Por Sandra Caquías Cruz
PONCE – En momentos en el que país atraviesa una pandemia, inicia la temporada de huracanes y los temblores de tierra no se detienen, Puerto Rico se queda sin sangre.
Las neveras en que almacenan las pintas están vacias a tal nivel que la semana pasada, en el Puerto Rico Blood Bank, ubicado en Ponce, solo había una pinta y un asiduo donante del vital líquido.
El Puerto Rico Blood Bank, en el sector industrial Sabanetas, suple sangre a los hospitales del sur que a diario la necesitan ya sea para un paciente que ha sufrido un accidente, fue sometido a una cirugía o una condición de salud que le compromete la vida, como el cáncer, entre otros casos.
Este centro también suple, en caso de tenerlo disponible, plasma de persona recuperadas del coronavirus, explicó Amarilys Silva, directora ejecutiva del Puerto Rico Consortium of Clinical Investigation (PRCCI), subsidiaria del Fideicomiso para las Ciencias, Tecnología de Puerto Rico.
Indicó que también suplen sangre para los estudios que se realizan en Puerto Rico sobre la enfermedad del COVID-19.
“Puerto Rico está en una situación crítica debido a que los abastos de sangre y plasma están en menos de un 50%”, indicó Silva antes de explicar que debido a la pandemia las personas no acudieron a donar. “Nuestra meta es subir esos abastos al menos a un 80%”, dijo.
La situación se agrava y preocupa a los profesionales de la salud porque en caso de una emergencia, ya sea un huracán, un terremoto o la pandemia que se vive, no tendrían sangre para los pacientes y no pueden depender de los Estados Unidos porque allá también los afecta el coronavirus.
El llamado a donar sangre fue urgente. La donación no compromete la vida del donante. “Tenemos un proceso bien cauteloso para la gente que va a donar sangre”, dijo Ada Victoria Cartagena, supervisora de PR Blood Bank.
Puerto Rico utiliza alrededor de 100 unidades (pintas) de sangre diario. “Ha bajado de tal manera, que hay días en los que no tenemos para 10 ni 15. Esto es importante porque la sangre tenemos que tenerla disponible en la nevera”, señaló.
Explicó que una vez se extrae la sangre le realizan varias pruebas de laboratorios cuyos resultados tardan varios días antes de que puedan utilizarla en un paciente. “Hay algunos casos en que se puede esperar, pero hay pacientes que no puede esperar”, destacó.
Además, la sangre que no tuvieran disponible en Puerto Rico la piden a los Estados Unidos, pero en la medida en que allá aumentan los casos de coronavirus se encuentran ante el mismo escenario que en Puerto Rico y eso agrava la situación, insistió.
«Los terremotos y la pandemia nos han coartado en el sur. Llevamos meses arrastrando inventarios negativos”, lamento Marcos Vega, gerente de mercadeo del PR Blood Bank, involucrados en la iniciativa #Lollevamosenlasangre.
Destacó que entre marzo y mayo tenían programadas unas 20 actividades de sangría y todas fueron canceladas. “Lamentablemente estas personas han tenido que poner en pausas su empleomanía, sus labores”, dijo.
“Tenemos que unirnos y donar sangre. Ahora mismo podríamos perder una vida por no tener sangre que por la pandemia, porque no tenemos suficientes abastos. Los hospitales están constantemente solicitándonos sangre”, explicó.
Insistió en que buscan “crear una cultura de donación, y que la gente se acostumbre a donar cada cierto tiempo”.
PR Blood Bank en Ponce: 787-651-1880