Por Sandra Caquías Cruz
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Escuchar la palabra leucemia en un diagnóstico atemoriza, reconoció la oncóloga Noridza Rivera Rodríguez, antes de aclarar que una persona puede llevar años con la leucemia linfocítica crónica o LLC, no necesitar tratamiento y fallecer de otra afección.
La edad promedio en que se diagnóstica la LLC es a los 71 años y la mayoría de los casos son varones. Las estadísticas más recientes en Puerto Rico datan de 2014 cuando se reportaron unos 120 casos nuevos.
“No es una condición frecuente”, indicó la especialista. En los Estados Unidos se reportan unos 20,900 casos anuales.
“Hay pacientes que pueden tener la condición y no necesariamente requiere un tratamiento inmediato, y muchos pacientes podrían tener la condición y fallecer de cualquier otra”, destacó Rivera Rodríguez antes de señalar que lo primero que le deben preguntar al médico es si la leucemia es crónica o aguda.
La oncóloga explicó que la leucemia es un tipo de cáncer en la sangre, pero existe leucemia aguda y crónica.
En el caso de la crónica los síntomas son más paulatinos y muchas personas se enteran que la tienen cuando por alguna razón le realizan un laboratorio -CBC- y detectan que los glóbulos blancos están altos por lo que le realizan otras pruebas para identificar las razones.
Los glóbulos blancos elevados se pueden deben a muchísimas razones y no ser leucemia, aclaró. Una prueba más profunda para detectar esta enfermedad es una biopsia.
Contrario a la leucemia linfocítica crónica, la leucemia aguda es más agresiva. Tan pronto se detecta que se trata de la leucemia aguda hay que comenzar un tratamiento porque el paciente está en un alto riesgo de fallecer.
En los casos en que aparecen síntomas podría observarse que el paciente tiene la hemoglobina baja, aparecen moretones en la piel por problemas con las plaquetas, se presenta sangrado, agrandamiento de los ganglios linfático, hígado, sensación de estar lleno, entre otros.
“Muchos de los síntomas pueden aparecer en otras condiciones, pero si tiene algún esos síntomas debe ir al médico para tener una evaluación correcta”, recomendó Rivera Rodríguez.
No se conocen causas específicas de esta enfermedad por lo que resulta difícil intentar prevenirla. Lo que si han identificado son factores de riesgo.
Explicó que puede haber un paciente que estuvo expuesto a algún tipo de radiación, por ejemplo, una persona que tuvo otro tipo de cáncer durante la niñez y esa puede ser la reacción, pero esa radiación lo puede predisponer a otro tipo de condiciones por factores de riesgo y no tratarse de LLC.
“La realidad es que en la mayoría de los cánceres no tenemos una razón (causa) en particular. Tampoco es un tipo de cáncer que se relacione a factores hereditarios”, dijo.
El tratamiento para esta condición podría ser la quimioterapia, pero también hay otros tipos de medicamentos, entre ellos, las llamadas terapias personalizadas, algunas en forma de pastillas. Los médicos combinan los tratamientos y esto depende del estado en que se encuentre el paciente.
No hay estándar de tratamiento y puede ser que la persona “nunca lo necesite”, insistió. En algunos casos los médicos optan por el trasplante de médula ósea para tratar la leucemia.
“Se han desarrollado terapia que han demostrado se puede manejar la enfermedad y el trasplante de médula ósea, a pesar de que podría curar al paciente, tiende a tener un porcentaje alto de complicaciones que podrían hasta llevar a la muerte al paciente”, aclaró la oncóloga.
Resaltó la importancia de que los pacientes se mantengan visitando su médico una vez reciben el diagnóstico y que no piensen en lo peor.
“La palabra leucemia da un poquito de miedo, pero lo más importante es el seguimiento… sino tiene un monitoreo constante puede ser que no se dé cuenta y cuando se sienta bien mal ya sea muy difícil darle el tratamiento”, dijo.