Por Nydia Bauzá
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GUÁNICA – En 2023 las muertes doblaron el número de nacimientos en todos los municipios de la región sur, al igual que en muchos de los 78 pueblos de Puerto Rico, según los datos más recientes disponibles en el Registro Demográfico.
Los números analizados por la demógrafa Judith Rodríguez Figueroa demuestran un crecimiento natural negativo de la población debido a que en las últimas dos décadas las tasas de natalidad en toda la isla han registrado cifras récords con una reducción acelerada de un 70%.
“Los últimos datos del Registro Demográfico de 2023 sostienen que todos nuestros municipios van a seguir perdiendo población como resultado de un crecimiento natural negativo como se ha registrado desde 2016 de manera sostenida”, puntualizó la catedrática jubilada de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico (UPR), en entrevista con Es Noticia.
La experta en el análisis de datos poblacionales destacó que uno de los efectos de la dramática baja en la natalidad es un envejecimiento aún mayor de la población generalizado en todos los municipios, incluyendo los municipios del sur.
Rodríguez subrayó que se proyecta que las muertes van a seguir aumentando porque los llamados baby boomers, que son los nacidos entre 1946 y 1964, conforman un sector amplio de la población puertorriqueña y este 2025 los de mayor edad cumplen 79 años de edad. Sostuvo que muchos baby boomers tienen condiciones de comorbilidad (varias enfermedades a la vez) y tienen que batallar con la falta de acceso a servicios médicos y de cuidado de la salud.
“Muchos no pueden quedarse solos. Ese es el cuadro de los viejos que tienen los municipios de Puerto Rico. Son nuestros adultos mayores que demandan una serie de servicios específicos para padecimientos cognitivos, entre ellos, demencia y Alzheimer”, argumentó la demógrafa.
Rodríguez alertó a los gobiernos municipales a que tomen en cuenta este envejecimiento acelerado de la población para el desarrollo de sus programas y servicios. Agregó que con las políticas de reducción y eliminación de fondos federales del presidente Donald Trump, los alcaldes enfrentan desafíos aún mayores para lidiar con la demanda de servicios que generan nuestros viejos tanto a nivel de la salud como en la parte social.
Los datos del Registro Demográfico para 2023 revelan que en algunos municipios del sur, el número de personas fallecidas supera por más del doble a los nacimientos como: Guánica que registró 194 muertes y solo 86 nacimientos, Guayanilla 220 muertes y 107 nacimientos y Patillas 187 nacimientos y 83 nacimientos, explicó la demógrafa.
Sostuvo que otros pueblos sureños aunque mostraron un mayor número de nacimientos, en todos las muertes superan los alumbramientos: Ponce 1,591 muertes y 810 nacimientos; Coamo 322/179; Adjuntas 147/101; Peñuelas 184/139; Yauco 386/168; Santa Isabel 193/121; Salinas 250/144; Juana Díaz 407/277; Villalba 202/175, Arroyo 168/121 y Guayama 434/238.
La investigadora detalló que en 2023 la población total en estos 14 municipios del sur de Puerto Rico era de 451,871 personas, de las cuales, 101,117 eran adultos mayores de 65 años o más, representando un 22.4%.
Precisó que Guánica, Patillas, Yauco y Ponce eran los municipios con la mayor cantidad de personas de la tercera edad. En estos pueblos, uno de cada cuatro habitantes tenía 65 años o más, indicó.
La demógrafa destacó asimismo, que la significativa disminución en los nacimientos en el siglo 21 ha tenido un impacto notable en diversas actividades económicas asociadas con el crecimiento y desarrollo de la población más joven del país.
“Desde la ropa y los muebles para niños hasta los servicios médicos pediátricos, toda actividad relacionada con la educación y el entretenimiento se ve afectada por este descenso continuo en la natalidad. El efecto de estas reducciones en la estructura de edad es notable a medida que estos grupos van ganando en edad. Una disminución en el número de recién nacidos repercute primero en aquellas actividades económicas donde los protagonistas principales son los sectores más jóvenes”, observó.
La catedrática jubilada de la UPR recordó que desde principios de este siglo la población de Puerto Rico comenzó a experimentar reducciones sostenidas en las cifras de nacimientos vivos. Dijo que para el año 2000, se registró un total de 59,460 nacimientos, pero la cifra ha estado en descenso constante, acelerándose en los últimos años.
Sostuvo que los datos del Registro Demográfico al pasado 25 de enero de 2025 colocan en 18,021 la cifra preliminar de nacimientos a nivel isla en 2024.
“En el periodo comprendido entre el 2000 y 2024, hubo una reducción de un 70 por ciento. De acuerdo con los datos de natalidad de los últimos años, se espera que esta tendencia continúe, ya que los factores demográficos, sociales y económicos que han contribuido a estas bajas extraordinarias siguen presentes. Todo indica que muchos de estos factores, que afectan directa e indirectamente la ocurrencia de bajos niveles de natalidad, podrían agudizarse con las políticas y órdenes ejecutivas del presidente Trump”, estimó la demógrafa.
“La drástica disminución en la natalidad en Puerto Rico ha desencadenado una serie de efectos adversos que se reflejan en la estructura de la educación superior y en el panorama económico del país. Con una reducción del 70% en los nacimientos desde el año 2000 y una caída significativa en la matrícula escolar, es evidente que este fenómeno demográfico plantea retos sin precedentes para las instituciones educativas, que deben adaptarse a una población estudiantil cada vez más reducida”, abundó Rodríguez.
Sostuvo además, que la proyección de bajas tasas de fecundidad, junto con la migración y otros factores socioeconómicos, sugiere que el futuro de la educación en Puerto Rico dependerá de una planificación estratégica que contemple no solo la cantidad de estudiantes, sino también la calidad y relevancia de la oferta académica.
La demógrafa dijo que a la luz del cálculo de la tasa de fecundidad total para Puerto Rico de 2023 de apenas un 0.7 (menos de un hijo al finalizar el período reproductivo) las proyecciones apuntan a que la natalidad siga disminuyendo.
“La tasa fecundidad está tan bajita que va a ser muy difícil revertirla en estos momentos”, puntualizó Rodríguez, quien recordó que en 1950 esta tasa era de 5.37 hijos por mujer en Puerto Rico.
“Será imperativo que las instituciones universitarias respondan proactivamente a estos cambios, implementando políticas que no solo mitiguen el impacto de la disminución de la población joven, sino que también fortalezcan la educación superior como un pilar fundamental para el desarrollo del país”, subrayó la estudiosa de los cambios poblacionales.