Por Elaine Arrufat Berastaín
PONCE – Ponceña, abogada, deportista, voluntaria desde su juventud y madre de tres varones. Elaine Arrufat Berastaín, candidata al senado por el Distrito de Ponce por el Proyecto Dignidad, reafirmó que estará en las comunidades y no solo en la oficina.
“Si me conoces bien sabes que siempre tengo los tenis puestos. Estoy preparada para resolver lo que haya que hacer. Con seguridad les digo hoy, que seré la clase de senadora que estará en las comunidades, recorriendo las calles para escuchar la necesidad de nuestra gente. Mantendré el balance entre los asuntos de oficina y entre mantener el oído presto a escuchar lo que la gente tiene que decir. Si soy electa el próximo 3 de noviembre, mi deber es servir a todas las personas que viven en el distrito para ser su voz y eso se hace escuchándolos”, afirmó Arrufat Berastaín.
La abogada, quien cuenta con un bachillerato en Literatura Comparada del Colegio de Mayagüez y un Juris Doctor de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica, ha ocupado puestos de liderazgo desde su juventud y considera que ha sido gracias a su firmeza de carácter, buenas relaciones interpersonales y a que ha sabido trabajar con todo tipo de persona. “Cuando uno lidera a muchas personas tienes que tener presente que donde hay seres humanos hay diversidad, hay múltiples estilos de personalidad y distintos intereses. Ahora bien, se requiere estar firme en los objetivos establecidos y ser una persona de consenso, para que puedas tomar decisiones por el bien del colectivo”, expresó la candidata quien es presidenta del Distrito de Ponce del Proyecto Dignidad.
Asimismo, Arrufat Berastaín aseguró que “la voz del pueblo llegará al Senado a través de la suya”. “Se acabó el senado enajenado del pueblo. En mi desempeño como senadora seré la voz que promueva que se revitalice la economía. Seré la voz de la población con necesidades especiales y la voz a favor de la protección de la niñez y de los derechos de los padres en decidir la educación que brindarán a sus hijos de acuerdo a sus valores y creencias. Los pueblos de la montaña tendrán en mi una voz. También seré la voz que proteja a las dos vidas: a la madre y al bebé. Lucharé para que nuestros adultos mayores tengan una vejez digna. Seré la voz de las personas convictas para desarrollar mejores oportunidades de rehabilitación. Seré la voz que promueva la salud mental de nuestro distrito”, reafirmó enérgicamente.
