Procedimiento CTO PCI ayuda a tratar oclusiones totales crónicas coronarias y mejorar calidad de vida.
Por Zulian González Antommarchi
zulian.gonzalez@ssepr.org
El Centro Médico Episcopal San Lucas (CMESL) cuenta con la tecnología para realizar angioplastias complejas. El procedimiento mínimamente invasivo consiste en dilatar arterias para tratar obstrucciones coronarias crónicas. Este procedimiento percutáneo reduce los riesgos de complicaciones y promete al paciente de enfermedad coronaria una rápida recuperación.
“El CMESL es una institución que atiende un gran volumen de angioplastias y tiene todo el arsenal de equipo necesario para poder realizar el procedimiento de intervención coronaria percutánea”, expresó el Dr. Edgardo Bermúdez Moreno, cardiólogo intervencionista y Director del Instituto Cardiovascular San Lucas.
El paciente que tiene una enfermedad coronaria puede tener una obstrucción en varios niveles o porcientos. Si la oclusión es mayor al 70% se considera una oclusión total crónica. La angioplastia para arterias con una oclusión total crónica se conoce como “Chronic Total Occlusion Percutaneous Coronary Intervention”, CTO PCI por sus siglas en inglés.
“Debes contar con un médico operador entrenado en este tipo de procedimiento que tenga suficiente experiencia y el apoyo de la administración del hospital ya que es un procedimiento costoso en donde se utilizan equipos variados y sub especializados como: alambres guías, catéteres guías y micro catéteres, sonido intravascular y otro equipo que se necesita para determinar el tamaño de las lesiones y los stents (o mallitas) que se deben poner y cuán agresivo se debe ser con la circulación distal”, manifestó el Dr. Bermúdez Moreno.
Sostuvo que, al culminar el proceso, el paciente se mantiene bajo observación directa de dos a tres horas. Luego se pasa a cuidado intensivo y, si está estable, se traslada a cuidado intermedio. Además, mencionó que previo a la intervención el paciente debe contar con la optimización de todos los medicamentos para angina, hipertensión, colesterol, diabetes y fallo cardíaco. Los pacientes que cualifiquen para el proceso deben ser aquellos que tengan una obstrucción total crónica, síntomas de angina o dificultad respiratoria en ejercicio o reposo y que se muestre que el territorio irrigado por la arteria de la oclusión total sea viable (que esté vivo).
“Los beneficios del proceso incluyen mejoría de angina de pecho y aumento en la capacidad de ejercicio. Si el paciente padece una oclusión o infarto en la arteria donante, y no se ha abierto la oclusión crónica, va a tener dos territorios afectados. Si se abre la oclusión crónica, sólo tendría el nuevo territorio afectado”, indicó.
El médico Bermúdez Moreno cuenta con oficina médica en la Suite 712 de la Torre Médica San Lucas. Para cita llame al 787-813-0550. Para información sobre el Centro Médico Episcopal San Lucas en Ponce y los servicios que ofrecen puede visitar su página www.sanlucaspr.org, o seguirles a través de Facebook, Instagram, Twitter, LinkedIn y YouTube o llamar al 787-844-2080.