El agua es generalmente la mejor manera de reemplazar los líquidos perdidos.
La alimentación y los ejercicios van de la mano. Cuándo y qué comes puede ser importante para saber como te sientes cuando haces ejercicio, ya sea que se trate de ejercicios informales o de un entrenamiento para una competencia, recomienda la Clínica Mayo.
Consejos para comer y hacer ejercicio:
1. Desayuna de forma saludable – Si haces ejercicio por la mañana, levántate lo suficientemente temprano para terminar el desayuno al menos una hora antes del entrenamiento. Debes estar bien alimentado antes de empezar a entrenar. Los estudios sugieren que ingerir carbohidratos en comidas o bebidas antes de hacer ejercicio puede mejorar el rendimiento del entrenamiento y podría permitirte entrenar durante más tiempo o a una intensidad mayor. Si no comes, es posible que te sientas pereza o aturdimiento al hacer ejercicio.
2. Controla el tamaño de la porción – No se exceda en la cantidad que come antes de hacer ejercicio. Comer demasiado antes de hacer ejercicio puede hacer que te sientas perezoso. Comer muy poco puede no darte la energía que necesitas para seguir sintiéndote fuerte durante tu entrenamiento.
3. Come buenas colaciones – La mayoría de las personas pueden comer refrigerios pequeños justo antes del ejercicio y durante este. La clave es cómo te sientes. Haz lo que funcione mejor para ti. Los refrigerios que se comen poco antes de hacer ejercicio probablemente no te darán energía adicional si tu entrenamiento dura menos de 60 minutos, pero pueden prevenir los retortijones de hambre que distraen. Si tu entrenamiento es de más de 60 minutos, puedes beneficiarte al incluir un alimento o bebida rico en carbohidratos durante el entrenamiento.
4. Come después de hacer ejercicio – Para ayudar a que los músculos se recuperen y a reponer sus reservas de glucógeno, ingiere alguna comida que contenga hidratos de carbono y proteínas en el plazo de las dos horas posteriores a la sesión de ejercicios, si es posible. Considera comer un refrigerio si vas a comer más de dos horas después.
5. Beber agua – No te olvides de tomar líquidos. Necesitas líquidos adecuados antes, durante y después del ejercicio para ayudar a prevenir la deshidratación. Para mantenerte bien hidratado para hacer ejercicio, el American College of Sports Medicine (Colegio Estadounidense de Medicina del Deporte) te recomienda lo siguiente:
– Beber aproximadamente de 2 a 3 tazas (473 a 710 mililitros) de agua durante las 2 o 3 horas antes de tu entrenamiento.
– Beber aproximadamente de 1/2 a 1 taza (118 a 237 mililitros) de agua cada 15 a 20 minutos durante tu entrenamiento. Ajusta las cantidades de acuerdo con el tamaño de tu cuerpo y el clima.
– Beber aproximadamente de 2 a 3 tazas (473 a 710 mililitros) de agua después de tu entrenamiento por cada libra (0,5 kilogramos) de peso que pierdas durante el entrenamiento.
El agua es generalmente la mejor manera de reemplazar los líquidos perdidos. Sin embargo, si estás haciendo ejercicio durante más de 60 minutos, usa una bebida deportiva. Las bebidas deportivas pueden ayudar a mantener el equilibrio electrolítico del cuerpo y dar un poco más de energía porque contienen hidratos de carbono.
Cuando se trata de comer y hacer ejercicio, cada persona es diferente. Presta atención a como te sientes durante tu entrenamiento y a tu rendimiento general.
Fuente: Clinica Mayo
www.mayoclinic.org