Por Ramón Hernández Torres
Alcalde de Juana Díaz
JUANA DÍAZ – Hay eventos y noticias que toman tiempo en lo que uno logra procesar para tener el corazón y la mente en control antes de hacer una expresión pública y terminar siendo un agitador más o un provocador de más odio o desinformación.
Para este servidor como Alcalde, como líder, pero más aún, como padre, esposo, abuelo, hermano, en fin como puertorriqueño, las noticias más recientes relacionadas con el vil asesinato de Andrea Ruíz y de Keishla Rodríguez duelen profundamente.
Duelen porque en el rostro, en la persona de cada una de estas jóvenes siento el peligro constante que se cierne sobre las vidas de mis hijas, de mis nietas, de mis hermanas, sobrinas; sobre las vidas de todas las mujeres que pueden estar en este momento delante de su verdugo y no saberlo.
Siento dolor, rabia e impotencia. Y me pregunto, ¿qué puedo hacer yo para evitar que la violencia de género o la violencia intrafamiliar nos robe un espacio más a la mesa de las familias puertorriqueñas?.
O mejor aun, ¿qué puedo dejar de hacer para aportar a forjar una sociedad más justa, más solidaria, menos presta a juzgar y más a colaborar, a escuchar con mesura el grito de miles de mujeres que en muchas ocasiones buscan ayuda y apoyo sin necesariamente encontrarla?
Como padre, les invito a que juntos asumamos la responsabilidad de cuidar a nuestros hijos e hijas. No estigmaticemos a la mujer dejándoles a ellas la responsabilidad de salvaguardar su integridad en cualquier relación de pareja que establezcan.
También como padres debemos procurar forjar varones con una visión de equidad y de respeto hacia otro ser humano; que comprendan desde niños que quién llegue para estar a su lado, no es un objeto más que colecciona y posee y del que puede disponer a su antojo.
El caminar por la vida me ha hecho madurar y sobretodo me ha dado la oportunidad de aquilatar el valor de la mujer: como profesional, como madre, como pareja, como fuente de una energía renovadora.
Reflexionemos. Iniciemos esa conversación tan necesaria como padres, como pareja, como familia, como amigos y compañeros de trabajo sobre la violencia de género. Establezcamos juntos una ruta que nos permita vivir en una sociedad con mayor tolerancia y equidad.
Por Andrea, por Keishla, por las víctimas de feminicidio y de violencia de género en Juana Díaz como el caso de Arelis Suárez; por las que han desaparecido y de las que no sabemos su paradero, por todas las que han muerto a manos de quién dejó de ser humano para convertirse en un animal dispuesto a destruir la vida de lo que creyó erróneamente le pertenecía.
Por todas ellas, por sus familias, por nosotros: Basta ya de la violencia, #niunamenospr #niunamaspr