Por Miguel Díaz Román
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Las avalanchas de ciudadanos que desde ayer han abarrotado los comercios, supermercados y los grandes almacenes para comprar todo tipo de provisiones y que especialmente han vaciado las góndolas de productos higiénicos y de limpieza con la esperanza de obtener un limpiador para manos y superficies que neutralice el coronavirus era totalmente esperada y normal, según indicó el doctor Eduardo Ibarra, expresidente del Colegio de Médicos y reconocido especialista en problemas de dolor.
Ibarra indicó que la reacción de la ciudadanía obedece a las alarmantes noticias relacionadas con el contagio acelerado del coronavirus a nivel mundial y a las numerosas muertes que ya ha provocado la enfermedad en todas las naciones del planeta donde se ha detectado la presencia del virus.
“Es una reacción muy humana según se publican noticias que llegan de todo el mundo y que son noticias muy alarmantes… muy alarmantes. La gente está reaccionando como se esperaba que reaccionara. La cantidad de gente que está muriendo y las noticias de Italia, donde hay un país completo confinado… es una reacción totalmente esperada y normal”, sostuvo Ibarra.
El doctor indicó que el gobierno de Puerto Rico está bajo la jurisdicción del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta, lo que implica que “tienen las manos atadas” porque están obligados a seguir sus recomendaciones y directrices en el manejo de la emergencia causada por el coronavirus.
Ibarra reconoció que la elaboración y distribución de los kits de pruebas de parte de CDC ha estado bastante lenta, pero señaló que ha Puerto Rico “le han aplicado las mismas reglas que le han aplicado a los estados».
No obstante, dijo que las pruebas de CDC tienen una especificidad muy particular para detectar el coronavirus, lo cual las convierte en pruebas muy efectivas. Por esa razón, Ibarra favoreció las pruebas del CDC, frente a la posibilidad de que el gobierno de Puerto Rico pueda pedir ayuda a otros países que tienen sus pruebas y que ya han confirmado casos de coronavirus en su territorio, como lo es el que caso de Panamá, la República Dominicana y Cuba.
“Yo no sé qué tipo de pruebas están usando esos países. Pero las pruebas de CDC tienen una especificidad muy particular para detectar el coronavirus”, dijo Ibarra.
El doctor también respaldó las gestiones realizadas por la administración de la gobernadora Wanda Vázquez Garced para enfrentar el virus y señaló que las medidas en Puerto Rico, y en todas partes del mundo, van dirigidas a contener la espiral acelerada de contagios.
“Se trata de evitar que esa tendencia creciente de contagios no crezca al tamaño de una montaña y que se quede en el tamaño de una meseta. Epidemiológicamente, la epidemia del coronavirus no se podrá evitar. Irá creciendo la cantidad de contagios y de muertes. Nuestra labor es tratar de contenerlo para solo logre el tamaño de una meseta en lo que se puede hacer un medicamento para tratarlo, que no una vacuna, sino un medicamento como lo fue el Tamiflu, que se hizo en el pasado para tartar la influenza tipo A y B”, dijo Ibarra.
Falta de información
El sociólogo y ex secretario de Educación, Cesar Rey, sostuvo que las avalanchas en los comercios responden a que los ciudadanos carecen de la suficiente educación e información para comprender lo que significa la emergencia del coronavirus, lo que implica que el gobierno ha fallado en mantener a la ciudadanía debidamente educada e informada.
Rey dijo que no eran extrañas las avalanchas de ciudadanos en los comercios, pues la sociedad puertorriqueña es una con altos índices de consumo, a pesar de la precariedad de su economía, del alto nivel de desempleo y muy a pesar de que más de la mitad de la población se encuentra en los niveles de pobreza.
“Esa avalancha no es extraña porque consumir es casi un hábito en la sociedad puertorriqueña y la falta de información lleva a la gente a pensar que va a ocurrir un cataclismo, que viene el fin del mundo, y se lanzan a consumir y en vez de ser comedidos, como debería ser, consumen hasta causar escasez y afectar a otros. Es irónico que con tanta pobreza en Puerto Rico siguen operando muchas cadenas de tiendas que han quebrado en otras partes del mundo”, dijo Rey.
El sociólogo sostuvo que la falta de educación, de transparencia y de agilidad del gobierno crean una sensación de inefectividad que promueve el comportamiento histérico entre la ciudadanía.
“Lo que existe es una histeria. El país está resentido y existe una inseguridad dramática entre la gente por la secuencia de eventos que han ocurrido recientemente como el huracán María, los sismos y ahora el coronavirus, que es muy grave. Todo esto ha ocurrido en medio de la crisis económica, social y política que vive el país”, dijo Rey.
El sociólogo insistió que el gobierno ha fallado en proveer educación e información suficiente a la ciudadanía, lo que ha generado más desorientación sobre los alcances de la pandemia del coronavirus y una gran incredulidad entre la gente.
“Hay toda una falta de información y de medidas para contener el virus en lugares públicos y todo eso es crea mucha desorientación e incredulidad”, concluyó el sociólogo.