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«Me tienen que pedir perdón»

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Por Sandra Caquías Cruz

redaccion@esnoticiapr.com

 

YAUCO – Abel Nazario Quiñones se convirtió en una de las personas influyentes en el Partido Nuevo Progresista y en un líder de la comarca sur cuando en el noviembre de 2000 ganó la alcaldía y comenzó a proyectarse fuera de estas lindes.

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Aquel niño que superó un impedimento físico y que proyectaba que no importaba la cuna humilde en que nació se podía superar, está a punto de ingresar a una prisión federal por delitos relacionados a su gestión pública y todavía está a la espera de un segundo juicio por cargos de conspiración que pudieran aumentar sus días tras las rejas.

Nazario Quiñones, con 50 años de edad, aseguró estar listo para el próximo 19 de mayo entrar sobre sus pies a una cárcel en el estado de la Florida. Piensa que tras la sumatoria de los días a los que fue sentenciado estaría tras las rejas aproximadamente un año. El juez federal Joseph Laplante lo sentenció a 18 meses en prisión.

Abel Nazario Quiñones (Tony Zayas)

En una retrospectiva, el ahora convicto habló con Es Noticia sobre todo ese proceso. En la sala de su vivienda, en el barrio Susúa, en Yauco, aseguró que está preparado para vivir en la cárcel, pero no pudo ocultar y mostró coraje con los que llamó: “malagradecidos”.

Pero no todos son “malagradecidos”, según indicó. El exgobernador Luis Fortuño, con quien Nazario Quiñones caminó el país para que ganara las elecciones del 2008, ha mantenido comunicación con él al igual que el renunciante gobernador novoprogresista Ricardo Rosselló Nevárez.

¿Quién le dio el dinero para pagar los $300,000 en representación legal en la jurisdicción federal a un hombre que asegura que su salario como alcalde eran $1,500 al mes? “El pueblo”, respondió Nazario Quiñones a pasos de donde descansaba su padre, un hombre de 97 años con diagnóstico de Alzheimer.

¿Y por qué quedó a deber $18,000 y los paga con dinero de su pecunio, lo que ha incluido rifas, ser mesero en restaurante y vender productos Farmasi? “Ese dinero yo me comprometí a pagarlo y lo estoy pagando”, dijo tras relatar que está a punto de completar una segunda maestría en relaciones internacionales y una tesis para obtener un grado doctoral, cuyo tema es la influencia de la prensa en los resultados electorales de Cuba, República Dominicana y Puerto Rico.

¿Cómo se siente?

Tranquilo, aquí en mi casa. Haciendo muchas cosas a la vez; estoy vendiendo productos Farmasi, una línea turca; estoy haciendo mi práctica de una maestría de relaciones internacionales; estoy haciendo, simultáneamente la tesis.

¿Está pasando por el periodo más difícil en su vida?

Es un proceso de transformación, no diría que es el más difícil. Son duros, pero no es el más difícil. Uno tiene que adaptarse a las realidades y no dejarse caer; es lo que yo he hecho en todo este proceso. Es un proceso largo y que aún no termina, y que requiere una mayor voluntad para que las cosas queden bien.

¿Cómo están los preparativos para ese momento?

Mentalmente, totalmente listo. Siempre lo estuve. no siempre empieza un proceso que puede ser adverso, siempre tiene que prepararse para lo bueno y pa’ lo malo…. voy a trabajar allá y voy a buscar tener el tiempo para terminar la tesis y graduarme.

¿Teme que pase lo peor con su papá?

Papi está fuerte. Uno se prepara, quizás me voy y puede que pase algo y no lo vuelva a ver. Yo he cumplido como hijo y me voy tranquilo.

¿Se visualiza detrás de las rejas?

No. Todavía no lo he concebido. A veces me encierro en el cuarto y pienso así será. Con la diferencia de que (en la cárcel) hay una reja, pero no tengo esa visualización todavía. Se que será un proceso difícil porque no te acostumbras a estar encerrado; soy una persona totalmente libre, pero me tengo que acostumbrar. Creo que es una buena época para reflexionar.

¿Se arrepiente de algo?

No. Hasta el día de hoy de nada. Yo hice lo que tenía que hacer, quizás debí haber hecho cosas diferentes para obtener mejores resultados, pero en términos de arrepentimiento, ninguno.

¿Tiene por qué pedirle perdón al pueblo?

No. Yo creo que otros me tienen que pedir perdón a mí.

¿Quién le tiene que pedir perdón?

Los malagradecidos que montaron todo este caso. Hay gente que tú le das casa, le das trabajo, que los sacas de la miseria, que eran exconvicto y que jamás le iban a dar una oportunidad, y fui el único alcalde que se las dio. Yo estoy tranquilo con mi conciencia, pero pedir perdón; ¿por qué?  ¿a quién?

¿Al pueblo de Yauco?

El pueblo no exige ningún perdón, pregúntale si quiere que yo lo perdone. Al revés, el pueblo está angustiado con esta situación que me han hecho a mí.

¿Cree que todo lo que hizo en el municipio fue por el bien del pueblo?

El pueblo lo valora así. Todavía yo salgo, pues me catalogan como el mejor alcalde de la ciudad. Aquí hubo obra pública sin dinero. Si las elecciones fueran hoy a cualquier político en este país le ganaría, no hay duda de eso, estoy convencido de eso porque la gente sabe valorar el trabajo. Hay, como te dije, quién es malagradecido. Pero, la gente me quiere y ese es el dolor de los federales. Que no han podido destruirme. Los federales aquí tienden a doblegar a la gente, a destruirlo. Y a aplastarlos emocionalmente, pero conmigo no han podido. Me pueden arrestar 20 veces más y no van a poder. Yo soy feliz. Ellos no. Ellos saben que están cometiendo una injusticia.

¿A los federales los defienden los estadistas?

El sistema federal, sí. Pero las agendas no. Y hay casos donde hay agenda.

¿Después de este proceso usted sale más estadista?

Yo siempre seré estadista… ahora mismo si tuviéramos representantes y senadores tuviéramos un buen sistema federal aquí en Puerto Rico. Aquí los federales hacen lo que le da la gana.

A usted lo arrestaron en dos ocasiones. ¿Vergonzoso el proceso?

Es duro. Vergüenza ninguna porqué yo siempre estoy con la frente en alto. Yo no me le escondí. Yo siempre estuve con la frente en alto. Yo soy el único en este país que después de ser arrestado di una conferencia de prensa. Cuando tienes libertad de conciencia, cuando entiendes que actuaste correctamente, no tienes porqué esconderte ni porqué bajar la cabeza.

¿Pudiera ir preso por conspiración?

Pudiese ser.

¿Cuánto tiempo en prisión tendría que cumplir por ese cargo?

No sé. Ni he preguntado por eso. A la verdad que, en esta etapa de mi vida, eso no me preocupa, ya pasé esa etapa. Cuando llegue se atenderá.

Cuando usted lo arrestaron por segunda ocasión ¿llevaba la misma camisa de la primera vez?

Eso fue una estrategia mía. Yo sabía que me iban a arrestar porque la prensa todo lo cuela. La (reportera) de El Vocero lo coló y yo estaba listo, y me puse la misma ropa, pa’ que no tuvieran otra foto más. Pa’ que no se dieran el gusto de la maldad. Porque hay periodistas que viven de la maldad y se disfrutan la desgracia ajena… Si yo tengo un bingo me critican, si yo vendo dulces me critican, déjenme tranquilo.

¿Cuánto le costó la representación legal?

En todo esto $300,000. Yo quedé a deber $18,000 y estoy casi saldo, creo que me queda (por pagar) un mes.

¿Y quién pagó todo esto dinero?

El pueblo. El pueblo me acompañó en todo momento. En seis meses ya se había recogido toda esa cantidad. El pueblo me respaldó y te aseguro que si yo hiciera un llamado al pueblo aparecerían $100,000 más. La gente confía en mí.

¿No vino alguien a decirle tenga $100,000?

No. Ojalá. Si viene alguien los aceptó de inmediato porque eso es un regalo. Todavía no ha aparecido.

¿Tiene cuenta en el banco?

Si tengo. Llena no. A veces está llena a veces está vacía. Cuando tú pagas se vacía. Hay veces que está llena a veces está vacía. Bueno, tú pagas y se vacía.

¿Tiene fortuna?

Fortuna no. Tengo más deudas que fortuna. Quisiera tenerla. La voy a tener después, porque para eso voy a vivir después, para darme buenos gustos, buenos lujos… Cuando salga de todo esto tengo que vivir la vida, la que no viví. Ser libre.