Gabriel Hernández Vega quedó sin trabajo en medio de la pandemia. Tras laborar durante años como vendedor y suplidor en varias compañías, tuvo que enfrentar la realidad de estar desempleado.
“Fue bien fuerte para mí. Me encontré en un momento de mucha ansiedad y mucho miedo. Para colmo, yo sabía que era un momento bien difícil para encontrar trabajo. La situación de la pandemia había empeorado todo”, expresó el ponceño.
Un amigo le sugirió que trabajara para las diferentes compañías de delivery de comida. El padre de 2 adolescentes expresó estar agradecido por el pago que recibía de las entregas, pero sabía que debía aumentar sus ingresos para poder subsistir económicamente.
“Eran muchas las entregas de comida que tenía que hacer para ganarme unos 30 dólares. Yo le daba vueltas a mi cabeza pensando que tenía que reinventarme o sacar alguna idea para generar más”, dijo Gabriel.
El joven, sin embargo, aprovechaba su tiempo libre para ayudar a varios familiares y amigos a realizar sus compras en medio del aislamiento social.
“Yo le hacía la compra a mi mamá. Ella y mi padrastro son personas de edad avanzada y tienen sus condiciones de salud. Mi mamá hacía una lista y yo iba y hacía la compra para que no tuvieran que salir. Lo mismo hacía con algunos vecinos y con la mamá de uno de mis hijos. Ella tiene dos nenes más y se le hacía bien difícil salir a hacer la compra”, explicó.
En medio de su búsqueda de empleo y su deseo de reinventarse, Gabriel decidió ofrecer sus servicios para aquellas personas que necesitaran realizar alguna compra o gestión.
“Honestamente, la idea surgió porque cuando yo salía a hacer las compritas veía a mucha gente que, para ser honesto, yo sabía que era un riesgo que se expusieran al salir de sus casas. Me daba mucha tristeza ver a los viejitos o a las mamás con niños en la farmacia o el supermercado”, expresó Gabriel.
El nuevo empresario publicó un anuncio en sus redes sociales y las órdenes no se hicieron esperar. “La gente me empezó a llamar para un montón de cosas. De ahí surgió el nombre: De To Delivery.
Me llamaban para que les comprara alguna pieza para el auto, materiales o cosas en las ferreterías, compra, buscar medicamentos, recoger documentos, llevar el beeper de un portón a arreglar, comprar perfumes, llevar cartas al correo o hacer entregas de regalos”, detalló.
Según Gabriel, la diferencia en su servicio es que es uno personalizado y de constante comunicación con el cliente. “Si por ejemplo me piden que entregue un regalo, yo hasta saco fotos del momento de la entrega y las envío a mi cliente”, indicó.
“Cada persona tiene una historia y una situación particular y nosotros estamos para resolver y ayudar en lo que podamos”.
De To Delivery se ha convertido en una alternativa económica para el joven y una opción de servicio para muchos residentes del área sur.
Gabriel Hernández Vega es ejemplo de reinvención y perseverancia: Gente como tú que nos inspiran a superar la adversidad.