Por Ana Delma Ramírez
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Desde la llegada del consorcio LUMA Energy para asumir el control de la red de transmisión energética de Puerto Rico, esto en el 2021, su presencia ha provocado una controversia que ha sido tema de análisis en varios sectores y medios de comunicación.
La contratación de LUMA modificó la historia energética de Puerto Rico, que por décadas estuvo en manos de la Autoridad de Energía Eléctrica, institución descrita como deficiente y responsable del deterioro energético local.
Sobre esas bases, y otras consideraciones, la presente administración acogió con beneplácito ratificar la negociación que había iniciado la saliente gobernadora interina Wanda Vázquez, de poner en manos privadas este vital sistema.
Esta semana regresó con más fuerza la discusión pública sobre el perfil eléctrico de la isla. Un sector privado ha propuesto, como una posible solución a la debacle de LUMA, el satisfacer la demanda de energía a los consumidores con la instalación de un cable submarino para que la República Dominicana proveer energía eléctrica a Puerto Rico.
Lo irónico de esa propuesta es que en 2008, el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá, firmó un convenio con Colombia para traer un cable submarino y a través de Puerto Rico suplir energía eléctrica a la República Dominicana, ya que ese país tenía situaciones precarias con su sistema eléctrico.
Pasadas varias administraciones del Partido Popular Democrático y Partido Nuevo Progresista ese convenio se hizo “sal y agua”.
Publicaciones recientes del periódico Diario Libre, de la República Dominicana, informan que en ese país caribeño el servicio de energía eléctrica está estable, pero distante de su equilibrio financiero.
Otra nota de Diario Libre establece que la economía dominicana está en crecimiento significativo “cada vez con más y más demanda de energía eléctrica” mientras los industriales claman por un mejor servicio eléctrico.
La organización Global Energy Monitor que estudia el panorama energético internacional apunta a que en Puerto Rico se consume 70 veces más energía de la que se produce.
“El perfil energético del Territorio de Puerto Rico en cuanto al consumo per cápita del Estado Libre Asociado es una cuarta parte del promedio de los 50 estados de Estados Unidos. Con combustibles fósiles generan el 94% de la electricidad de la isla, lo que contribuye a que Puerto Rico tenga un precio más alto de energía que en Estados Unidos excepto en Hawaii”, señala.
Sobre la República Dominicana, describieron en su perfil energético del 2020, que el 80% de su producción de energía es de combustible fósiles, hidráulica 6.11%, solar 1.64% y de biocombustibles 0.90 %.
Mientras, el Global Energy Monitor documenta que la República Dominicana -en el 2020- tenía una alta incidencia de cortes de energía en comparación con otros países de América Latina y el Caribe.
Señala que esos cortes obedecen a consecuencia de infraestructura de transmisión y distribución deficiente. Interrupciones del servicio en las centrales eléctricas que les crea problemas. Destaca que desde el 2021 la República Dominicana se impuso general más electricidad.
