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Incesante el crimen durante agosto

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Por Sara R. Marrero Cabán

redaccion@esnoticiapr.com

 

PONCE – Los asesinatos en agosto del año en curso incrementaron significativamente en comparación con el mismo mes en el 2020.

El número de asesinatos en lo que va de agosto asciende a 50, lo que representa 15 más que los 35 reportados el pasado año, según las estadísticas de la Policía.

Los crímenes reportados en la región evidencian que el sur no está exenta de ese incremento en violencia aunque no se especificó cuántas de las 50 muertes ocurrieron en los pueblos de la región sur central del país.

En esas estadísticas está sumada la violencia de genero, en ella, la de una madre ponceña, Ithamarie Rivera Martínez, quien tenía 23 años cuando la asesinaron.

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Una semana después, Hiram Morales Negrón -de 62 años- asesinó en Villalba a su hijo e hirió de bala a su esposa en otro incidente de violencia de género. “Nos debería preocupar la violencia de género y la violencia intrafamiliar”, comentó el profesor y criminólogo José Cepeda.

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A lo largo del mes de agosto, la Policía reportó las muertes de Steven Monroe Castillo, de 21 años y quien residía en Ponce; José Luis Bonilla Correa de 35 años, también fue asesinado, al igual que Jesús Quiñones González, de 34 años y de residencia en Santa Isabel.

Otro crimen fue el de Alexander Cruz Gallardo, de 19 años y vecino de Arroyo, entre otros residentes del sur. Todas estas muertes fueron a disparos.

El alza de violencia también incluyó el que durante dos días corridos -el 28 y 29 de agosto- dos hombres fueron víctimas de ataques de balas mientras conducían por carreteras de Salinas.

En lo que va del 2021, las autoridades reportaron 382 asesinatos en todo Puerto Rico. Esta cifra representa un aumento de 56 asesinatos para la misma fecha en el 2020, cuando se reportaron 326.

A nivel Isla, el número de delitos -como asesinatos, violaciones por la fuerza, robos, agresiones agravadas, escalamientos, apropiaciones ilegales y hurto de autos- desde el 1 de enero al 29 de agosto alcanza 11,906 violaciones. Entre este lapso de tiempo para el 2020, la cifra llegó a 12,297.

 

Posibles factores de alza en asesinatos

Los eventos anómalos del 2020 -como los terremotos del suroeste y el aislamiento obligatorio por la pandemia del COVID-19- pudieron influir en la cantidad de asesinatos reportados durante ese año.

“En el caso del sur, como fueron los terremotos, esas cosas afectan. Esos fenómenos afectan a todo el mundo, no solo a la empresa o el Gobierno, también afecta, obviamente, a los negocios ilegales”, afirmó el profesor Cepeda.

Asimismo, la merma de residentes durante el año pasado y la despenalización parcial de la marihuana podrían ser la causa de menos muertes violentas reportados en el 2020.

Con la flexibilización de las medidas para frenar la propagación del coronavirus y el comienzo de la recuperación tras los fenómenos atmosféricos, la violencia volvió a resurgir, analizó Cepeda.

“Al menos en Ponce, aparentemente por lo que uno oye como profesor y lo que se oye en la calle, el narcotráfico se controla desde el área Metro. Eso provoca que los locales se defiendan”, opinó.

 

Acciones para atajar la violencia

El discurso público -máxime de funcionarios del gobierno o figuras publicas fundamentalistas- podrían incentivar a la violencia, indicó Cepeda.

“La sociedad va a evolucionar. No nos tiene que gustar. La sociedad va a seguir evolucionando”, comentó al mencionar que el discurso agresivo de funcionarios públicos hacia gremios vulnerables -como las mujeres y miembros de la comunidad LGBTTQ+- es denominado por sociólogos como el “efecto Trump”.

Por lo tanto, afirmó que es necesario educar sobre la igualdad, no tan solo a la población juvenil, sino a los adultos. Para esto, dijo es necesario «un sistema más equitativo y respetuoso de la dignidad humana» y que se reconozca que “todos somos humanos y todos tenemos derechos”, independientemente de estilos de vida o creencias personales.

“Esto no se trata de dar una clase (en la escuela). Cuando hablamos de educación, hablamos de un concepto más amplio. El Gobierno tiene que revisar sus discursos, no solamente el Departamento de Educación. Los discursos oficiales tienen que ser igualitarios y tiene que exigirle, como cuestión ética, a sus funcionarios que su carácter y expresiones tienen que ser con el mayor respeto a la dignidad y los derechos humanos; ser igualitarios. Ese es parte del proceso educativo”, indicó al incluir a periodistas como personas que deberán educarse en cuanto al trato igualitario hacia los demás.

“Me preocupa que los avances de las mujeres en los últimos 30 años ahora se vean amenazadas por ataques de los grupos. Tienen que entender que debemos aspirar a una sociedad donde sus hijos y sus hijas sean respetados. No es nada más para los blancos, no es nada más para los varones”, dijo.