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Viven en módulos desde los terremotos

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Por Sandra Caquías Cruz

redaccion@esnoticiapr.com

 

YAUCO – Al final de un pedregoso camino, en el sector Ciénaga, del barrio Barinas, en este pueblo, viven 18 familias que, desde enero de 2020, cuando el sur se estremeció por un fuerte terremoto, construyeron pequeños ranchos de madera y zinc para dormir.

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Todos perdieron sus casas la madrugada del 7 de enero. Algunos vecinos del sector Ciénaga empacaron y migraron a los Estados Unidos a la espera de alguna ayuda para regresar. Otras familias decidieron no dejar sus casas, aunque fueron declaradas que no son seguras.

Una de las residentes, quien solicitó no ser identificada, explicó que hay varias personas que viven en la comunidad, pero sus casas no son habitables por la proximidad a una grieta en el suelo que se formó con los terremotos. “Las otras no se pueden vivir por la falla”, señaló.

Un total de 35 familias están sin techo seguro en esa comunidad, 18 de ellas viven en diez ranchos, que algunos llaman módulos. Allí residen adultos mayores y varios niños, quienes durante el paso del huracán Fiona tuvieron que salir a buscar refugio.

El servicio de electricidad es un arrimo al antiguo contador de una de las casas destruidas.

Decenas de extensiones se unen entre los módulos y así energizan sus enseres. También colocaron lámparas solares para alumbrar el lugar. El agua le llega de una misma línea y se distribuyen el pago por ese servicio.

“Tenemos luz porque yo la cojo desde casa”, dijo una de las residentes. “Él (Alcalde) dice que iba a hacer unas casas aquí en Barinas”, comentó la residente, temerosa a que los ubiquen lejos de la comunidad donde ha vivido toda la vida.

El alcalde de Yauco, Ángel Luis Torres Ortiz, explicó que está a la espera del Departamento de la Vivienda para que autorice el dinero asignado para construirle viviendas a estas familias.

El municipio tiene el terreno y comenzó a construir los cimientos de cinco de esas viviendas, pero fue con dinero municipal que se terminó.

El municipio tuvo que asignar de los fondos municipales para atender las necesidades de los yaucanos debido al paso del huracán Fiona y las lluvias en las semanas subsiguientes, explicó el Alcalde.

Hasta hace una semana, Yauco tenía una veintena de clientes sin servicio de energía eléctrica desde el paso del huracán Fiona. El municipio les suministra gasolina para que puedan subsanar los gastos en combustibles con el uso de generadores de electricidad, indicó.

Torres Ortiz explicó que son un total de 35 casas las que estarían construyendo en un terreno del barrio Susúa Alta, aledaños a la comunidad Monte Verde.

“Tenemos adelantado el terreno y el diseño de las unidades de vivienda; simplemente estamos a la espera de que el Secretario de la Vivienda nos transfiera los fondos para proceder con la subasta”, explicó el Alcalde.

“Estamos esperanzados que, en el próximo mes, esto se pueda dar y comenzar con el proceso de subasta que demora 90 días para así, el próximo año poder construir las casas para esa gente que tanto lo necesitan”, indicó el Ejecutivo Municipal.

Los terrenos ya fueron segregados, pero las familias ven incierta la fecha en que tendrán su casa, lamentó una de las residentes entrevistadas por Es Noticia y quien cuidaba a Carmen Vargas, una mujer de 84 años, quien también vive en uno de los módulos construidos por un grupo religioso de Aguada que llegó a socorrerlos tras los terremotos.

Mientras, Yahaira Ayala Rivera, quien vive con su esposo y tres hijos de 21, 17 y 13 años, dijo que le ofrecieron apartamento en un residencial público en Ponce, pero prefiere quedarse en los módulos antes de optar por esa oferta.

Narró que “para (el paso del huracán) Fiona nos tuvimos que repartir con familiares” para protegerse. Mostró que su módulo se mojó y que se le deterioró el piso y tuve que cambiar varias de las maderas porque estaban mojadas, así como algunas pertenecías. El agua percolo por paredes, ventanas y techo.

La mujer que cuidaba a doña Carmen dijo que con el paso del huracán Fiona “se nos metió el agua y se nos mojaron los matres. Era con mucho viento y por las rendijas se nos metía el agua”.

Explicó que tuvo que secar los matres al sol y los están utilizando a la espera de unos que le van a entregar unas religiosas.

El Departamento de la Vivienda no contestó la llamada para informar el estatus del proceso para la asignación del dinero y construcción de las viviendas.