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De un sueño individual a un proyecto de familia

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PONCE – Mientras Natalia Vélez Morales cursaba su bachillerato, tomó un curso de repostería con el fin de generar un ingreso adicional que la ayudara con sus gastos estudiantiles.

El tiempo de la joven era bastante limitado ya que, además de sus compromisos académicos, era atleta y pertenecía a varias organizaciones en la iglesia a la cual asiste.

Sin embargo, ante su deseo de aprender algo nuevo y su necesidad de generar dinero para cubrir sus gastos, dedicaba los fines de semana a estudiar el oficio de repostería.

“Tan pronto terminé mi curso, comencé mi pequeño negocio de cake jars. Se trata de jarras de cristal rellenas de bizcocho molido mezclado con diferentes sabores. Al principio vendía mis postres entre familiares y conocidos, pero luego fui dando forma al concepto y decidí sacar toda la papelería necesaria para operar mi proyecto”, relató Natalia.

Al poco tiempo de haber registrado su producto, la joven recibió una llamada para participar de una feria de artesanía en el Hospital de Damas de Ponce y para su sorpresa, vendió todos los postres.

Aunque Natalia culminó su grado de bachillerato en trabajo social, decidió dedicarse a sus bizcochos, ya que generaban una fuente estable de ingresos.

“Mi esposo, que en aquel tiempo era mi novio, siempre me ayudaba de una forma u otra, pero cuando nos casamos entró de lleno al negocio. Al principio yo confeccionaba los postres y él me ayudaba a mercadear mi producto, pero ahora mismo él sabe hacer de todo, hornear, confeccionar y montar los postres”, explicó la joven ponceña.

David Ithier Rodríguez trabajaba como ayudante de terapia ocupacional, pero al ver el crecimiento del negocio decidió trabajar a tiempo completo en lo que hoy día es un proyecto de familia.

“El nombre de nuestro negocio es Nuevas Raíces y esto tiene un gran significado para nosotros. Las nuevas raíces son las nuevas oportunidades que Dios nos da”, explicó David.

La pareja coincide en que el proceso más difícil fue comenzar y salir a la calle a ofrecer su producto, pero ambos están felices y agradecidos por la acogida de la gente.

“En ocasiones uno mismo se limita o subestima sus propios sueños pensando que no es capaz, que uno es muy joven o que a la gente no le va a gustar, pero finalmente es bien bonito ver cómo los sueños se hacen realidad. Hoy día mi esposo y yo tenemos nuestro negocio y vivimos agradecidos de Dios”, dijo la joven de 24 años.

Los empresarios planifican, en los próximos meses, tener un local para su negocio. Hoy día, Nuevas Raíces expone en ferias de artesanía alrededor de la Isla y trabajan el concepto de delivery en diferentes empresas y oficinas médicas. Entre los sabores de bizcocho más vendidos se encuentran los de strawberry cheesecake, nutella, guayaba y queso, lemon cheesecake, calabaza, zanahoria y tres leches de coquito.

Natalia y David son ejemplo de fe y perseverancia. Gente como tú que nos recuerda que, al igual que las nuevas raíces, la vida está llena de nuevos sueños y oportunidades.

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Entre los sabores de bizcocho más vendidos se encuentran los de strawberry cheesecake, nutella, guayaba y queso, lemon cheesecake, calabaza, zanahoria y tres leches de coquito. Fotos: Tony Zayas