Por Redacción Es Noticia
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Residentes del barrio Saint Just, en Trujillo Alto, hicieron un llamado a las autoridades para que atiendan la ola criminal que los afecta y enviaron una ristra de fotos de proyectiles de bala sobre el pavimento de una noche violenta en la supuesta discoteca que hay en esa comunidad.
Según un comunicado de prensa, las versiones de lo ocurrido en el incidente no fueron aceptadas por la Policía que solo consideró lo dicho por la administradora del negocio y no la evidencia recuperada ni lo que quedó grabado en los vídeos.
Los residentes exigieron a la Policía que someta al Departamento de Justicia una solicitud de investigación para que sean fiscales los que investiguen y aclaren el motivo y las circunstancias de un tiroteo ocurrido en la madrugada de hoy (sábado – 2:33 am), donde un cliente de un negocio supuestamente hizo 32 disparos.
“Me parece que este incidente no puede pasar desapercibido, es muy grave lo que ocurrió en este lugar, que estaba atestado de público y milagrosamente solamente una persona salió herida, la cual no quiso que la llevaran a un hospital», señaló un vecino del lugar que se identificó como Eulogio Vivaldi.
En declaraciones escritas, explicó que supuestamente un cliente del lugar discutió con una fémina y al intervenir la pareja, el cliente desenfundó una pistola zafándose un tiro dentro del negocio.
«Inmediatamente un policía que ofrece seguridad privada (actuaba en ropa de civil dentro del negocio), junto a otros clientes lograron controlar al individuo, sacándolo a la carretera 848 (frente al negocio) donde el cliente molesto hizo siete disparos. Aunque tardaron en el forcejeo, varios clientes se unieron al oficial de seguridad logrando controlar al portador del arma de fuego», describió.
«Mediante una fuerte discusión y con la intervención de varias féminas, el individuo abandonó el lugar en un vehículo todo terreno (four track), en su salida disparó al aire unas 22 balas. Inmediatamente comenzó una pelea entre féminas, donde una de ellas dejó perdido en el pavimento un costoso reloj, el cual más tarde la Policía se incautó del mismo», señaló.
«Puedo asegurar que desde que abrieron esa discoteca los vecinos no podemos dormir, muy en especial los que vivimos detrás del negocio. Allí se ofrecen shows con animadores de música urbana, han puesto hasta carpas con orquestas, las cuales sabemos que no tienen permiso”, indicó.
El residente informó que no es la primera vez que surgen querellas sobre el alto volumen y el ruido que levantan las motoras y vehículos alterados que visitan el lugar en horas de la madrugada.
Los vecinos insistieron al Departamento de Justicia que asigne un fiscal para investigar el asunto «ya que la Policía “cuadró” una versión ofrecida por la administradora del negocio diciendo que fue un individuo que al pasar con un vehículo todo terreno hizo varios disparos».
“Esa versión no es cierta, el oficial privado de seguridad alteró la escena del crimen eliminando (recogiendo-desapareciendo) la mayoría de los casquillos de balas que se encontraban en la vía pública para que la Policía no tuviera evidencia, lo que es un delito mayor con pena carcelaria».
«La Fiscalía debe solicitar los videos de los negocios adyacentes, así como las propias cámaras de la discoteca, donde de seguro se refleja el incidente. Si la versión final en el informe de la Policía es esa, entonces hay que también procesar a los agentes del orden público que se pusieron de acuerdo para cambiar la versión de los hechos. Los cientos de clientes que se encontraban dentro del lugar corrieron a sus vehículos abandonado el área, escuchándose voces diciendo; “corran, corran, montese en sus autos y salgan rápido, viene la Policía”, indicó.
