Por CyberNews
La Guardia Costera repatrió a 44 dominicanos a un buque de la Armada de la República Dominicana el miércoles, luego de la interdicción de dos viajes ilegales en el Pasaje de la Mona.
“La respuesta rápida y las acciones decisivas de las unidades que respondieron evitaron que ocurriera una posible situación de rescate masivo”, dijo el Capitán Gregory Magee, comandante del Sector de la Guardia Costera de los Estados Unidos en San Juan.
“Ambas embarcaciones estaban muy sobrecargadas, estaban llenas de agua y tenían poco o ningún equipo de salvamento adecuado a bordo. A cualquiera que busque participar en un viaje ilegal, ¡no se haga a la mar! Estará poniendo su vida en riesgo y, si lo atrapan, lo devolverán a su país de origen o podría enfrentar un proceso penal en los tribunales de los Estados Unidos”, sostuvo.
La primera interdicción ocurrió el lunes por la tarde, luego de que la tripulación de una Aeronave de Aduanas y Protección Fronteriza de la Fuerza Marítima detectara un viaje ilegal sospechoso en tránsito hacia Puerto Rico. Después del avistamiento, el guardacostas Joseph Tezanos interceptó el bote improvisado de 25 pies y embarcó a salvo a todos los pasajeros.
La segunda interdicción ocurrió el miércoles por la mañana, luego de que la tripulación de una Aeronave de Aduanas y Protección Fronteriza de la Fuerza Marítima detectara un viaje ilegal sospechoso en el Pasaje de Mona, cerca de Puerto Rico. La embarcación interceptada estaba inutilizada y a la deriva, y los pasajeros sacaban agua continuamente para evitar que la embarcación zozobrara. La tripulación del cúter Joseph Tezanos embarcó a salvo a todos los pasajeros.
Una vez a bordo de un patrullero de la Guardia Costera, todos los migrantes reciben alimentos, agua, refugio y atención médica básica.
Durante la interdicción, los miembros de la tripulación de la Guardia Costera estaban equipados con equipo de protección personal para minimizar la posible exposición a cualquier posible caso de COVID-19.
