Por Redacción Es Noticia
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La violencia en el noviazgo es una forma de violencia de género que puede manifestarse desde edades tempranas y tiene consecuencias graves en el bienestar físico, emocional y psicológico de las personas afectadas, alertó la oficina de Servicios Legales de Puerto Rico.
Explicó que la Ley 54 -de 1989- permite que las víctimas de violencia doméstica, incluyendo aquellas en una relación de noviazgo, soliciten una orden de protección.
La Ley Núm. 54 define la violencia doméstica como el empleo de amenazas, fuerza física, intimidación, persecución, violencia psicológica y violencia sexual dentro de una relación de pareja, informó en un escrito.
Esta ley protege todas las relaciones afectivas, independientemente de que las personas vivan juntas o sostengan relaciones sexuales. Esto incluye las relaciones de noviazgo de personas adolescentes que tienen una relación consensual. Es decir, una relación en la cual ambas partes consienten o están de acuerdo con estar juntas.
La violencia en el noviazgo puede incluir:
⚖️ Amenazas: Expresiones verbales o escritas que infunden temor en la pareja.
⚖️ Fuerza física: Golpes, empujones o cualquier tipo de agresión corporal.
⚖️ Intimidación y persecución: Acciones destinadas a controlar, generar miedo o acosar a la pareja.
⚖️ Violencia sexual: Actos de abuso sexual dentro de la relación, incluyendo coerciones para mantener relaciones no deseadas.
⚖️ Violencia psicológica: Insultos, humillaciones, aislamiento, vigilancia excesiva, chantaje emocional, restricciones en el acceso a bienes o dinero o violencia económica y violencia contra mascotas.
Dentro de la violencia psicológica, la violencia cibernética o digital puede manifestarse a través de diversos tipos de comunicación electrónica, como mensajes de texto, correos de voz, correos electrónicos e incluso sistemas de rastreo satelital. Estos medios pueden ser utilizados para acosar, perseguir, intimidar o afligir a una persona, o a alguien con quien cohabita o haya cohabitado. Para que se considere violencia doméstica, no es necesario demostrar un patrón de conducta.
Órdenes de protección a favor de menores
Esta orden puede ser solicitada por cualquier persona mayor de 18 años. También una persona mayor de 18 años puede solicitar una orden de protección a favor de otra persona con incapacidad física o mental, en caso de emergencia o cuando la persona se encuentre impedida de hacerlo por sí misma.
En el caso de personas que son menores de 18 años, para este proceso deben estar acompañadas de una persona adulta. Los padres, madres y los hijos o hijas mayores de edad de una víctima pueden solicitar la orden de protección, si han presenciado y les consta los actos de violencia doméstica.
Entre las medidas que puede incluir una orden de protección están:
- Prohibición de contacto por cualquier medio con la víctima.
- Restricción de acercamiento a la residencia, escuela o lugar de trabajo de la persona afectada.
- Remoción del agresor del hogar, si aplica.
- Cualquier otra disposición que el tribunal considere necesaria para la seguridad de la víctima.
Los adolescentes también pueden ser protegidos por órdenes de protección, pero en la mayoría de los casos necesitarán la intervención de un adulto responsable. Es fundamental educar a los jóvenes sobre sus derechos y los recursos disponibles para que puedan identificar y denunciar situaciones de violencia.
¿Cómo se solicita una orden de protección?
Una Petición de Orden de Protección se puede presentar en el Tribunal Municipal o en una sala especializada de violencia doméstica. En estas localidades, se proveerá un formulario de petición, y podrá solicitarse por escrito o verbalmente.
La organización Servicios Legales de Puerto Rico ofrece apoyo a las víctimas y sobrevivientes ofreciendo asesoramiento y representación legal durante todo el proceso.
Es importante promover la educación sobre relaciones saludables en las escuelas y comunidades. Los programas de prevención pueden ayudar a que los jóvenes reconozcan las señales de abuso y desarrollen herramientas para establecer relaciones seguras y respetuosas.