Por Sandra Caquías Cruz
redaccion@esnoticiapr.com
GUÁNICA – Uno de los mayores atractivos de este costero pueblo, el más afectado con el terremoto del pasado 7 de enero, son sus playas. Aseguran que Guánica tiene 28 playas.
La administración municipal estima que la población flotante durante los fines de semana ronda las 300,000 personas, muchas de las cuales se quedan en los hoteles o pequeños hostales para disfrutar de las playas y la gastronomía, ese es motor económico del pueblo.
El terremoto y su secuela de temblores, que se cuenta en miles, no se ha detenido. La avalancha de personas que visitó Guánica en las pasadas semanas no buscaban las playas. Llegaron cargados con suministros para distribuir a los afectados por los sismos.
Empero, esa realidad comenzó a cambiar. Las playas de Guánica comenzaron a ser disfrutadas por los turistas. Los comercios de esos puntos turísticos poco a poco van abriendo sus puertas.
Un recorrido que Es Noticia realizó ayer por Guánica confirmó que las personas regresaron a disfrutar las playas y otros a consumir en los negocios, y de esa forma, apoyar al comercio que intenta levantarse.
Librada López, residente en Cupey, llegó a Guánica con grupo de personas para un llamado ‘chinchorreo’ en el que también visitaron la costa de Guayanilla y finalizarían en La Parguera.
López, quien dijo ser enfermera, explicó que llegó a dialogar con damnificados, pero éstos aseguraban que no necesitaban artículos de primera necesidad y aprovechaban para culpar al Gobierno de no haber sido diligente en atender la situación.
«Hay una muchacha que está viviendo en la casa de sus papás, y nos dijo que no les ha faltado nada de comer, de ropa ni nada; simplemente que el Gobierno no les ha ayudado», indicó la mujer que con el resto del grupo de excursionistas compraban alimentos en los quioscos del poblado Ensenada.
En Playa Santa eran muchas las personas que se bañaban en la playa, a pasos de dos edificios multipisos que mantienen desocupados.
Tanto el edificio de apartamento para alquiler que tiene la Asociación de Empleados del ELA como el que tiene forma de circulo estaban desolados.
A la salida de Playa Santa era evidente la cantidad de estructuras que sufrieron daños con los sismos, algunas de las cuales tienen cintas amarillas de precaución para restringir el paso.
Los residentes aseguran que los sismos que habían sentido durante el pasado fin de semana son menos y de menor magnitud.