Por Sara R. Marrero Cabán
GUAYAMA – La mayor cantidad de nidos de tortugas carey se encuentran en este pueblo, reflejó el censo del Programa de Especies Protegidas del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
Los datos publicados por el 20 de mayo por la organización sin fines de lucro Amigos de las Tortugas Marinas (ATMAR) contabilizaron un total de 18 nidos en este pueblo sureste.
Cada nido podría contener entre 150 a 170 huevos, explicó el presidente de la organización sin fines de lucro Tortugueros del Sur, Guillermo Plaza.
“Esto varía depende dónde la tortuga ponga, depende el lugar donde esté. Tiene muchas variantes. Pero, cada tortuga te puede poner alrededor de 150 a 170 huevos en carey aproximadamente (en) cada nido”, especificó Plaza, ponceño quien fundó la entidad Tortugueros del Sur que monitorea las tortugas desde Guánica a Guayama desde el 2017.
La mayoría de los nidos se encuentran en Pozuelo. Por otra parte, el grupo solo encontró un nido de tinglar en el área durante el año en curso.
Hay un total de 12 nidos de carey en Santa Isabel y 11 en Guayanilla. Mientras, se contabilizaron siete en Guánica y cuatro en Ponce.
La temporada del carey es de julio a noviembre. Por lo tanto, el censo refleja un número más alto de nidos de tinglares a nivel Isla.
Exhortan a proteger las tortugas
La tortuga carey está en peligro crítico de extinción. Sin embargo, sus vidas son amenazadas constantemente por las prácticas de visitantes a las playas, quienes utilizan alumbrados que las desorientan, construyen en áreas que afectan sus nidos y contaminan el ambiente con el depósito inadecuado de plásticos y materiales no reciclables.
Asimismo, los conductores de vehículos de todo terreno -«Four Tracks»- entierran los nidos, afectando letalmente la vida de las tortugas.
Plaza resaltó que la costa en Las Mareas, en Guayama, tiene mucha actividad de estos conductores.
“Cuando metes un vehículo -al haber ese colapso de arena- no va a haber esa facilidad para abrir el huevo y para respirar y lo que puede provocar es que toda las (tortugas) mueran. Otra cosa que pasa es -al pasar muchas veces por la arena- lo que pasa es que la arena se compacta y (la tortuga) no puede romper esa capa de arriba”, detalló.
