La leche materna contiene nutrientes que benefician el crecimiento del infante.
El Centro Médico Episcopal San Lucas en Ponce promueve la lactancia materna como primera opción por sus beneficios para los bebés y sus mamás. Lo ideal es que se considere la lactancia ya que la leche materna contiene inmunoglobulinas que protegen al bebé de infecciones o alergias. Otros beneficios incluyen que es fácil de digerir y mejora el desarrollo cognoscitivo.
“Lactar ahorra tiempo y dinero, además de que ayuda al ambiente. Es algo que todas las mamás deben considerar ya que es natural. La Academia de Pediatría recomienda amamantar los primeros dos años, pero lo primordial es durante los primeros 6 meses. La mamá decide cuándo se lleva a cabo el destete”, expresó Edna Soto, Coordinadora en Lactancia del Centro Médico Episcopal San Lucas.
Uno de los mitos más comunes entre las embarazadas es considerar el tamaño del pecho como un factor para la producción de leche. Soto enfatizó que, sin importar el tamaño del pecho, se producirá la misma cantidad de sustancia. Muchas mamás consideran que deben dejar de lactar si se enferman, pero, la enfermera graduada de San Lucas aclaró que a través de la lactancia se pasa la inmunoglobulina al bebé que aporta al desarrollo de su sistema de defensa. Tampoco se debe dejar de lactar estando embarazada a menos que cause contratiempos en el embarazo o por recomendación médica.
“Hay personas que piensan que no producen suficiente leche. A medida que el bebé se va pegando más, aumenta la producción. La primera etapa es el calostro, una sustancia amarillenta de poca cantidad, que será suficiente para el bebé porque su estómago es muy pequeño durante los primeros tres días. Luego de eso surge la creación de leche transicional, donde aumenta el volumen de producción de leche. El bebé se alimentará según su necesidad”, añadió Soto.
Los problemas más comunes que puede desarrollar un bebé no lactado incluyen el aumento de peso, diabetes, e infecciones respiratorias como asma o neumonía. También se asocia el desarrollo de la leucemia a bebés que no son lactados. El cambio constante de fórmulas puede causar problemas gastrointestinales al bebé, lo que no se recomienda durante los primeros días.
“Es sumamente importante que la mamá se oriente durante el embarazo a través de grupos de apoyo, como el que ofrece el CMESL, para que se eduquen y preparen al momento del parto”, expresó.
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