Por Redacción Es Noticia
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El gobierno de Estados Unidos anunció que solicitará a las aerolíneas cancelar vuelos a partir del viernes debido a la falta de controladores aéreos, consecuencia directa del cierre gubernamental (“shutdown”) más largo en la historia del país, que ya alcanza 37 días.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, informó en conferencia de prensa que la medida afectará a 40 aeropuertos, incluidos algunos de los más transitados del país.
“Habrá una reducción del 10% de la capacidad aérea. Nos hacen falta 2,000 controladores, por lo que es necesario reducir la presión”, explicó el funcionario.
El cierre gubernamental, provocado por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso para aprobar el presupuesto federal, ha dejado a 1.4 millones de empleados públicos sin cobrar su salario. Entre ellos se encuentran los controladores aéreos, quienes han continuado trabajando pese a no recibir pago.
El presidente Donald Trump responsabilizó a la oposición demócrata por la crisis, calificándolos de “kamikazes”.
“Creo que estos tipos son kamikazes. Derribarán al país si tienen que hacerlo”, declaró Trump al referirse a la negativa demócrata de aprobar el financiamiento temporal del gobierno.
Situación crítica en la aviación
La Administración Federal de Aviación (FAA) advirtió que la falta de personal podría comprometer la operación de vuelos en todo el país.
“El sistema es extremadamente seguro hoy, lo será mañana. Pero si la presión sigue aumentando, tomaremos medidas adicionales”, afirmó Bryan Bedford, administrador de la FAA, quien aseguró no recordar una situación similar en sus 35 años de carrera.
En promedio, la FAA supervisa más de 44,000 vuelos diarios. Sin embargo, con los recortes anunciados, se espera un aumento significativo de retrasos y cancelaciones a partir del fin de semana.
Un cierre sin precedentes
El cierre del gobierno federal comenzó el 1 de octubre, cuando el Congreso no logró aprobar el presupuesto para el nuevo año fiscal. Los republicanos, que tienen una mayoría mínima en ambas cámaras, buscan que cinco senadores demócratas apoyen una resolución para mantener los fondos hasta noviembre, mientras continúan las negociaciones sobre temas presupuestarios de fondo.
Los demócratas, por su parte, exigen frenar completamente las reformas sanitarias impulsadas por Trump y reanudar el debate desde cero, lo que implicaría desmantelar buena parte de la ley aprobada hace apenas seis meses.
Pese a la parálisis política, algunos legisladores moderados de ambos partidos han intentado proponer un marco de negociación bipartidista centrado en reducir los costos del seguro médico. Sin embargo, Trump se mantiene firme y ha instado a los republicanos a utilizar el llamado “arma nuclear” legislativa, es decir, eliminar el filibusterismo, la norma del Senado que requiere 60 votos para aprobar leyes clave.
“¡Republicanos, acaben con el filibusterismo! ¡Vuelvan a aprobar legislación y reformas electorales!”, escribió el mandatario en su red social Truth Social.
Crece la tensión política y económica
El prolongado cierre ha generado graves consecuencias económicas y sociales: cientos de miles de empleados federales sin pago, programas de asistencia social suspendidos y servicios esenciales al borde del colapso.
A medida que el país se prepara para enfrentar cancelaciones masivas de vuelos y una posible parálisis del transporte aéreo, la presión aumenta sobre la Casa Blanca y el Congreso para alcanzar un acuerdo que reabra el gobierno y devuelva la estabilidad a la nación.


















































