Por Sara R. Marrero Cabán
PONCE – La escasez de empleados es palpable en la región Sur. Para el propietario ponceño Enrique Costas, le ha tomado tres meses reclutar a dos empleados de mantenimiento en su empresa Alarmas de Ponce.
“Se me ha hecho difícil, porque la gente que viene quiere que le pague en ‘cash’, porque están cogiendo los beneficios (del gobierno)”, expresó el empresario que fundó Alarmas de Ponce hace 47 años.
Similar a Costas, patronos han utilizado las redes sociales para resaltar la dificultad de llenar plazas de empleo, por lo que han recurrido a enviar correos electrónicos en masa y publicar anuncios para invitar a personas de pueblos limítrofes a unirse a sus equipos de trabajo.
En la Ciudad Señorial, la Caribbean School busca maestros de español, matemáticas, ciencias, arte, estudios sociales, historia, física y robótica para el nuevo año escolar 2021-2022 bajo la promesa de que “cuidamos a nuestros empleados” con beneficios de salud y planes 401(K). También, en el Colegio Ponce Value and Educational Academy se necesitan maestros de nivel elemental e intermedio.
Por otro lado, empresas pequeñas como ServiKlin-que ofrece servicios de limpieza comercial y residencial en la zona-busca personal de Ponce, Juana Díaz, Yauco y Santa Isabel. Los requisitos para ser considerado consisten en responder tres preguntas: ¿tiene transportación propia? ¿Cuál es su disponibilidad? ¿Residencia en qué pueblo?
De igual modo, el Hotel Ponce Hilton en la Ciudad Señorial buscaba cocineros, meseros, camareros y empleados de mantenimiento. Mientras, la empresa santaisabelina Campofresco Corp carecía de un técnico de control de calidad y Coopervision en Juana Díaz de operadores de dispositivos médicos para trabajar turnos de noche.
De manera similar, Plaza del Caribe creó una página en su sitio web para facilitar que las tiendas publiquen los anuncios de búsqueda de empleo. Al cierre de esta edición, tres restaurantes, tres tiendas y la optometría For Eyes buscan llenar plazas.
Lo mismo aplica para restaurantes de comida rápida, como Pollo Tropical y El Mesón, y tiendas por departamento, como Walmart y Sam’s Club.
Y, la falta de mano de obra no se limita a las empresas privadas. La Policía publicó un vídeo promocional, asegurándole una carrera que fomentará la confiabilidad, responsabilidad, bondad, respeto, civismo y justicia.
Poca participación laboral
Conforme a las estadísticas más recientes del Departamento de Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), la tasa de participación laboral a nivel Isla es de 41.2%.
Por ende, el restante 58.8% no se desempeña activamente en ningún sector laboral.
“Eso significa que hay gente disponible para trabajar. Eso es lo que está diciendo. Ese 40% lo que dice es ‘aquí el 40% de la población está o trabajando o buscando trabajo’. ¿Qué está haciendo el otro 60 que se supone que esté trabajando en el sector agrícola, en la construcción, en el turismo, en la manufactura, en el sector comercial? Pues, no está. No está participando del sector formal de la economía. O está participando del sector informal o está viviendo de transferencias federales, transferencias federales que han aumentado en los últimos dos años dramáticamente”, dilucidó el economista y catedrático de la Pontificia Universidad Católica, Edgar Rodríguez.
El DTRH especificó que esta poca participación podría deberse a la paralización gubernamental de muchos sectores económicos para evitar la propagación del COVID-19.
Entre los encuestados, 23,000 personas se catalogaron como empleadas y no trabajando, por cuanto al participar del estudio no trabajaron al menos una hora.
“Si los trabajadores que tenían un empleo, pero no estaban trabajando fueran clasificados como desempleados, la tasa de desempleo hubiera sido más alta que la informada. Utilizando datos históricos, un análisis de este contexto ubicaría la tasa de desempleo de marzo de 2021 en 8.9%”, explicó el informe.
El estudio cuantificó que 42,000 personas fuera del grupo trabajador que -a consecuencia de la pandemia del coronavirus- quieren trabajar, pero no buscan activamente un empleo ni están disponibles para aceptar un trabajo.
Para el economista, esto también se debe al temor al contagio del virus, que aún se palpa.
“Si la gente tiene miedo de salir y consumir, eso nos va a afectar a todos. Nos va a afectar a todas las empresas. Eso lo que hace es que cada vez menos empleos estén disponibles, menos empleos se crean y siguen generando y retroalimenta la baja en demanda y, por lo tanto, la baja en los empleos”, aseveró.
Los eventos del 2020 afectaron seriamente la economía del Sur. Los miles de seísmos registrados en la zona afectaron gravemente la infraestructura, especialmente en los cascos urbanos. Luego, la pandemia paralizó el progreso de los sectores económicos.
“En términos económicos, el Sur obviamente ha sido la región más afectada no tan solo por el deterioro de la infraestructura de los edificios, sino también la cantidad de empresas grandes, medianas y pequeñas que han tenido que cerrar. Lo percibes cuando ves la cantidad de edificios en desuso que hay en los pueblos del Sur.
Esto tiene un efecto significativo en la demanda por bienes y servicios en el Sur y lo que ha provocado que cada vez más empresas estén cerrando, empresa medianas y pequeñas cada vez (es) un problema y (son) empresas jóvenes, recién creadas con problemas”, analizó Rodríguez.
En Ponce, la tasa de desempleo es de 7.9 de una fuerza trabajadora de 44,058 (40,585 empleados y 3,473 desempleados). Entretanto, en la región suroeste-que incluye a los municipios de Guánica, Guayanilla, Peñuelas y Yauco-la tasa de desempleo es de 9.4 de una fuerza trabajadora de 64,936 (58,857 empleados y 6,079 desempleados).
Por su parte, el desempleo en la región de sur central-que comprende a Salinas, Coamo, Juana Díaz, Santa Isabel y Villalba-es de 8.4 de 47,039 trabajadores (43,102 empleados y 3,937 desempleados).
El sureste -que incluye a Patillas- tiene una tasa de desempleo de 8.1 de la fuerza trabajadora de 66,190 (60,848 con empleo y 5,342 desempleados).
Durante el pasado año, el Sur fue afectado seriamente por catástrofes atmosféricos y la pandemia del COVID-19, ya que los seísmos del 2020 afectaran seriamente la infraestructura de negocios-especialmente en los cascos urbanos-y la pandemia paralizó el progreso de sectores económicos.
A nivel Isla, la tasa de desempleo es de 8.8% o 92,000 personas, número que representa 4,000 personas menos al comparar con febrero (96,000). De estos, el 48% de los desempleados finiquitaron sus relaciones profesionales involuntariamente, se reportó.
Menos obreros agrícolas
Los sectores con menos participación a nivel Isla son el agrícola y empleados por cuenta propia.
En el lapso de un mes, la agricultura reflejó una reducción de 5,000 empleados (de 8,000 en marzo a 13,000 en febrero). La falta de mano de obra en este sector afectó gravemente al Sur, por cuanto provocó el cierre indefinido de la Finca Gargiulo, en Santa Isabel, y el reclutamiento de latinoamericanos para laborar en fincas en Guánica.
“Ese fenómeno de la finca es bien triste y es un efecto de un problema que está pasando en todo el país con relación a la escasez de mano de obra en sectores que requieren bajas destrezas (y) no digamos en los sectores que requieren altas destrezas. Si tú tienes que hacer eso para evitar la quiebra, tú estás en una crisis dramática y es bien fuerte, porque imagínate en los sectores donde las destrezas que se requieren son mayores, por lo tanto, más escasez. Tener que importar recursos humanos para poder operar una finca de tomates es bien triste y eso es lo que algunos han tenido que hacer. Algunos no tienen los recursos, pero los que no pueden ¿qué otras alternativas tienen?”, cuestionó Rodríguez. Asimismo, el estimado de personas empleadas por su cuenta se redujo de 182,000 en febrero a 171,000 en marzo.