran en gestiones y trámites para entregarlos a alguna entidad, esto según la revisión de varios listados del Comité de Evaluación y Disposición de Bienes Inmuebles, conocido como CEDBI, entrevistas y visitas a los planteles cuyo cierre fue ordenado hace más de seis años.

Los planteles que en mejor estado se conservan son los que fueron entregados a los municipios u organizaciones comunitarias para que se encargaran de convertirlo en un centro de usos múltiples o lugar de reunión.

Un ejemplo de un nuevo uso a lo que una vez fue un plantel es la antigua escuela elemental del barrio Tallaboa Alta, en Peñuelas, donde el municipio adquirió la estructura y la convirtió en lo que ahora es el centro comunitario William ‘Guillo’ Feliciano Estrada, donde diversas entidades, así como la Oficina de la Primera Dama de Peñuelas, ofrecen una diversidad de servicios a familias necesitadas.

En Coamo ocurre una situación similar. La antigua escuela Aurelia Quintero Laboy es remodelada y acondicionada por la institución Jóvenes del Ayer, Inc., para ser convertida en el centro de ‘Jóvenes del Ayer’.

El centro comenzó sus trámites de licencia de operación para albergar servicios de cuidados de salud, alimentación y recreación a residentes en varias comunidades coameñas, anunció la administración municipal.

También en Coamo tienen otros usos a planteles que habían cerrados. La escuela Benigna Inés Caratini, en el barrio Palmarejo, pasó a manos del municipio y fue transformada en una escuela de enseñanza con el método Montessori.

Mientras, en el municipio de Villalba transformaron en centro educativo uno de los planteles que fue cerrado por el Gobierno central.

La antigua escuela José González Ginorio, en el barrio Romero, es ahora “Education for Inclusion Academy”, un plantel especializado para estudiantes con necesidades especiales que están registrados en el programa de Educación Especial.

Solo una escuela -en esos 14 pueblos de la región sur- aparece que fue vendida a una entidad privada.

La antigua escuela Rufino Huertas, en Coamo, fue vendida a The New York Foundlig por $430,000, señala el informe. La estructura sería utilizada para proveer servicios gratuitos y preventivos de educación, educación especial, salud médico dental, y trabajo social del Head Start y Early Head Start. La Escritura de Compraventa #13, fue firmada el 18 de agosto de 2020.

Adefesios en las comunidades

No obstante, no todas las escuelas corrieron la misma suerte. Las escuelas abandonadas, la mayoría bajo la administración de Julia Keleher, se han convertido en adefesios aun cuando están en lugares comerciales y de gran visibilidad.

Según cifras ofrecidas, entre 2016 y 2021 en Puerto Rico cerraron unas 480 escuelas públicas. Muchos de ellos comenzaron, pero no se concretó, un trámite de traspaso a municipios o entidades sin fines de lucro, lo que se realiza ante el CEDBI.

Tres ejemplos de escuelas abandonadas en Ponce son: la Tomás Carrión Maduro, a pasos de un centro comercial en la carretera PR-14; la escuela Eugenio María de Hostos, aledaña a un residencial público y centro comercial en la comunidad La Playa, y la escuela Luis Muñoz Rivera II, en la Avenida Santiago de los Caballeros, transitada carretera que conecta el sur y norte de la Ciudad.

La propuesta más reciente para darle un segundo uso a la escuela Luis Muñoz Rivera II la presentó el municipio de Ponce, quien busca ubicar en ese lugar la Comandancia de la Policía Municipal.

La Policía estatal hizo, a principios del cierre, intentos de ubicar allí uno de sus cuarteles, pero fracaso porque las facilidades, según se informó, no estaban preparadas para ese fin.

La escuela no tiene ventanas y la arropa la maleza, la que llega hasta su segundo nivel. La verja está rota y por ella no se puede entrar al plantel por la cantidad de escombros, además de la maleza.

La información más reciente que ofreció el CEDBI, quien entregó a Es Noticia un listado de los trámites de las escuelas cerradas en 14 pueblos de la región sur, señala que en el caso de la escuela Luis Muñoz Rivera II esperan por documentos que deberá entregar el municipio para completar el proceso y que la negociación será en usufructo de 20 años.

La escuela Tomás Carrión Maduro, en la carretera PR-14, sector La Rambla, no aparece en los listados del CEDBI. Al visitar el lugar -hace unos días- se observó que las ventanas han ido desapareciendo, la maleza se apodera del patio de la escuela y la misma sigue en total abandono.

Mientras, la escuela Eugenio María de Hostos, en el sector Pámpanos, en Ponce, apenas tiene en pie las paredes de concreto. Lo que una vez fue el patio está convertido en un vertedero de piezas de autos, escombros y basura.

Otra escuela que aguarda por acción municipal es la elemental Ramiro Colón, aledaña al parque Charles H. Terry y -supuestamente- sería convertida en un lugar para que entidades deportivas ofrezcan servicios.

También hay una petición de la organización de Historiadores Deportivos para que relocalicen sus oficinas en ese lugar. Un contrato que el municipio firmó el 23 de junio de 2022, de esto hace más de un año, establece que en ese plantel estarían relocalizando oficinas de servicios municipales, según el informe de CEDBI.

En el informe también resalta que municipios que han solicitado planteles escolares llevan más de un año en el proceso. En el caso de Santa Isabel, el documento señala que “el municipio debe evidencia de Registro de Contrato en el Contralor y copia de contratos firmados” para los planteles: Ana Rosa Tricoche, Apolonia Valentín y Emilio Casas. Los tres casos comenzaron en el 2021.

En el listado de escuelas abandonadas hay algunas que pasaron a los municipios, pero luego estos desistieron de las intenciones y la estructura quedó en manos del Gobierno.

En el proceso de darle otro uso al plantel que fue cerrado hay casos en los que una entidad privada desistió. Un ejemplo es la Universidad Interamericana, quienes comenzó un proceso para convertir la escuela Enrique Colón en una “de vanguardia”, pero el documento establece que la entidad desistió de su intensión.

No obstante, hay que recordar que los terremotos afectaron decenas de planteles y otros requirieron reparación porque tenían las llamadas ‘columnas cortas’. También hubo escuelas que el Gobierno había ordenado cerrar y que al no sufrir daños con los terremotos fue reabierta, como la escuela del sector Fraternidad, barrio Ciénaga, en Guánica.

También tras el terremoto, el DE pagó una suma millonaria por usar el centro de convenciones Juan H. Cintrón, en Ponce, propiedad construida con fondos públicos, por usar esas instalaciones para ofrecer clases. Luego llegó la pandemia.