Por Ana Delma Ramírez
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El primer triunfo olímpico del equipo de baloncesto de Sudán del Sur sobre Puerto Rico, así como el preámbulo que realizó frente al “Dream Team” de Estados Unidos perdiendo por sólo un punto, se ha convertido en su ‘Caballo de Troya’.
El haber participado en la Olimpiada de Tokyo 2020 sin obtener ninguna medalla y conquistar la representación de África en el torneo de basquetbol olímpico es ya una gran hazaña.
“Sudán del Sur continúa subiendo, todo el mundo detrás de ti, nada es imposible”, asegura una publicación de la Federación Internacional de Basquetbol (FIBA).
Se asocia el éxito de este equipo de baloncesto del país más joven y pobre del mundo con el ex jugador y All Star de la NBA Luol Deng, que estuvo con los Lakers y los Wolves.
Deng indica la publicación Baloncesto Barahona, utilizó millones de dólares de su propio dinero en financiar al equipo de Sudán del Sur en sus primeros dos años. Integró a jugadores con vínculos de su país que juegan en ligas profesionales mundiales.
Le asiste su otrora compañero de equipo Joe Mantegna y es responsable de entrenar el equipo Royal Ivey, también ex jugador de la NBA.
El ganar su primer juego olímpico a Puerto Rico ha puesto en el mapa a Sudán del Sur, presenciar que tienen un juego digno de la élite del basquetbol en tan sólo 13 años de haber conseguido su libertad de Sudán.
Ha transcurrido varios días de ese partido donde se acogió el regreso del equipo de baloncesto de Puerto Rico, ausente del escenario olímpico por varias décadas y el debut a ese nivel de Sudán del Sur y la fanaticada de ese deporte continúa hablando del mismo.
No cabe duda Sudán del Sur apostó al desarrollo de su baloncesto y hoy están disfrutando sus candilejas.
