Por Redacción Es Noticia
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El Comité Fratelli Tutti, de la Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico, recién celebró el Viacrucis del Migrante desde Palo Seco hasta Isla de Cabra, en Toa Baja, con el que buscaban reavivar y visualizar el rostro sufriente del migrante obligado a huir y naufragar.
Este año, bajo la temática ‘Dominicanos y haitianos obligados a migrar’, enfatizaron que ese camino se emprende de manera obligatoria no voluntaria.
Varios centenares de fieles dominicanos, haitianos y puertorriqueños se dieron cita como un signo del compromiso de unión entre las naciones caribeñas.
Sacerdotes dominicanos y haitianos caminaron de la mano, como una cátedra sobre cómo rebasar todo tipo de nacionalismo. Entre los caminantes orantes había boricuas descendientes de dominicanos y haitianos.
Cabe destacar que, en el marco previo de la convocatoria del Viacrucis del Migrante 2024, el primer ministro de Haití Ariel Henry, llegó por unos días y desde suelo boricua renunció a días de la celebración del Viacrucis. Esto ante la realidad violenta de que las pandillas haitianas controlan más del 75% de la capital de esta nación.
Por su parte, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) dos días antes del Viacrucis del Migrante emitió una convocatoria para una “Jornada continental de oración” por Haití.
El viacrucis por los migrantes comenzó este año en el parque de pelota de Palo Seco con fotos de personas torturadas y naufragadas en el mar elevadas por encima de la multitud. En esta ocasión se integraron a la procesión las banderas del Vaticano, Puerto Rico, Estados Unidos, Haití, República Dominicana, México, Perú y Guatemala.
Uno de los signos representativos en este año fue una yola simbólica en color blanco adornada con banderas dominicanas y haitianas cargada por hombres y mujeres que habían llegado hasta aquí en una yola como esta, pero de dimensiones mayores.
La actividad concluyó en Isla de Cabra en la playa con el Acto de las Banderas Lloran. Participaron dos obispos y el clero de la Diócesis de San Juan de Puerto Rico. Entre ellos hubo sacerdotes puertorriqueños, dominicanos y haitianos orando por los migrantes en general, los migrantes de Latinoamérica, los migrantes haitianos, dominicanos y puertorriqueños y para que sean creadas leyes justas que protejan la vida de los migrantes.