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Niños celebran un año sin contagios de Covid

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Por Sara R. Marrero Cabán

redaccion@esnoticiapr.com

 

PONCE – En un año de cuido presencial, ni la facultad ni matrícula del Centro de Cuido y Desarrollo de Niños Heavenly Kids en este pueblo reportó contagios al COVID-19.

Para Damaris David- directora y fundadora del centro- esto es resultado de un estricto protocolo que implementó en el local y que los padres replicaron en sus hogares.

“Se ha trabajado en equipo”, afirmó Yamaries Quirindongo, madre de dos alumnas del centro: una niña de cuatro años y una infanta de un año. “Todo lo que ella (su hija mayor) aprende aquí, en casa lo seguimos implementando”, agregó la también docente que trabaja con programas de título 1.

En marzo de 2020, el Gobierno decretó un toque de queda y prohibió las reuniones presenciales de la mayoría de empleados y paralizó todo entretenimiento. También, las clases escolares se ofrecieron en modalidad virtual. Paulatinamente, los sectores regresaron de manera presencial.

El 14 de septiembre de 2020 marcó un año desde que los niños regresaron al centro de Heavenly Kids. Durante ese año, no se detectaron contagios. Por lo tanto, los niños cantaron, declamaron un Salmo y bailaron el 14 de septiembre de 2021 para conmemorar esa hazaña.

“El 14 de septiembre del 2020 decidimos con la ayuda de Dios comenzar con un poco de temor ante un contagio, pero con muchas ganas de seguir adelante. Hoy 14 de septiembre de 2021 Heavenly Kids celebra públicamente y da gracias a Dios por protegernos durante todo este tiempo”, celebró David.

 

 

¿Cómo se logró?

El año pasado, previo a la disponibilidad de la vacuna contra el coronavirus, David analizó estrategias y protocolos de prevención de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) y el Departamento de Salud.

Recopiló la información y ofreció múltiples talleres y charlas a su facultad, que suma a 15 personas e incluye dos maestras, asistentes y empleados de cocina y mantenimiento.

“Esto no fue tarea fácil. Fueron muchos días ahí redactando, redactando, para yo sentarme con ellos y explicarle todo lo que conllevaba esto, pero a Dios gracias que ha funcionado”, relató David.

Luego, los padres de los menores firmaron un compromiso en el cual se responsabilizaron de reportar cualquier situación que podría comprometer la salud de los alumnos y la facultad.

Además, David dijo estar en constante comunicación con los padres mediante mensajería telefónica. Por este medio, envía recordatorios constantes de los protocolos de salud a los que tienen que regirse para evitar los contagios.

Cada mañana cuando los jóvenes acuden al centro, es requisito responder preguntas de cernimiento, que incluye interrogativas como: ¿ha padecido el menor de fiebre, dificultad respiratoria, tos o dolor de garganta? y ¿está experimentando algún familiar del menor los síntomas del COVID-19?, entre otras. “(El cernimiento) es todos los días”, especificó David. Los menores se lavan las manos cada 30 minutos y se les requiere utilizar la mascarilla nasobucal en todo momento, las cuales reemplazan varias veces al día.

Si un menor experimenta secreción nasal durante el día o algún síntoma, los padres tienen que retirar al niño del cuido. Para regresar, se les exige presentar un certificado médico que indique que el menor está libre de cualquier contagio o que evidencie que el niño está recibiendo tratamiento 48 horas previo a que se vuelva a incorporar.

La facultad y todos los padres están inoculados contra el virus. En el caso de que alguno tenga una condición preexistente o que opte por no inmunizarse, tendrá que presentar periódicamente una prueba negativa a la enfermedad.

Una de las maestras del centro, Margarita García, narró que en los primeros meses de reanudar el cuido presencial era un reto comunicarles a los menores la importancia de mantener la mascarilla puesta. Algunos, además, estaban temerosos. Por ende, García amenizó el mensaje mediante canciones y cuentos.

“En el principio era un experimento. Lo que no nos servía, lo cambiábamos”, rememoró. “Ellos nos dan cátedra verlos a ellos con valentía y hacia adelante, pues uno se enorgullece”, manifestó.

El primer local del Centro de Cuido y Desarrollo de Niño Heavenly Kids- que abrió sus puertas en el 2002- ubica en la calle Viva La Pepa en la urbanización Morel Campos. Al aumentar la matrícula, un segundo local se inauguró en el 2015 en la calle Candorosa, justamente frente al local original.

Los participantes menores de 18 meses son atendidos en el local original, mientras los que son mayores de 18 meses hasta los cinco años en el segundo edificio.