Por Dra. Enid López Valentín, Psy. D., MSW
Directora de Operaciones del Centro de Salud Conductual
Centro Médico Episcopal San Lucas
Los diferentes tipos de enfermedades cardíacas tienen una correlación con nuestra salud mental. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH por sus siglas en ingles), hasta un 65% de los pacientes coronarios con historial de ataques al corazón experimentan diferentes síntomas de tipo emocional. Con frecuencia las personas consideran su estrés mental y la ansiedad separados de la salud física.
El termino “estrés” es representativo de las experiencias en que las exigencias de nuestro medio ambiente, por una situación en particular por la que podemos estar atravesando, superan la capacidad psicológica y fisiológica para poder enfrentar la situación de manera eficaz.
Existen vínculos evidentes entre la salud psicológica y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Según estudios de la American Heart Associations “una salud psicológica deteriorada puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas y cerebrales”.
Es de conocimiento científico que las emociones, son manifestadas por señales cerebrales.
Emociones como la ira, la tristeza, la angustia, el miedo y la ansiedad entre otras emociones que nos pueden alterar negativamente requieren de atención psicológica y mayor cuidado para lograr su autocontrol en el momento que estén sucediendo.
Básicamente en situaciones emocionales intensas, y sobre todo cuando se evidencia un estrés crónico y prolongado, se liberan en sangre unas hormonas llamadas catecolaminas
, que provocan cambios cardiovasculares y aumentan la frecuencia del ritmo cardiaco y aumentan la presión arterial, lo cual nos pone en riesgo de infartos al miocardio o la angina de pecho.
Los pacientes muy estresados pueden tener los mismos síntomas de un infarto:
- Dolor y presión en el centro del pecho.
- Dificultad para respirar.
- Sudoración y vómitos.
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Aumento de la demanda del oxígeno.
Es importante, aprender a manejar nuestras emociones y enfrentarlas para mantener una buena salud mental y cardiovascular.
Te recomendamos para el manejo de las emociones y el estrés lo siguiente:
- Presta atención a cómo te sientes. Comienza identificando que emociones están presentes en ti, y cuan intensas las sientes.
- Dialoga con alguien de tu entorno. Compartir tus preocupaciones puede ayudarte a manejar tu situación.
- Reduce tus niveles de activación. La respiración y el ritmo cardiaco están íntimamente relacionados, aprende técnicas de respiración y comienza a practicarlas.
- Busca tiempo para ti. Dedícate tiempo y practica actividades que te resulten agradables.
- Trata de manejar el coraje. Expresa tus frustraciones de forma asertiva, no confrontativa.
- Utiliza el sentido del humor. La risa puede ser beneficiosa para la salud, ya que podría reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
- Elimina el consumo de alcohol, tabaco, estimulantes y cualquier tipo de droga que altere tu sistema fisiológico y emocional.
- Los hábitos de alimentación son importantes para mantener un estilo de vida saludable.
Recuerda que un profesional de la salud mental puede ayudarte a desarrollar las estrategias personales necesarias para mejorar tu salud física y emocional.
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