Por Miguel Díaz Román
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El Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo el jueves que la Casa Blanca está trabajando para enviar cheques de $1,000 dólares a la mayoría de los estadounidenses adultos en un plazo de tres semanas para compensar la pandemia de coronavirus, que ha tenido un efecto en la vida de la ciudadanía y ha obligado a detener una gran parte de la actividad económica en los Estados Unidos.
El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo que el tercer proyecto de ley de alivio por los efectos del coronavirus tiene como objetivo proporcionar préstamos, cheques y liquidez a los trabajadores estadounidenses y a las pequeñas empresas.
De manera preliminar se ha previsto realizar dos rondas de desembolsos en cheques o depósitos directos por la cantidad de $500,000,000 millones.
«Vamos a salir de esto rápidamente», dijo Mnuchin, según reseñó FOX Business.
La Comisionada Residente, Jennifer González, indicó está esperando por la aprobación de la medida en el Congreso para poder determinar la magnitud del efecto económico de la ayuda.
En una entrevista en la estación de television Wapa TV, González dijo que los fondos serán distribuidos entre los contribuyentes puertorriqueños y probablemente el criterio para deteminar la ayuda será el número de miembros de la familia y su ingreso.
Mnuchin indicó que en el plan previsto los adultos recibirían un pago inmediato de $1.000 dólares y los niños recibirían $500. Una familia de cuatro personas recibiría hasta $3,000. Los republicanos del Senado están considerando establecer como límite un ingreso de $75,000 para individuos y $150,000 para parejas.
De aplicarse estos ingresos como criterios definitivos, la mayoría de los cerca de 875,000 contribuyentes puertorriqueños podrían recibir el beneficio.
El secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza, Osvaldo Soto, sostuvo que el Ejecutivo está al tanto de las gestiones del Tesoro Federal para aprobar el estímulo económico y agregó que tan pronto se reciban detalles de los fondos que podrían ser distribuídos en el país los comunicará a la ciudadanía.
Los cheques en efectivo son parte de un plan más amplio de $1 trillón introducido por la Casa Blanca a principios de esta semana. Un $1 trillón es equivalente a un millón de billones.
El plan incluye $300,000,000 millones para que las pequeñas empresas contraten gente y mantengan a los trabajadores en la nómina; $200,000,000 millones para más facilidades con la Reserva Federal para préstamos garantizados a industrias muy afectadas como las aerolíneas; y $500,000,000 millones que serán distribuídos en cheques o depositados directamente en las cuentas bancarias de la mayoría de los estadounidenses.
Mnuchin dijo que el primer desembolso de $250,000,000 millones en cheques o en depósitos directos se podría realizar en las primera semana de abril.
El secretario agregó que si la crisis sigue en curso en seis semanas, el gobierno federal entregará una segunda ronda de cheques por la misma cantidad de dinero durante el mes de mayo.
«Eso es mucho dinero para los estadounidenses trabajadores que están en casa», dijo Mnuchin.
Hasta ahora, la Casa Blanca y el Congreso han aprobado dos paquetes de estímulo, incluyendo $8.300 millones en fondos para esfuerzos de prevención e investigación, y un proyecto de ley que extiende la licencia por enfermedad con goce de sueldo a la mayoría de los estadounidenses y proporciona pruebas gratuitas para detectar el coronavirus.
Los estadounidenses nunca antes habían recibido dinero en efectivo sin restricciones. La Casa Blanca envió cheques a los estadounidenses en 2001 y 2008 para hacer frente a las recesiones de la época, pero se consideraron reembolsos a los contribuyentes.
Todavía no está claro cuán aguda sería la recesión económica en los Estados Unidos, pero el distanciamiento social ha llevado a la cancelación de escuelas, políticas de trabajo obligatorio desde el hogar, aviones en tierra, cruceros anclados y el cierre abrupto de tiendas, restaurantes y bares en todo el país.
El cierre de una parte significativa de la economía está casi garantizado para causar una enorme caída en el gasto de los consumidores, lo que impulsa alrededor de dos tercios del Producto Bruto Interno del país, lo que indica que podría causar un profundo dolor económico.
