Por Redacción Es Noticia
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Un plantel abandonado podría ser la causa de un brote de pulgas que ha afectado a estudiantes y maestros de la escuela elemental Ernesto Ramos Antonini en Ponce.
Según denuncian padres y miembros de la comunidad escolar, la situación lleva más de una semana sin ser controlada, a pesar de las intervenciones del Departamento de Educación.
Madres y maestros preocupados por la propagación del brote
Irka González, madre de una estudiante afectada, expresó su preocupación al señalar que su hija ha sido víctima de múltiples picaduras. Marcus Alvarado Ortiz, miembro del consejo escolar, relató que los niños se han quejado de picor constante e incluso mencionó que el abrigo de un estudiante estaba lleno de pulgas.
Por su parte, Alberto Luis Torres Jiménez, presidente del consejo escolar, informó que los estudiantes han dejado de asistir a la escuela, aunque el personal docente y administrativo sigue trabajando en el plantel, a pesar de que también han sido afectados por picaduras.
¿Un plantel abandonado es el foco del problema?
Los maestros han señalado que la infestación podría estar vinculada a una escuela abandonada ubicada junto al plantel, la cual cerró hace más de una década. En esta estructura se han refugiado animales sin hogar, lo que podría haber contribuido a la proliferación de pulgas. Además, un salidero de agua en la entrada del edificio ha generado preocupación por un posible criadero de mosquitos.
El Departamento de Educación responde
Ante la crisis, el Departamento de Educación informó que se ha contratado una compañía de fumigación, la cual ha realizado tres tratamientos de desinfección en el plantel. Sin embargo, miembros de la comunidad escolar cuestionan si los productos utilizados han sido efectivos para erradicar el problema.
Asimismo, la agencia indicó que ha iniciado acercamientos con organizaciones defensoras de los animales y el municipio de Ponce para manejar la presencia de animales realengos en la escuela, los cuales podrían estar contribuyendo a la propagación del brote.
Por el momento, la incertidumbre persiste entre padres y maestros, quienes exigen soluciones inmediatas para garantizar la salud y seguridad de los estudiantes.