Por Sandra Caquías Cruz
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PONCE – Devolver a la Playa de Ponce el desarrollo económico y que vuelva a ser la entrada a una Ciudad Señorial vibrante es la propuesta de una firma de arquitectos, integrada por tres hermanos jóvenes y playeros: Wesley Louis, Jenny y la ingeniera Jonely Amy López Rivera, de la firma Louis Amy AE Studio.
La propuesta, que lleva por nombre de Ponce a la Playa, rescata las estructuras de ladrillo que fueron almacenes para convertirla en locales comerciales, cafés, viviendas, hoteles y otros negocios, en un entorno vibrante que sirva de imán para atraer los turistas y barcos cruceros que pasan por la costa caribeña.
A grandes rasgos, la meta es una entrada costera, con un puerto justo en donde el Mar Caribe toca la avenida Hostos, la misma entrada que hace más de un siglo se utilizó para allegar mercancía, acelerar el comercio e impulsar la economía ponceña.
“Tiene que ser una puerta de entrada a Ponce, al sur”, afirmó Wesley Louis en una mesa en la que tenía la maqueta con su propuesta a escala y frente a un televisor en el que mostró el arquetipo del proyecto.
Los tres hermanos resaltaron que no les interesa entregar su propuesta para que un político la copie y la haga suya como una promesa más. Insistió en que se trata de un proyecto que la comunidad, los playeros y los ponceños, deben reclamar para regresar a Ponce al sitial de desarrollo económico que una vez tuvo.
“Queremos que esto sea un proyecto para la gente no de campaña”, dijo. “Nuestro interés es que, en algún momento, no se sabe quién o a quienes, se le presente y vea el potencial que tiene este proyecto, y nosotros saber que hemos puesto nuestro granito de arena”, resumió.
Explicó que hay muchos ejemplos de proyectos similares desarrollados en áreas costeras que en un momento pasaron al olvido, se convirtieron en inseguros, con mucha pobreza y que han sido rescatados.
“Lo importante es que la gente se dé cuenta que eso (la Playa) tiene un valor y es importante que la Ciudad se dé cuenta de qué es lo que vale la pena, en qué debemos invertir”, exhortó.
Resaltaron que “la Playa tiene todas las características de un poblado” y mencionaron la plaza, la iglesia, un centro de salud, muelle, el malecón, villa pesquera y muchos elementos culturales, como la Casa del Vejigante, el taller de Antonio Martorell y el de Diógenes Ballester, entre otros.
“Estamos desaprovechando todas esas cualidades que tenemos frente al mar, tenemos infraestructura, tenemos unos edificios, buenas calles, hay sentido de comunidad, tenemos historia, hay cultura”, mencionó entre los atributos y el potencial que tiene la Playa.
Explicó que los almacenes, con su arquitectura colonial, mampostería y ladrillos, ya se quedan pequeños para guardar grandes cantidades de mercancía, pero pueden tener un nuevo uso.
“No hay que sacar a nadie”
“Esto es un proyecto donde estamos rescatando el lugar. Lo que queremos es que la gente lo disfrute”, comentó. “No hay que sacar a nadie para hacer esto”, enfatizó. Eso sí, aclaró que hay dos estructuras aledañas al mar y en muy mal estado por lo que deben ser demolidas.
Sobre las vías de acceso, explicó que la propuesta incluye la restauración de una carretera que fue eliminada, pero que ahora sería necesaria para que la Playa tenga una calle que atraviese de este a oeste la zona.
Más importante aún, y a lo que esta propuesta le da énfasis, es al rescate de la arteria principal entre el centro urbano y la costa: la Avenida Hostos.
Wesley Louis, quien comenzó este trabajo como su ‘proyecto de fin de carrera’ en su maestría en arquitectura, resaltó el resultado que tuvo el que las carreteras que se construyeron y que atraviesan la Ciudad de este a oeste, relegaran las vías de norte a sur.
Explicó que, con el desarrollo de esas carreteras, fuera de la Playa, comenzó la decadencia de ese lugar, el cual llegó a tener más habitantes que muchos otros pueblos de Puerto Rico. Las comunidades se movieron a otros sectores industriales a lo ancho de la ciudad: El Tuque, Sabanetas, tenían sus parques industriales que generaban empleos. Mientras, la Playa decaía junto a sus almacenes.
Frenar deterioro
La propuesta de este trío de hermanos va dirigida a rescatar lo que queda en pie y evitar que lo que se ha ido levantando en el lugar se mantenga en pie. El proyecto integra lo que está, evitar que avance el deterioro y rescatar lo que se mantiene en pie.
Estos jóvenes quieren ver puertas abiertas. Mucha cultura, un área de turistas, una entrada marítima a Ponce, sin tocar el megapuerto porque aseguran que ambos proyectos pueden coexistir.
Explicaron que es necesaria la llegada de cruceros fuera del Puerto de Ponce, también llamado Puerto de las Américas, por lo que su proyecto plantea la construcción de un muelle para cruceros. El espigón de ese muelle estaría justo al final de la avenida Hostos.
El calado no sería un problema porque la bahía de Ponce cuenta con uno de los más profundos, el cual fue dragado como parte del desarrollo del Puerto de las Américas para que atracaran barcos postpanamax.
Señalaron que hay muchos ejemplos, algunos de ellos, en islas del Caribe, en los que las ciudades han desarrollado un puerto que recibe turistas y en su entorno hay toda una ciudad vibrante, con diversa clase de negocios.
Wesley Louis, quien es ingeniero arquitecto, explicó que tener un área pensando solo en turismo no es el objetivo del proyecto y debe haber una combinación de negocios con otras actividades, además de hoteles y proyectos residenciales. El lugar debe ser frecuentado las 24 horas.
“El protagonista es el lugar”, insistió.
La propuesta está cónsona con la opinión de líderes en el lugar que señalan el olvido en el que ha caído, por muchos años, ese importante sector ponceño.
El abogado Gilberto Limardo Rodríguez dijo que la Playa debe ir encaminada tanto a lo turístico como a lo cultural. “No lo veo como un desarrollo industrial”, abundó.
Resaltó que la Playa tiene un “potencial turístico que no ha sido desarrollado” y mencionó los importantes artistas, maestros del pincel, que han decidido establecer sus talleres de trabajo en esa comunidad, entre ellos Antonio Martorell, Diógenes Ballester y Franklin Graulau.
En la Playa también se encuentra la Casa del Vejigante donde, además de exhibir las emblemáticas caretas, ofrecen talleres de artesanías y temas de cultura. También colaboran en la organización del Carnaval de la Playa de Ponce, el cual ha representado la Ciudad fuera de Puerto Rico.
Limardo Rodríguez explicó que a la ruta de la Avenida Hostos “nadie le ha dado la importancia que tiene”. Recordó que en el lugar hubo un tranvía eléctrico para transportación entre los que llegaban a la Playa y se dirigirían al centro urbano.
Más tarde establecieron una de las líneas de carros públicos más importantes de la Ciudad y el programa municipal ‘Sistema Integrado de Transportación’, mejor conocido como SITRA, “ni consideró la Playa”, dijo.
Limardo Rodríguez dijo que era lamentable que “el Gobierno no ha mostrado mucho interés” en el desarrollo de esa zona. Explicó que se había propuesto un Distrito Cultural y nada ocurrió. “Siempre Ponce trató de impedir su desarrollo”, comentó.
Resaltó que la Playa, junto a sus sectores, con residenciales y urbanizaciones, llegó a tener unos 23,000 habitantes y actualmente se pueden contar 11,000 personas.
El presidente ejecutivo de MedCentro, Allan Cintrón, quien vio la propuesta, también acogió con agrado el que se desarrolle este importante sector ponceño, en el que está el centro de salud que dirige y las oficinas principales de MedCentro.
La Playa también cuenta con Tabaiba, el centro de orientación y servicios que estableció y desarrolló la fenecida religiosa Sor Isolina Ferré.
