Por Miguel Díaz Román
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Los consumidores han enfrentado un aumento palpable en el precio de los alimentos no preparados que se adquieren en supermercados, lo que ha afectado la capacidad adquisitiva de miles de familias en el país en medio de la crisis causada por el coronavirus.
El alza en precios acontece mientras la mayoría de la fuerza trabajadora pública y privada ha dejado de trabajar como resultado del toque de queda y el cierre obligatorio de comercios al detal y de empresas, que entró en vigor el pasado 15 de marzo.
Aunque aproximadamente 170,000 empleados públicos continúan recibiendo salarios y una porción de los empleados de la manufactura continúa laborando, la gran mayoría de los trabajadores del sector privado, más de 700,000 que incluye también a los trabajadores por cuenta propia, no está trabajando y por lo tanto no están generando ingresos.
Pero cada vez que acuden a los supermercados encuentran aumentos de precio en el costo de los huevos, verduras, vegetales, aceite de oliva, quesos, mantecados, jugos, detergentes, granos y carnes enlatadas, jamones, pan de hot dogs y de hamburguesas, galletas, snacks de todo tipo y otra amplia variedad de productos necesarios.
El monto de los aumentos varían según la cadena de supermercados y los consumidores las detectan inmediatamente.
“Los huevos están ahora mismo a $3.59, hablo de los huevos americanos. Y los del país a $4.39. Subieron los quesos de slices, subieron los quesos de papa y demás a $3.09 y $4.19. Es un abuso. Subieron el jamón de sándwiches, la salsa Ragú a $2.50. El pan de hot dog a $2.49. Mire, los jugos en botellas están a $3.89 y hasta $4.39. $200.00 no dan para mucho o casi nada. Se están aprovechando de la situación”, dijo indignado Eduardo Alvarado mientras camina entre las góndolas de un supermercado en la zona metropolitana y conversa sobre el alto costo de los alimentos con EsNoticia.
Rosa Rodríguez, un jubilada que aún se mantiene en la fuerza laboral, alega que se ha quedado sin ahorros desde que comenzó la crisis del coronavirus y las escuelas públicas dejaron de ofrecer clases.
“Tengo a mis nietos en casa porque viven bien cerca y tengo que tener la nevera llena y mi marido, que es diabético, tengo que hacerle la dieta. Estas zanahorias jumbo antes costaban 68 centavos la libra y ahora están a $1.19 la libra, mire este paquetito cuesta $2.09. Los palitos de queso blanco que antes estaban a $3 y pico ahora están a $4.79….la malanga lila a $1.89 la libra….$100 no dan para nada”, se quejó la mujer mientras mantenía la distancia y se arreglaba la mascarilla que le cubría la boca y la nariz.
EsNoticia pudo constatar que las alzas de precio oscilan entre 20%, 40% y hasta más de 100% en determinados artículos.
El alza de precios ha ocurrido a pesar de que el Departamento de Asuntos del Consumidor emitió dos decretos para congelar los precios de los artículos de primera necesidad. El primer decreto fue emitido en febrero y congeló los precios de productos higiénicos como antibacteriales, artículos de desinfección personal, pañuelos desechables, mascarillas, alcohol isopropílico, desinfectantes, antisépticos y detergentes para la limpieza del hogar, entre otros.
El segundo decreto coincidió con la imposición del toque de queda y cierre de comercios establecido por la gobernadora Wanda Vázquez Garced. La nueva orden incluyó los alimentos enlatados y frescos, agua, leche, café, fórmula de leche para bebés, todo tipo de farináceos y granos, barras nutritivas. También, tanques, recipientes de almacenamiento de agua y de combustible, papel toalla, papel sanitario y artículos de higiene femenina. Además, ordenó la congelación del margen de ganancia a todos los niveles de distribución de gasolina o diésel y se ordenó la congelación del precio de venta del gas licuado al por mayor y al detal.
La secretaria de DACO, Carmen Salgado Rodríguez, reconoció que se ha registrado un alza en los precios de los alimentos y que llueven las quejas confidenciales de los consumidores en la página web www.daco.pr.gov, pero señaló que se han detectado pocos incumplimientos a las órdenes de DACO.
Sostuvo que la mayoría de los aumentos obedecen a alzas en el costo de los productos a nivel de los distribuidores o manufactureros, que está fuera del alcance legal de la agencia.
“Se han recibido 1,014 quejas y se han investigado. Solo se han emitido 64 boletos de infracción a las órdenes de congelación de precios. La orden de congelación de precios no significa que no ocurran cambios en los precios de los productos. Significa que el comerciante puede tener un margen de ganancia de hasta 30 % y que ningún detallista podrá tener un nivel de ganancia bruta mayor a los niveles vigentes a la fecha de emisión de estas órdenes”, dijo Salgado Rodríguez
La secretaria agregó que otra razón para que se registren aumentos de precio que no violan la orden de congelación de precios es que los detallistas han experimentado aumentos en el precio de los productos que le venden sus suplidores.
“Por ejemplo, el hand sanitizer (desinfectante de manos) ha sufrido aumentos enormes por la gran demanda que ha tenido ese producto recientemente y han entrado nuevas marcas al mercado y lo venden más caro a los detallistas y ellos deben tener las facturas para demostrarlo y tener facturas de productos de la misma categoría de otras marcas para poder comparar”, dijo Salgado Rodríguez.
La secretaria reveló que han recibido cientos de quejas por los altos precios de los alimentos.
“El consumidor nos ha dicho en quejas confidenciales a dónde tenemos que buscar y hemos ido a supermercados, farmacias, colmados, gasolineras. Se han dado cambios de precios y nuestro trabajo ha sido corroborar que se están dando cambios de precio en cumplimiento con nuestra orden. Lo que hemos visto es que la mayoría de esos cambios de precio surgen por parte de los distribuidores o los manufactureros en los productos que le venden a los detallistas”, dijo la secretaria.
Indicó que la capacidad legal de DACO se centra exclusivamente en las empresas con relación directa con los consumidores como lo son los detallistas y no en la relación entre empresas, como lo sería la relación que existe entre los manufactureros y los distribuidores y en los productos que le venden a los detallistas.
“Si hubo aumentos de precio injustificados a nivel del distribuidor o del manufacturero no lo sabemos y no está en nuestra jurisdicción”, dijo Salgado Rodríguez.
El director ejecutivo de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), Manuel Reyes, reconoció que se ha registrado un alza en el precio de determinados productos que venden los supermercados, los cuales atribuyó al alza en precios de parte de los suplidores.
El ejecutivo agregó que los suplidores de alimentos de los supermercados, que también suplen productos al sector de restaurantes y establecimientos de comida rápida, se han visto afectados porque el cierre de comercios decretado por la gobernadora representó la pérdida del 40 % de sus ventas que iban a restaurantes y “fast foods”.
“Los aumentos de precio en los productos en supermecados no son aumentos por un alza en el márgen de ganancia. Los aumentos en el precio de los productos es por circunstancias que están fuera del control de la industria”, indicó Reyes.
El ejecutivo presentó como ejemplo el incremento sustancial que se ha registrado en el precio del huevo importado, el cual “explotó” luego de que empezó el cierre de estados y de la economía de los Estados Unidos a consecuencia de la emergencia del coronavirus.
“Una caja de huevos que costaba $28 ahora cuesta $80. El cierre en estados y en países ha creado un problema de abastos mientras la demanda crece y eso crea también problemas porque se interrumpe la cadena de abastos y de distribución”, dijo Reyes.
El director ejecutivo de MIDA dijo que los supermercados han experimentado un aumento en sus costos de operación como resultado de la emergenia del coronavirus porque han tenido que adquirir desinfectantes y suplidos de higiene y protección para sus empleados, “una categoría de productos que han reflejado aumentos de hasta 500%”.
“Existe una percepción equivocada…las ventas por hora de los supermercados también se ha reducido por los controles que hay que observar para mantener el distanciamiento social, lo cual se ha manifestado en una merma en la cantidad de clientes que pueden entrar a los supermeados por hora. Además los horarios diarios se han reducido por orden del gobierno”, dijo Reyes.
El ejecutivo también señaló que la capacidad de los supermercados para ofrecer ventas especiales se ha visto afectada por que la enorme demanda de productos en el mercado internacional.
“La demanda ha reducido los abastos de los distribuidores, lo que le ha impedido a los detallistas adquirir grandes cantidades de determinados productos para poder ofrecer ventas especiales”, indicó Reyes. Agregó que en ocasiones el comercio al detal también se ha visto obligado a sustituir productos de otras marcas pero de la misma categoría, para satisfacer la demanda de los consumidores.