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Aumenta población de adultos mayores en el sur

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Por Sandra Caquías Cruz

redaccion@esnoticiapr.com

 

PONCE – La migración, las parejas que desean tener menos hijos y la búsqueda de un trabajo que represente mayor estabilidad son algunas de las razones a las que le atribuyen el que cada vez son más los adultos mayores en Puerto Rico y la región sur no es la excepción.

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Esos adultos mayores son los mismos que en el Censo del 2000 estaban en los 50 años y sobre los que cayó un sinnúmero de circunstancias externas que decidieron afrontar en suelo boricua a la espera del turno al retiro.

Ahora, con seis o siete décadas encima, esa población se va multiplicando y cada vez son más, según refleja el Censo del 2020, un conteo realizado en momentos en que la tierra de la zona sur temblaba casi a diario y en que los aeropuertos se abarrotaban de familias jóvenes que deseaban abandonar la Isla.

Las estadísticas del Censo 2020 confirman lo que se ve en las calles del sur: alrededor de un cuarto de la población en cada uno de los pueblos sureños tiene 65 años o más. Cabe señalar que la situación no es única en el sur.

El Censo del 2000 reflejó que, en Puerto Rico, el 11.2% de la población tenía 65 años o más; en el 2010 esa cifra incremento a 14.5% y en el 2020 ya alcanza el 22.3% de los habitantes.

Mientras, el pueblo del sur con el porciento más alto de personas de la tercera edad es Guánica donde la cifra alcanzó los 26.9%, le sigue Patillas con un 25.2% y el tercero es Yauco donde el 24.4% de sus habitantes tiene más de 65 años.

En el caso de Guánica, el Censo de 2000 reflejó que el 11.3% de su población tenía 65 años o más; diez años más tarde (Censo de 2010) esa cifra aumentó a 16.1% y en el 2020 alcanzó el 26.9% de la población.

Los 14 municipios sureños -en los que se distribuye el periódico Es Noticia– registraron un aumento en la población con 65 años o más; también son municipios donde la mayoría de la población son mujeres y en los que ha ido decreciendo la población de menos de 18 años, según el Censo del 2020.

 

Menos la población con 18 años o menos

La merma en la población menor de 18 años es marcada en pueblos como Santa Isabel, donde el Censo del 2010 reflejó que el 29.1% de sus habitantes tenían 18 años o menos y en el Censo del 2020 solo un 18.8% tienen 18 años o menos, o sea la merma es mayor a un 10% de la población.

En el caso de Ponce, la población de 65 años o más aumentó de 15.1% que tenían en el 2010 a 23.7% en el 2020. El Censo del 2020 refleja una merma de 28,836 habitantes en Ponce si se compara con la población de una década atrás.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló que la decisión de proclamar el período comprendido entre 2021 y 2030 como Decenio de las Naciones Unidas del Envejecimiento Saludable, viene dada por la previsión de que, para 2030, el número de personas mayores de 60 años crecerá un 38% (de 1.000 millones a 1.400 millones), y superará globalmente a la juventud.

 

Advertencia de la ONU

La ONU destacó que ese grupo de la población puede seguir haciendo al funcionamiento de las sociedades y a la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Resaltó la importancia de brindarles oportunidades para que participen activamente en la sociedad y hagan contribuciones importantes, garantizando la igualdad de oportunidades para que las personas de edad puedan disfrutar plena y efectivamente de sus derechos humanos y desarrollar plenamente su potencial humano.

“Tenemos que desarrollar políticas públicas con relación a la población envejeciente”, destacó la doctora Waleska Sanabria, directora del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR).

Exhortó a los municipios a desarrollar políticas dirigidas a atender, más allá de la infraestructura municipal, la vivienda, la salud, los servicios de educación sobre tecnología, actividades culturales, transportación entre los barrios, y a la aprobación de leyes enfocadas en los adultos mayores.

 

¿Cómo se preparan los municipios para atender ese gran sector de la población?

El alcalde de Coamo, Juan Carlos García Padilla reconoció que no todos los pueblos tienen un plan diseñado a esos fines, aunque realizan esfuerzos aislados para servir a los adultos mayores. Ese plan, resaltó, no se establecer de la noche a la mañana y que conlleva mucha planificación.

En Coamo, según explicó, adicional a las medidas que están delineadas, y que conllevan viabilizar egidas para los adultos mayores, están próximos inaugurar el programa ‘Centro a la Comunidad’, dirigidos llevar a los hogares los servicios que ahora ofrecen los centros de envejecientes.

Señaló como ejemplo el llevar alimentos a los hogares, poner un ama de llave que los visite y le limpie la vivienda o le cocine, de acuerdo con las necesidades. En algunos casos le ayude a coordinar las citas médicas. Para los que pueden salir de sus viviendas tiene programas de distracción en los que pueden participar.

Reconoció que el municipio no ha establecido un transporte colectivo que facilite el que los adultos mayores puedan viajar desde sus respectivos barrios hasta el centro urbano para que realicen sus diligencias.

García Padilla aclaró que son servicios para los adultos mayores que no tienen hijos o estos no pueden pagar por ese servicio. “Vamos a ir contra los hijos que no quieren asumir a su responsabilidad”, advirtió.

“Esta es una situación que se está dando en Puerto Rico y en todo el mundo. No es que hay más viejos, son los mismo, es que se nota más”, dijo García Padilla, quien destacó que la mayor preocupación con esa población es que atiendan su salud.

Resaltó que la escasez de médicos especialistas es cada vez mayor y esa es una población que no puede esperar seis meses o más para ser atendida porque pudiera representar su vida o muerte. Asimismo, señaló que en sus visitas a los hogares observa que hay muchos adultos mayores que se valen por sí mismo, pero son muchos “los que caen en el abandono”.

“La crisis de natalidad es tan grave que aun cuando ellos jóvenes decidan tener hijo no va a satisfacer reemplazar una población”, dijo la antropóloga antes de señalar que hace muchos años los demógrafos han estado señalando que esto iba a ocurrir, pero “no nos preparamos”.

“La vejez culturalmente hablando, es indispensable para reproducir la cultura”, resaltó la antropóloga. “Los envejecientes son sabios en experiencias de vida. Son indispensables en la sociedad. No los podemos desplazar”, dijo.

El Perfil Demográfico de la Población de Edad Avanzada, publicado el 2021 por la Oficina del Procurador de las Personas de Edad Avanzada, concluye que “no existe la menor duda que una población con una estructura de edad vieja, como lo es Puerto Rico, constituye un gran reto demográfico con enormes implicaciones y constantes desafíos para el gobierno, la población de edad avanzada y sus familias”.